Cuando el peso mexicano y el dólar valían igual

Durante algunas etapas de nuestra historia nacional, el peso mexicano ha estado a la par del dólar. Y no solo eso, inclusive llegó a valer un poco más que la moneda estadounidense.
Los ciclos de valor de las monedas suelen ser vaivenes que dependen de circunstancias políticas y económicas. A lo largo de la historia de nuestro país como un estado-nación, el valor del peso ha fluctuado en un sentido y en otro. Tras abandonarse el patrón oro, el dólar estadounidense se volvió la referencia de otras monedas en el mundo. A pesar de su preponderancia, no siempre ha tenido más valor que el peso mexicano. Han habido momentos donde ambas monedas han tenido casi la misma apreciación e inclusive, el dólar norteamericano poseyó menos cotización que el peso durante varios lapsos de tiempo.

Cuando el peso valía más que el dólar
Tras al fin conquistar su independencia de España, el porvenir de México se abría. Por todos es conocido el periodo de inestabilidad política, social y económica que vivió la joven República. Entre intervenciones extranjeras y guerras civiles, hubo algo que se sostuvo con inusitada estabilidad: el valor del peso.
Entre los años 1820 y 1875, el peso mexicano llegó a costar más que el dólar. Aunque la Unión Americana empezaba a despuntar como una potencia regional, el siglo XIX fue aún una centuria de consolidación de su poder. Por otro lado, la República Mexicana había heredado la buena valoración de las monedas del imperio español. Para el año de 1859, un peso mexicano valía 1.08 dólares, y para 1875, equivalía a 1.01 dólares.

El cambio al patrón oro y la igualdad entre el peso mexicano y el dólar
Sin embargo, la entrada del patrón oro en la valoración de las monedas mundiales, fue negativa para el peso. Además, empezó a ser evidente que Estados Unidos ya estaba conformándose como una potencia mundial, por lo que su economía se fortaleció de forma desmesurada. También la caída de la economía colonial del mundo afectó al peso mexicano, que se había beneficiado de ella. De esta manera, poco a poco su apreciación fue disminuyendo, hasta caer, en el año 1900, durante el régimen de Porfirio Díaz. La moneda mexicana valía ya 0.42 dólares.

Sin embargo, José Yves Limantour (quien había llegado al ministerio de hacienda en 1893) cambió las tornas. Durante su administración, la economía nacional logró sanearse. Y a pesar de los abismos que había entre la élite respecto a las clases populares, en general los precios de la canasta básica no variaron, con esporádicas reducciones del costo de algunos productos. De esta manera se alcanzó una balanza comercial favorable para México, ya que se exportaba más de lo que se importaba. También, la atracción de capitales europeos contrarrestó la influencia de los Estados Unidos.
Por todo esto, desde 1900 hasta 1910, el peso mexicano logró sostenerse a la par del dólar estadounidense. El cambio era 1 por 1. Dicha igualdad en el valor de las monedas, desaparecería con el estallido de la Revolución Mexicana.
