Alfombras de Teotitlán: magia y arte tejidos a mano
A sólo 30 kilómetros de la ciudad de Oaxaca se encuentra Teotitlán del Valle, el pueblo zapoteca más antiguo, famoso por sus bellísimos tapetes artesanales.
Teotitlán, en el estado de Oaxaca, es uno de los lugares en el que creatividad y tradición se entretejen para dar a luz genuinas obras de arte. Su nombre significa en náhuatl «Junto a la Casa de Dios» y en zapoteco es conocido como Xa-Guie, que significa «Debajo de la piedra».
Teotitlán del Valle se encuentra ubicado a tan sólo 30 kilómetros de la ciudad de Oaxaca y se distingue por la producción artesanal de tapetes multicolores. Antes de la llegada de los españoles, la región fue una de las principales ciudades zapotecas. De acuerdo con Fray Francisco de Burgoa, Teotitlán es la primera ciudad fundada por los zapotecos en 1465. Tras la colonización, las costumbres y tradiciones de este pueblo se sincretizaron dando a luz a una rica cultura mestiza que se expresa tanto en lo religioso, como en sus danzas y fiestas.
Actualmente, entre las maravillas culturales de este pueblo, se encuentra la producción de tejidos con técnicas ancestrales. Sarapes, tapetes y alfombras, todos ellos se producen con lana teñida con tintes naturales extraídos de minerales, plantas e incluso insectos, como lo es la grana cochinilla extraída del nopal y que nos regala su color rojo carmesí.
Teotitlán: del corazón a la mano
Los tapetes de Teotitlán del Valle se hacen bajo la técnica de telar de pedal, en el que el hilo de lana pura se teje completamente a mano. A su vez, los hilos también se elaboran de forma manual en la rueca. Una vez trasquilado el cordero, la lana se lava con jabones naturales para cortar la grasa y suciedad. La intención es quitar las grasas naturales y suciedades que el pelo pueda tener. Luego, los cabellos son cepillados para quitar todas las impurezas y dejarlos suaves y sin nudos. Finalmente, la lana es teñida y lavada para asegurar la fijación del color, proceso que puede durar hasta una semana.
Cuando los hilos están listos, se coloca el urdimbre y los artesanos comienzan a tejer. Es posible realizar figuras geométricas e incluso imágenes complejas. El tiempo de manufactura es proporcional al tamaño y complejidad del diseño.
