Cuevas que son zonas arqueológicas en Chihuahua
No en todo el país los pueblos originarios construyeron pirámides. Te presentamos estas zonas arqueológicas en Chihuahua que están enclavadas en la Sierra Madre Occidental.
Cueva de la Olla
Muy cerca también de Casas Grandes, la Cueva de la Olla, se yergue en el llamado Valle de las Cuevas, aquí se construyeron varias viviendas troglodíticas —viviendas primitivas al interior de cuevas— en los alrededores del año 1100 de nuestra era, las cuales se van descubriendo a lo lejos sobre las laderas de los cerros.
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La Cueva de la Olla es en realidad la única a la que se tiene acceso; desde su interior se divisan la Cueva de la Laja y la Cueva del Rincón que son del mismo modo espectaculares.
Estos yacimientos arqueológicos de la cultura Casas Grandes son los mejor conservados de toda la región norte de Chihuahua. En esta zona hay también evidencias de las primeras aldeas agrícolas en los valles aledaños.
En la Cueva de la Olla la estructura más emblemática, que es de hecho la que le da su nombre, es una enorme olla que se trata en realidad de un cuexomate, o un granero de grandes dimensiones.
El conjunto tiene 7 habitaciones construidas dentro de la cueva; destacan las puertas en forma de “T” que son características de los Paquimé, cuyos muros son de adobe y cuyo exterior está recubierto con enjarres de arena, cal y conchas de ostión.
También se descubren fogones y sistemas de ventilación, escaleras y rampas, y sofisticados sistemas de retención de agua; es decir, un sistema de acequias que a través de terrazas y terraplenes almacenaba el agua de los ríos cercanos.
Los panoramas desde la Cueva de la Olla quitan el aliento: se divisa prácticamente todo el Valle de las Cuevas, y más allá otras cuevas en la roca, y finalmente, los páramos infinitos e incandescentes.
Con el viento que baja de la Sierra Madre Occidental vienen los rumores ancestrales de estos habitantes de las cuevas que domesticaron hace más de mil años estos parajes inclementes.
Cómo llegar
El sitio se encuentra a 67 kilómetros de Nuevo Casas Grandes, para llegar hay que tomar la carretera que va a la Colonia Juárez, siguiendo hasta el ejido Ignacio Zaragoza, desde ahí hay que recorrer 2 kilómetros por un buen camino de terracería hasta el Rancho Casa Blanca, y un kilómetro después se encuentra el yacimiento arqueológico.
Conjunto Huápoca
En el municipio de Madera, el Conjunto Huápoca forma parte de los más de 180 sitios arqueológicos de “Casas en Acantilado” de la Sierra Madre Occidental; desde luego, abiertos al público son muy pocos.
La zona del Conjunto Huápoca es sin la menor duda una de las más impresionantes en el mundo en lo que a viviendas troglodíticas se refiere.
Decenas de cavernas con yacimientos arqueológicos en el interior se van descubriendo conforme se avanza por las brechas que serpentean en la profundidad de los cañones; se calculan más de 150 sitios arqueológicos esparcidos entre estos imponentes acantilados.
Para estas visitas resulta muy recomendable contar con un guía certificado que puede contratarse en la ciudad de Madera, sobre todo para visitar puntualmente los sitios arqueológicos que sí son accesibles.
Cómo llegar
Está a poco menos de 40 kilómetros de la ciudad de Madera.
Cueva Grande
Justo en la entrada de la cueva existe una cascada que cae desde lo alto del acantilado para después fluir río abajo. En este magnífico lugar hay dos habitaciones de adobe y una zona de almacenamiento de grano justo a la entrada de la cueva.
Cómo llegar
Este yacimiento es de acceso relativamente sencillo, aunque se oculta entre los pliegues rocosos de un acantilado y su entrada es difícil de distinguir porqué está cubierta por las ramas de los árboles.
Cuarenta Casas
Frente al arroyo El Garabato se yergue imponente este conjunto de Cuarenta Casas; de hecho Cueva Grande es parte del conjunto; aunque está un poco retirada, pero también forma parte de Cuarenta Casas y son perfectamente alcanzables: la Cueva de las Ventanas y la Cueva El Garabato, en estas cavernas troglodítias destacan decenas de viviendas precolombinas en muy buen estado, y hay incluso petrograbados y pinturas rupestres.
En Cuarenta Casas también son abordables y espectaculares, por ejemplo: la Cueva de las Jarrillas con veinte recintos y un cuexomate; y la Cueva de la Momia, en la Barranca Arroyo del Venado, donde se encontró un cuerpo momificado y que cuenta en sus dos niveles con diez habitaciones.
De difícil acceso, es decir solo aptas para los amantes de los deportes extremos, están del mismo modo: la Cueva de los Fierros, con una decena de habitaciones y que se encuentra en la ladera de un cañón con una pared prácticamente vertical; y la Cueva de la Puerta con por lo menos una docena de habitaciones de adobe con todavía sus pértigas de madera en el techo.
En fin, está expedición por los vestigios troglodíticos de nuestro país es sin la menor duda un platillo suculento para los viajeros expertos, para aquellos que le rinden culto a las emociones intensas y extremas, si formas parte de ellos no dudes ni un instante en regalarte esta aventura inolvidable.
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