Acatzingo, un pueblito lleno de color y riqueza arquitectónica

Acatzingo de Hidalgo se distingue por sus tradiciones y la belleza arquitectónica que narra la historia del siglo XVI, en Puebla.

Acatzingo proviene de la voz náhuatl ácatl, que significa carrizo, acatla o carrizal y tzin, expresión de diminutivo y co, locativo ‘lugar o en’: en los carrizalillos o pequeños carrizales. Se localiza en el centro del estado de Puebla, en el valle de Tepeaca, que es una prolongación del valle de Puebla–Tlaxcala, a sólo una hora de la ciudad de Puebla.

Entre paisajes de nopaleras y magueyes, Acatzingo se ve custodiado por dos grandes montañas significativas entre sus pobladores: el Citlaltépetl y la Malinche, que aún a la distancia dejan ver su majestuosidad.

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Joyas arquitectónicas de Acatzingo

Parroquia de la Virgen de los Dolores  

La capilla de Dolores se terminó de construir en 1719. Está decorada en estilo churrigueresco con lujo extraordinario de oro, brocado, ónix y plata maciza.

En su altar descansa la pintura anónima de la virgen de Dolores, que guarda cierto misterio que muchos califican como divino. Según la tradición, la imagen de procedencia desconocida fue encontrada por la señora Antonia Negreiros, propietaria de un mesón, quien halló una caja con dos lienzos: uno representaba un Ecce-Homo y el otro una Virgen de los Dolores.

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“Gozosa de haber dado con las dos imágenes, hizo colocar entrambas en la sala de su casa y allí permanecieron por mucho tiempo, hasta que un día, probablemente un cinco de septiembre, fecha en que todavía se celebra la fiesta llamada del Sudor, advirtió con extrañeza que el rostro de la Virgen estaba humedecido y, pensando que algún descuido motivaba aquella humedad, procedió a limpiar la imagen, pero vio que cuantas veces secaba el lienzo otras tantas volvía a aparecer las gotas de sudor en el rostro, por lo cual dio parte de lo sucedida a los vecinos.

“Extendióse la voz por el pueblo y numerosas personas acudieron a presenciar el prodigio. No obstante, el párroco creyó prudente incautarse del cuadro y trasladarlo a la iglesia parroquial, hasta que la Sra. Negreiros exigiese en varias ocasiones al Cura la devolución de la imagen; como fuesen vanas sus peticiones, decidió sustraerlo, y así lo ejecutó un día, aprovechando un descuido del sacristán.

“Dícese que advertida por alguno y perseguida de cerca, aprovechó su paso junto a la fuente antigua, que todavía se alza frente al convento, para arrojarla al agua y, cuando la sacaron, echaron de ver que el lienzo no tenía rastro de humedad»

Leticia Montagner

La adoración por la virgen es muy arraigada entre sus feligreses desde el siglo XVII, principalmente por la historia de su llegada. En 1924, fue distinguida con la corona pontificia por el Papa Pío XI.

Ex Convento Franciscano de San Juan Evangelista

Construida entre 1558 y 1580 bajo la dirección de monjes de la orden Franciscana. La iglesia presenta enormes bóvedas de nervaduras en el presbiterio y en la nave.

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Es de las construcciones más antiguas de Puebla, pues data del siglo XVI. En 1529 se construyó la pila bautismal de arte tequitqui, una producción artística indígena realizada después de la conquista. Una de sus principales características es que los ángeles tienen rasgos indígenas. Además, se asegura que es la primera de la Nueva España.

En su interior, los retablos de estilo barroco decoran los amplios muros con pinturas de Miguel Gerónimo Zendejas.

Sabías que…

El arte tequitqui fue propuesto en el año de 1949 por José Moreno Villa en su texto Lo mexicano en las artes.

Más atractivos llenos de historia

La Ex hacienda San Pedro de Ovando, a 20 minutos del centro de Acatzingo, fue edificada a principios del siglo XVIII por el marqués Agustín de Ovando, (propietario y constructor de la Casa de los Muñecos y el puente de Obando en la ciudad de Puebla). Esta hacienda que llegó a tener doce mil hectáreas, era un punto de descanso para los viajeros procedentes de Veracruz a la hoy Ciudad de México.

En el siglo XIX, la hacienda hospedó al emperador Maximiliano de Habsburgo y la Emperatriz Carlota. Tenía molino, panadería y pulquería (Hueyneucaxitl).

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El centro histórico y sus portales

La plaza principal te invita a caminarla para llegar a un vistoso quiosco y a los jardines que te darán un momento recreativo o de descanso. Alrededor, la vista se deja atrapar por los portales coloniales conformados por 47 arcos en 168 metros de longitud, que los hace ser los más largos de América Latina.

• Dato curioso

En el camposanto de la ‘iglesia de las tres horas’, se encuentra la tumba del capitán Carlos Camacho Espíritu, fundador de Africam Safari, y que era originario de Acatzingo.

¡Escápate a conocer más de Acatzingo y descubrir las leyendas que resguardan los recintos de sus barrios, algunas de misterio, otras de batallas, pero siempre enigmáticas y que forman parte importante de la historia de México.

¿Qué hacer en Acatzingo?

• Recorre su plaza principal y visita el Ex Convento Franciscano de San Juan Evangelista.
• Asiste a la Feria de Acatzingo que se lleva a cabo en abril.
• Visita la Parroquia de la Virgen de los Dolores y contempla sus joyas arquitectónicas de estilo barroco.
• Prueba la comida típica y no olvides llevarte alguna artesanía de hierro forjado.
• Recorre sus portales, los más largos de toda América Latina.
• Durante el mes de agosto, puedes participar en el Concurso del Chile en Nogada.
• En el mes de septiembre, no te pierdas del gran Encuentro de Bandas, en honor a la Virgen de los Dolores.

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Dahída Gutiérrez Comunicóloga; admiradora del México colorido y dicharachero que se engrandece de tradiciones y su gente.