Colorín, el árbol mágico con el que todos jugamos
El árbol del colorín se encuentra casi en todo México, seguramente alguna vez te has encontrado con sus semillas o con sus flores.
El colorín deja en su sombra unos llamativos frijoles color rojo con los que muchos de nosotros jugamos cuando éramos niños, seguramente tú también los recuerdas.
El colorín es un árbol ornamental con ramas de espinas que coronan flores de color rojo encendido y que forman penachos vistosos.
Presente en muchas colonias y parques mexicanos, este árbol era sagrado para los aztecas, quienes lo usaban con fines medicinales, tal y como lo siguen haciendo hoy los tarahumaras.
La historia del colorín
En el Códice Florentino al colorín se le atribuye solo un valor estético; sin embargo, en el siglo XVII Francisco Hernández señala el uso medicinal de esta planta.
«El jugo exprimido y depositado en la boca de los niños produce sueño», señala Hernández, pero tiempo después desaparece de la historia.
En el siglo XX se volvió a registrar información de esta planta cuando el biólogo Máximino Martínez señaló que tiene usos medicinales como antídoto, antiinflamatorio y narcótico; además apuntó que producía parálisis.
Las magia del colorín
Tanto las semillas del colorín como sus frijoles tienen una serie de atributos entógenos, por lo que era consumido por los aztecas para ver el futuro y ser portador de todas las artes de la adivinación.
Las flores de la Erythrina contienen alcaloides como la eritralina y la erisodina, que al comerse pueden ser tóxicas.
Las semillas contienen eritroidina, un poderoso paralizante de músculos; además de eritroresina, emético, coralina y ácido eritrico.
Usos tradicionales
El zompantle o colorín tiene varios usos entre los hierberos y los curanderos tradicionales.
Algunos de sus usos es calmar el dolor de muelas a través de la semilla molida; una infusión se utiliza como hipnótico y sedante. También se utiliza para controlar las convulsiones.
También se emplea en la agricultura como cerca; además, se cultiva como planta de sombra, sobre todo para el cacao y el café.
Sus flores se aprecian en guisados: fritas o hervidas son muy apreciadas como complemento alimenticio, ya que poseen un gran contenido de proteínas y lípidos, aunque debe tenerse cuidado por su toxicidad.
Como amuleto
Oficialmente el frijol rojo que proviene del colorín es una semilla considerada como amuleto de abundancia.
En México se suele tener la creencia de que llevar estas semillas con nosotros es símbolo de fortuna y protección.
Estas semillas fungen como limpiadores de malas auras y es un poderoso escudo en contra del mal de ojo, especialmente en niños pequeños.
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