Zinacantán, un pueblo chiapaneco que ama las flores
En Zinacantán, Chiapas, aman tanto las flores que las siembran y las bordan. Conoce la historia y tradiciones de este mágico lugar.
Zinacantán, en el estado de Chiapas, es un municipio cuya población pertenece mayoritariamente a la etnia tzotzil. La floricultura es una de las principales actividades productivas de sus habitantes, la cual se realiza en pequeñas extensiones de terreno.
De acuerdo con Robert Lauhgling, en el pasado la región era denominada como k’al Ojov (Señor Negro), pero el nombre se modificó a Sots’leb (Lugar de murciélagos), ya que existía una cueva donde habitaban murciélagos que fueron deificados. Zinacantán, cuya raíz proviene del náhuatl, tiene el mismo significado. La implementación del nombre en náhuatl se debe a la conquista de dicha región por parte de los mexicas en 1481. Desde entonces, existió una red de comercio de sal y ámbar con los mexicas, hasta la llegada de los españoles.
Debido a la cultura de diplomacia que existía entre los antiguos tzotziles, a la llegada de los europeos se les permitió asentarse en el valle de Jobel, hoy San Cristóbal de las Casas, a cambio de recibir ayuda para combatir a los chamulas. Es decir, los antiguos tzotziles se aliaron con los españoles y no se opusieron a la colonización. En cuanto a la evangelización, los indígenas asimilaron la nueva religión a forma de sincretismo, generando tradiciones que se conservan hasta hoy en día.
Zinacantán hoy en día
Actualmente, los tzotziles conservan un fuerte arraigo a su identidad indígena, que va desde su indumentaria tradicional, hasta formas peculiares de religión. Por ejemplo, mantienen un culto vivo en los panteones, ya que consideran a los muertos como protectores del pueblo. Sin embargo, también fiestas católicas como la de San Lorenzo y la de la Virgen de Guadalupe.
Entre sus prendas más icónicas, se encuentra el pok’u’ul, que se trata de un sarape usado por los hombres. Aunque tradicionalmente es de color blanco, desde hace algunos años se han añadido diversos colores y se le han incluido motivos florales en honor a la floricultura. Por su parte, las mujeres utilizan falda y blusa con motivos florales, además de un moxib o maxibal, prenda semejante a un chal, para el frío.
En Zinactán puedes caminar por sus calles o ser invitado en las casas de los locatarios, donde tradicionalmente ofrecen a los turistas pox, así como café, queso y tortillas. A la par, puedes ver cómo las mujeres realizan tejidos de forma artesanal, los cuales puedes adquirir directamente con ellas.
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