Los privilegios de viajar a solas: testimonios de 4 viajeros
Platicamos con cuatro viajeros para entender qué los mueve a prescindir de acompañantes en sus viajes.
Para muchos, viajar a solas es una especie de castigo, algo que hacen los ermitaños o quienes no consiguen un compañero de viaje. Yo misma creía eso, hasta que, hace 6 años, tuve una crisis existencial –una de tantas– y decidí viajar sola a Oaxaca para despejar mi mente. No me fue nada mal: después de 3 semanas alejada de mi mundo, finalmente lo conseguí. Ahora entiendo que quienes viajan a solas no lo hacen por falta de amigos.
Platiqué con cuatro viajeros solitarios para entender a fondo qué los mueve a prescindir de la compañía en sus viajes… y me llevé una sorpresa al saber que, para todos ellos, recorrer el mundo a solas responde a una necesidad casi primaria.
Arturo Torres Landa: “las sensaciones se multiplican”
Arturo es de esas personas que si no viajan se marchitan. Fotógrafo y amante de los viajes de 29 años, se dedica en gran parte a conocer el mundo, fotografiarlo y plasmarlo en papel mediante relatos. Fue editor de una reconocida revista de viajes y hoy día es colaborador de México Desconocido.
Ha tenido la fortuna de viajar por todo el país, mochila al hombro y cámara en mano. “Para mí viajar solo es encontrarle otro sentido a un lugar. Es redescubrirlo por completo, aunque se trate de un lugar que conozcas muy bien”, explica.
Aunque no se define como una persona solitaria, disfruta viajar solo porque le permite cubrir una agenda personal (además de que, admite, es una gran oportunidad para abastecer el álbum de selfies). Pero viajar así también es una forma de descubrirse a uno mismo. “Te permite conocer tus limitaciones, pues debes valerte por ti mismo para todo. Te pone en un escenario en el que aprendes mucho de ti”.
Mientras platicamos, recuerda un viaje que hizo a las haciendas de Yucatán. “Era un lugar como detenido en el tiempo. Me hospedé en enormes palacios junto a un cenote en la mitad de la selva. Me sentí privilegiado, como si hubiera sido de los pocos seres humanos en pisar ese lugar. Todas las sensaciones se multiplicaron”.
Después de varios viajes consigo mismo, aprendió varias lecciones. Por ejemplo, lo importante que es moderar el movimiento en redes sociales y de no saturar la agenda. “Creo que no debemos ser tan exigentes y dejar espacio para hacer amigos, reflexionar o simplemente estar con nosotros mismos. Eso es lo que yo más atesoro de un viaje a solas”.
Canción de viaje: La llorona de Beirut
Nil Puche: “viajar solo es empezar de cero”
Nil, ingeniero químico de 27 años nacido en Barcelona, tenía un trabajo de oficina que no satisfacía su curiosidad de conocer lugares y personas. Así que hace un año, después de mucho ahorrar, decidió hacer caso a su inquietud; dejó su trabajo y empacó las cosas necesarias para conocer el mundo.
Hoy cumple 5 meses de viaje por México; entró por Tijuana, desde donde voló a Cancún. Estuvo un par de meses en Tulum y después se fue a Palenque, San Cristóbal, la CDMX y Puebla. Ahora está en Oaxaca, y se confiesa enamorado de Puerto Escondido.
Me explica que le gusta viajar solo porque así tiene la libertad de tomar sus propias decisiones y de cambiar sus planes sin tener que consultarlo con nadie. Y sí, eso también tiene su contraparte: a veces extraña entablar relaciones más largas. Sin embargo, al final del día nunca se siente solo, pues en cada parte del trayecto conoce personas que enriquecen su viaje.
Recuerda una experiencia fuera de serie que probablemente no hubiera vivido si hubiera viajado acompañado. “Me quedé en casa de una amiga, quien me presentó al baterista de una banda de rock. Nos hicimos amigos y me invitó con ellos de gira. Nos fuimos a Cholula y Oaxaca, yo como su fotógrafo… ¡Fue increíble!”.
¿Su mantra? “Aquí estoy ahora”. “Cada vez que te mueves de lugar empiezas de nuevo. Eso te permite ser quien tú quieras”.
Canción de viaje: Mama África de Chico César
Julio C. Páez: “la oportunidad perfecta para reflexionar”
Como reclutador de una empresa de salud, Julio, de 28 años, se da sus “escapadas” a solas de vez en vez. Siempre ha disfrutado viajar, pero hace 3 años decidió hacerlo solo por primera vez, y desde entonces lo ha vuelto una práctica constante. Aunque el tiempo le impide ir lejos, acomoda su agenda para conocer la mayor cantidad posible de lugares.
“Creo que para que un viaje a solas funcione debes saber exactamente qué es lo que quieres. Tal vez busques consentirte, y entonces necesites ciertas comodidades, o quizá estés contento con acampar y ver las estrellas… Es cuestión de gustos y de personalidad”.
Julio está seguro de que viajar solo te permite conocer cosas nuevas de ti mismo. “Además, cualquier lugar es bueno para conocer gente y enriquecer tu viaje: un café, un restaurante… donde sea”.
Ahora sigue la ruta de los Pueblos Mágicos: ya conoce los de Hidalgo y Puebla, y planea visitar pronto las grutas de Tolantongo. Disfruta particularmente los entornos naturales, pues, dice, estar en contacto con la naturaleza es la oportunidad perfecta para reflexionar.
Canción de viaje: Drive by de Train
Jukilita Kalavera: “viajar ligero te hace más fuerte”
Jukilita se define a sí mismo como un apasionado de los viajes. Es fotógrafo, tiene 35 años y viaja solo en parte por su profesión y en parte porque así lo ha querido.
Todo partió de un libro llamado El tao del viajero, que recolecta testimonios de viajeros y explica por qué es importante viajar solo algunas veces. “A partir de ahí me surgió la idea de viajar a solas para ampliar mi bagaje visual, encontrarme conmigo, conocer gente fuera de mi contexto y, al final, poder plasmarlo todo visualmente”, comparte.
¿Lo que más disfruta de sus viajes solitarios? “Nadie te distrae de lo que estás viviendo y dispones de tu tiempo como te venga en gana. Definitivamente sirve para conocerte mejor”. Por supuesto que se extraña la compañía, “es como cuando vas al cine y al terminar la película no tienes con quién comentarla… pero todo se compensa”.
El viaje que más recuerda es uno que realizó a Chiapas en 2012. Fue el primer viaje a solas que hizo en México. “Fue un viaje de desintoxicación. Durante 10 días pude generar una conciencia mucho más clara de lo que quería”, explica.
¿Su principal consejo para viajeros solitarios? “Viajen ligeros. Aunque suene paradójico, llevar sólo lo necesario te vuelve más fuerte”. ¡Ah! Y no olviden avisar a un familiar cercano dónde estarán y cuándo planean volver. “Estar conectado con el mundo no es tan malo después de todo”.
Canción de viaje: Mezcalito, de Lila Downs
