Colonia Roma
De notable arquitectura art nouveau, ecléctica o afrancesada, la Roma es uno de los barrios obligados por conocer en CDMX. Sorpréndete con su historia y disfruta de un rico café en sus elegantes cafés gourmet.
Un poco de historia
La Colonia Roma tiene el orgullo de ser, junto con la Condesa, el primer fraccionamiento habitacional con todos los servicios de infraestructura necesarios. Se conjugaron en ella tres factores que la distinguen de sus contemporáneas.
En primera instancia destaca el urbano, con sus notables innovaciones: calles amplias con camellones (Orizaba), avenidas arboladas de buena anchura como la de Veracruz, hoy Insurgentes (30 metros), y Jalisco, hoy Álvaro Obregón (45 metros), todo un boulevard parisino. La nomenclatura de sus calles, al igual que la Condesa, utiliza los nombres de estados y ciudades de la República Mexicana. Dos plazas se trazaron en el eje central norte–sur de la colonia: el Parque Roma (Plaza Río de Janeiro), y la Plaza Ajusco (Luis Cabrera).
El segundo factor es su arquitectura, pues en ella se construyeron los últimos inmuebles en los estilos art nouveau, ecléctico y afrancesado que caracterizaron al régimen de Porfirio Díaz. Se conservan aún alrededor de 1,500 inmuebles convertidos ya en monumentos artísticos. En el aspecto social, fue residencia de numerosos personajes: Álvaro Obregón, Fernando del Paso, Pita Amor, Sergio Pitol y Ramón López Velarde; Andrea Palma, María Conesa, Enrique Alonso (Cachirulo) y Leonora Carrington. Además, Jack Kerouac, Allen Ginsberg y William Burroughs, poetas del movimiento beat, habitaron estas calles.
A partir de los años cuarenta arribaron a esta colonia un buen número de provincianos del sureste de México; esto hizo que sus primeros habitantes emigraran a nuevas colonias. Para los años sesenta, se convirtió en una zona comercial, escolar y de oficinas, principalmente.
El terremoto de 1985 derrumbó numerosos inmuebles contemporáneos, como la obra del arquitecto Mario Pani Darqui, el emblemático Centro Urbano Presidente Juárez, destruido en un 80 por ciento; además de cuatro casonas antiguas debido a sus colindantes de más peso y volumen.
En los años noventa renació al establecerse en ella una serie de galerías de arte, librerías, museos y escuelas; a partir de entonces se inclina por seguir desarrollando un perfil cultural.
¿Quieres escaparte a Ciudad de México? Descubre y planea aquí una experiencia inolvidable
1 y 2. El antiguo micro-barrio conocido como la Romita (1), ubicado a sólo unos metros del Eje Vial Cuauhtémoc. En un ambiente típico de plaza de pueblo, en la Romita encontrarás el Templo de Santa María de la Natividad o de San Francisco Javier (2) , del siglo XVII. En sus potreros se trazó la actual colonia Roma, por lo que la Romita resulta ser "como su mamá".
3, 4, 5, 6, y 7. Atraviesa el Parque Pushkin y llega a la avenida Álvaro Obregón, considerada como el Paseo de la Reforma de los romanos; los árboles del camellón central y sus fuentes de cantera te invitan a caminarla pausadamente. A sus costados sobreviven algunos comercios de tradición, como Los Bisquets Bisquets Obregón (3) que seguramente conoces, y varios edificios históricos de su primera época, como la Casa del Poeta Ramón López Velarde (4); el Parián (5), antiguo mercado local; el Edificio Francia (6); y un par de hermosas casas en los números 161 y 163. Tres notables inmuebles (7) de estilo art nouveau se ubican cerca de esta avenida, dos edificios en la esquina de Mérida y Guanajuato, y una casa en la calle de Chihuahua 78; ¡no te los pierdas!
8, 9, 10, 11, 12, 13, 14, 15 y 16. La calle de Orizaba es un recorrido obligado; a lo largo de su trayecto (de sur a norte) te sorprenderás con algunos de sus mejores sitios e inmuebles. Empecemos con la Plaza Ajusco (8); el Instituto Renacimiento (9), colegio tradicional que ocupa un pintoresco castillo de tabique; la legendaria nevería La Bella Italia (10), donde podrás saborear exquisitos helados; el elegante Edificio Balmori (11); la Casa Lamm (12), centro cultural y escuela de arte con una gran librería; la Plaza Río de Janeiro (13); la famosa Casa de las Brujas (14), edificio de apartamentos con su remate cónico que le da ese sobrenombre; la Parroquia de la Sagrada Familia (15); y la residencia de estilo neocolonial que aloja a La Casa Universitaria del Libro UNAM (16).
17, 18 y 19. Si quieres sentir la atmósfera que tenía esta colonia en sus años de esplendor, camina tranquilamente por la calle de Colima (17), entre Jalapa y Tonalá, y por la de Tonalá (18), entre Colima y Durango, donde encontrarás un conjunto de bellas casas afrancesadas así como frondosos árboles. Se dice que en la casa número 43 de la calle de Jalapa (19), el general Juan Barragán, brazo derecho de Venustiano Carranza, salvó su vida al escapar por la azotea, camino de ser fusilado en 1920.