Tzotzopaztli, el arte de tejer en el México prehispánico
Pieza esencial del telar de cintura mesoamericano, el tzotzopaztli también simbolizaba la creación divina y era usado con fines ceremoniales
En la época prehispánica, el telar de cintura era un instrumento indispensable en el universo femenino y las mujeres, desde pequeñas, eran instruidas en su uso para elaborar diversas prendas que las vistieran a ellas y a sus familias, como huipiles, rebozos, sarapes, fajas y morrales, entre otros. Sin embargo, una de las partes del telar, el tzotzopaztli, también simbolizaba el poder creador de las deidades precolombinas.
¿Qué es el tzotzopaztli?
De origen náhuatl, la palabra tzotzopaztli significa palo de telar o machete tejedor, y es el palo más importante del telar de cintura pues la calidad del tejido depende en parte de él.
Recordemos que el telar de cintura se amarra al extremo de un árbol y el otro se sostiene en la tejedora con un mecapal o faja. Asimismo, está formado por varios palos de madera para tramar los hilos. Llegado el momento, el tzotzopaztli o machete aprieta los hilos, de ahí que sea muy importante.
Connotaciones divinas de este instrumento
Llama la atención cómo este machete de madera trascendió lo mundano y adquirió un simbolismo de gran relevancia para la cosmovisión mesoamericana. Vestigios arqueológicos del tzotzopaztli han sido hallados en Puebla, Oaxaca y hasta en la isla de Jaina, Campeche.
Igualmente, hay que mencionar que en distintos códices mixtecos y en el tenochca, por ejemplo, diversas deidades como Chalchiuhtlicue, diosa del agua, e Ilamatecuhtli, diosa del maíz, llevan un tzotzopaztli en la mano como insignia especial.
Además, este instrumento guarda una importante relación con Xochiquetzal, la deidad de las flores, el amor y la hermosura; pues según los mexicas, fue la primera mujer en tejer y por ello era la patrona de las mujeres tejedoras.
El tzotzopaztli en ceremonias
Este instrumento también fue parte de ceremonias que celebraban la vida y la muerte. De hecho, en Tehuacán, Puebla, fue encontrado un tzotzopaztli de unos 23 centímetros de largo, tallado en madera de mezquite, decorado y con ranuras donde fueron colocadas semillas.
Los expertos creen que pudo ser usado como ofrenda mortuoria o como regalo a una recién nacida para usarse como sonaja. Y es que el oficio de tejer también era un rito de feminidad, comparable al poder creativo de las divinidades femeninas del universo.
Finalmente, el tzotzopaztli también fue usado como instrumento para sacrificios simbólicos de efigies divinas, de acuerdo con la Historia general de las cosas de Nueva España. No obstante, según los hallazgos arqueológicos, el material usado para elaborar varios de ellos no fue madera, sino hueso, cobre o pedernal y fueron ricamente tallados.
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