Tonos del Alma, una experiencia sensorial en la Catedral de Zacatecas
Cantera, mármol y los acordes musicales precisos hacen de una pieza un evento memorable. Te contamos sobre "Tonos del Alma" en la Catedral de Zacatecas.
Lo primero que asombra es esa oscuridad rotunda al interior de la nave mayor: solo la capilla de la Virgen de los Zacatecas destaca entre la penumbra, pues las velas que iluminan a la Patrona del estado nunca se apagan. Ayudados por linternas (y no sin pocos trompicones) tomamos asiento frente al altar y nos sentamos muy juntos; el silencio y la negrura obligan a valerse de otros sentidos.
Entonces arriba, detrás de nosotros, resuella el órgano catedralicio, suenan las voces del coro y trinan las notas del violín. La Catedral Basílica de Zacatecas se estremece mientras el Alma Redemptoris Mater rebota en su cúpula, el altar mayor se ilumina de a poco y revela su estructura de prismas dorados, ese diseño de escenografía que el escultor michoacano Javier Marín le confiriera en 2010 con motivo de su remodelación.
Así comienza Tonos del Alma, una experiencia sensorial cuyo cometido es conjugar la belleza arquitectónica de la Catedral zacatecana con la emotividad de piezas de música sacra interpretadas por ejecutantes de la Universidad Autónoma de Zacatecas.
El repertorio sonoro suele cambiar con cada presentación, aunque algunas piezas no varían, como el Ave María de Schubert, dedicada justamente a la madre de los zacatecanos. Más allá de cualquier militancia religiosa, participar de este concierto permite apreciar la más importante joya del Centro Histórico de Zacatecas con otra mirada: la de un monumento hecho con cantera y mármol pero sostenido para celebrar el arte y la fe.
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