Los dioses del Mundo Maya
Basados en esculturas, relieves y códices de tradición prehispánica, nuestros expertos han diseñado una “nueva imagen” para diez de los principales dioses del panteón maya. ¡Descúbrela!
Chaac, dios maya de la lluvia
Para las civilizaciones antiguas la religión era una forma de relacionar a los hombres con el cosmos y mantener el equilibrio natural. Particularmente para la cultura maya, los dioses eran vistos como energías casi imperceptibles capaces de presentarse en la realidad terrenal en formas tan fantásticas como la imaginación lo permitía: humanoides, animales, plantas y la combinación de ellos. La imagen de muchos de los dioses mayas fue conocida por los antiguos mesoamericanos a través ritos y, a su vez, plasmada en ricas expresiones artísticas, primordialmente en la arquitectura, la pintura y la escultura.
Fue a partir de estas manifestaciones artísticas que hoy se tiene una imagen (aunque a veces no tan certera) de quienes eran aquellos seres habitantes del cielo, la tierra y el inframundo. Fueron templos en zonas arqueológicas, piezas en algunos de los museos más importantes de México y muestras del Códice Dresde, además de documentos y estudios, los que inspiraron estos “nuevos dioses” que nuestros expertos han diseñado.
1. Chaac
Es uno de los dioses más importantes y venerados en la Península deYucatán. Está relacionado con la lluvia, el relámpago y el agua en general. Se le representa con una larga nariz y colmillos encorvados hacia atrás que salen de su boca así como un tocado en su cabeza de telas y madera. En el arte maya, tanto en la escultura como en la arquitectura, se puede identificar a Chaac por estos atributos. Incluso en algunas zonas arqueológicas de la Península de Yucatán, como Kabah, se pueden encontrar estructuras bellamente decoradas con mascarones de este dios con su peculiar nariz y colmillos.
Hunab ku
Es el dios más importante del panteón maya. En él se conjugan las dualidades, es decir, los elementos opuestos como los masculinos y los femeninos por lo que tiene la capacidad de crear. Así dio origen al universo. Para los mayas es de Hunab Ku de quien procede todo. De él nacen todas las cosas y los seres vivos del universo y a él retornan. Es el todo y la nada a la vez. También era considerado el padre de todos los dioses.
Dentro de la cosmogonía antigua, Hunab Ku creó tres veces el mundo, siendo la tercera cuando dio vida a los propios mayas. Algunos autores aseveran que su nombre, Hunab Ku, significa “único dador”. De éste, los mayas no tenían representación alguna por creer en él como un dios incorpóreo.
Itzamná
También conocido como Itzamnaaj durante el período Clásico. Es el dios del Sol y la sabiduría, señor del cielo, el día y la noche; el que habita en el mundo celestial desde donde rige el cosmos. Algunos estudiosos creían que Itzamná era el dios supremo creador del universo. Hoy se sabe su importancia en el panteón maya como uno de los dioses creadores; sin embargo, no es el dios supremo a quien los mayas llamaban Hunab ku, sino su hijo.
A Itzamná se le representó de múltiples formas, principalmente como un anciano. No obstante, dada su facultad omnipresente se le figuraba en el arte maya en formas animales de acuerdo al plano donde se encontraba, es decir, como ave si estaba en un nivel celestial, o como un cocodrilo si era un plano terrestre (como en esta ilustración inspirada del Códice Dresde). Los antiguos mexicanos relacionaban la tierra con los reptiles debido a que la superficie, vista desde algún punto alto, en conjunto con la vegetación y diversas formaciones geológicas como las montañas, tienen gran parecido a la piel de un reptil, sobre todo la de los cocodrilos.
En el Pueblo Mágico de Izamal, Yucatán, se encuentran los restos del templo donde los mayas dedicaban ceremonias a Itzamná. De hecho, el nombre del poblado se deriva del apelativo de este dios.
Ixchel
Es la diosa de la Luna por lo que también la asociaban con diversos elementos como el agua y la fertilidad e incluso un conejo, además de ciertos oficios característicos del género femenino, algunos otros relacionados con la maternidad. Prueba de ello son las representaciones de esta diosa como esposa de Itzamná. Los mayas solían representarla como una mujer joven (como símbolo de la Luna creciente) o como una mujer de edad avanzada (como Luna menguante).
La forma más común de representar a Ixchel, además de la más sencilla para los arqueólogos de identificarla, es como una anciana vaciando un cántaro lleno de agua sobre la tierra o también como a una anciana tejiendo en un telar de cintura y portando en la cabeza un tocado con una serpiente.
En la Punta Sur de Isla Mujeres, Quintana Roo, se ubicaba un pequeño templo dedicado a esta diosa.
Kinich Ahau
Así era llamado el dios Sol del período Posclásico. Su nombre significa Señor de Ojo Solar por el particular tamaño de sus ojos, símbolo importante que lo representaba. Incluso se tenía la costumbre de causar estrabismo en los niños destinados al gobierno o el sacerdocio como insignia de su linaje y posición dentro de la sociedad maya.
Dentro del arte maya, a Kinich Ahau se le solía representar con orejas de jaguar, dientes afilados en forma de T, barba como símbolo de los rayos del Sol y los distintivos ojos grandes, casi cuadrados, por el estrabismo. Asimismo se le consideraba el dios del Sol descendiente (el atardecer), que baja al inframundo, por lo que se figuraba como un jaguar, señor del mundo subterráneo.
Kukulcán
Kukulcán es otro de los dioses más importantes del panteón maya por su condición de deidad creadora del universo. Está relacionado con el viento y la sabiduría; su nombre significa serpiente emplumada en maya. Es el equivalente al Quetzalcóatl de los aztecas, con sus largas e iridiscentes plumas de quetzal, y al Gucumatz de la cultura quiché. En el arte maya se han encontrado frecuentemente símbolos de pájaros-serpiente que podrían considerarse emblemáticos de esta deidad, vista también como un héroe que llegó desde lejos vistiendo atuendos extraños y con costumbres extranjeras. A él se le atribuye la invención y enseñanza de la escritura al pueblo maya.
De acuerdo a la mitología maya, es Kukulcán quien desciende cada equinoccio de primavera y otoño por la escalinata principal de El Castillo, construcción ubicada en la zona arqueológica de Chichén Itzá, Yucatán.
Pawahtún
Como el dios cargador del cosmos, los mayas representaban a Pawahtún como un solo individuo o como cuatro hombres que sostenían cada esquina del universo, aunque también se le puede encontrar cargando la bóveda celeste o la tierra con los brazos en alto. Su aspecto físico es de un anciano con un caparazón de tortuga en su espalda o, más comúnmente, emergiendo de una concha.
Yum kaax
Se trata del dios del maíz, una deidad vegetal masculina a cuyo cargo estaba la agricultura, la abundancia de la vida y la prosperidad. Se le representaba como un hombre joven y bien parecido en cuya cabeza es muy distintivo el tocado en forma de mazorca o planta de maíz, las hojas curvas y la mazorca desnuda, la mayoría de las veces sentado, sosteniendo un recipiente con tres mazorcas dentro. De acuerdo a los expertos, los mayas lo representaban con tonos azules y amarillos, empleados con frecuencia en la cabeza y cuerpo del dios, sobre todo el azul, color que representaba a los vegetales en general.
Yum kimil
Es el dios de la muerte y su nombre significa literalmente Señor de los Muertos. Habita en Xibalbá, el inframundo, acompañado de otras deidades relacionadas con la muerte, la fecundidad y la germinación.
En los códices mayas se le veía como un cuerpo humano esquelético, con signos de putrefacción, aromas nauseabundos que brotaban por sus orificios y mostraba ciertas zonas descarnadas. La cuerda es uno de los elementos que acompañan a Yum Kimil; es uno de los atributos que representan la facultad del dios para quitar la vida. Aunque en menor medida, se han encontrado representaciones del dios de la muerte acompañado por una lechuza, animal que es signo de mal agüero, asociado con este dios por sus hábitos nocturnos.
Xtabay
También es conocida por el nombre de Ix tab, la cónyuge de Yum Kimil, el Señor de los Muertos. Se trata de la señora de la cuerda, patrona de los suicidas, particularmente de los que se ahorcan. Es una diosa ambivalente que puede llegar a ser benefactora pero también enganchadora. Se le considera una deidad de los pecados carnales y suele aparecerse a los hombres, seducirlos y volverlos locos. Sin embargo, es también la diosa bondadosa que recibe en el paraíso a las almas de aquellos que se cuelgan o suicidan; para los mayas el suicidio era una forma honorable de morir.
En el Códice Dresde, Xtabay es representada con una cuerda que cuelga del cielo y le rodea el cuello; sus ojos están cerrados en señal de que está muerta.
Chaac, dios maya de la lluvia
Para las civilizaciones antiguas la religión era una forma de relacionar a los hombres con el cosmos y mantener el equilibrio natural. Particularmente para la cultura maya, los dioses eran vistos como energías casi imperceptibles capaces de presentarse en la realidad terrenal en formas tan fantásticas como la imaginación lo permitía: humanoides, animales, plantas y la combinación de ellos. La imagen de muchos de los dioses mayas fue conocida por los antiguos mesoamericanos a través ritos y, a su vez, plasmada en ricas expresiones artísticas, primordialmente en la arquitectura, la pintura y la escultura.
Fue a partir de estas manifestaciones artísticas que hoy se tiene una imagen (aunque a veces no tan certera) de quienes eran aquellos seres habitantes del cielo, la tierra y el inframundo. Fueron templos en zonas arqueológicas, piezas en algunos de los museos más importantes de México y muestras del Códice Dresde, además de documentos y estudios, los que inspiraron estos “nuevos dioses” que nuestros expertos han diseñado.
1. Chaac
Es uno de los dioses más importantes y venerados en la Península deYucatán. Está relacionado con la lluvia, el relámpago y el agua en general. Se le representa con una larga nariz y colmillos encorvados hacia atrás que salen de su boca así como un tocado en su cabeza de telas y madera. En el arte maya, tanto en la escultura como en la arquitectura, se puede identificar a Chaac por estos atributos. Incluso en algunas zonas arqueológicas de la Península de Yucatán, como Kabah, se pueden encontrar estructuras bellamente decoradas con mascarones de este dios con su peculiar nariz y colmillos.