Tianguis orgánico El Huacalero

El Tianguis de Productos Naturales y Orgánicos El Huacalero nació en Tapachula, Chiapas, en octubre de 2007. Fue impulsado por un colectivo de académicos de ECOSUR y apoyado por el Centro de Bachillerato Tecnológico Agropecuario 60, la Universidad Nacional Autónoma de Chiapas y la Reserva de la Biosfera del Volcán Tacaná.

El tianguis reúne actualmente a más de 40 familias de productores provenientes principalmente de comunidades de la zona alta de los municipios de Cacahoatán y Tapachula. Aunque también llegan a ofrecer sus productos algunas familias guatemaltecas. Este espacio se establece enfrente de las instalaciones de ECOSUR Tapachula. En el tianguis se pueden adquirir alimentos típicos de la región preparados con productos locales, frutas y verduras, así como plantas de ornato, todo producido orgánicamente.

Historia del mercado orgánico

En la década de 1980 el mercado orgánico a nivel mundial comenzó a rápidamente. México ha sido parte importante de este proceso, principalmente como exportador de productos como el café. Gracias a esta importancia en el mercado mundial el sector orgánico se ha convertido en uno de los más dinámicos del sector agrícola. El consumo interno también ha crecido en la última década del siglo XX y lo que va del XXI.

Red Mexicana de Tianguis y Mercados Orgánicos

Probablemente el actor más importante en el ámbito orgánico local es la Red Mexicana de Tianguis y Mercados Orgánicos (REDAC), que inició su historia con cuatro mercados en el año 2004. Se trata de un grupo integrado por tianguis y mercados orgánicos locales y regionales con el apoyo de pequeños o medianos productores, consumidores y promotores.

Calidad de los alimentos

Se promueve y asesora la trazabilidad de los productos pues es uno de los elementos más importantes de esta red. La finalidad es garantizar el origen y la calidad orgánica de los productos que se ofrecen en cada tianguis y/o mercado. También existe un gran impulso en el desarrollo y adaptación de ecotecnologías alternativas que permiten la producción local de alimentos orgánicos, disminuyendo la dependencia de elementos externos al sistema natural.

Gracias a todos estos esfuerzos los consumidores llevan a su mesa productos 100% confiables sin pesticidas, agroquímicos o cualquier otra sustancia dañina para el ser humano.

Bienestar económico para los productores

Debido a las practicas comerciales comunes, muchos productores y campesinos tienen grandes dificultades para tener comida en su mesa, conseguir educación para sus hijos y contar con servicios de salud que aseguren la calidad de vida de su familia. Para muchos de ellos tener ingresos para comprar lo más básico no es nada fácil.

Gracias a esta red de comercio de productos orgánicos los campesinos pueden olvidarse de los intermediarios que ofrecen un pago miserable por grandes cantidades de producto. Ahora ellos mismos ponen el precio justo a su noble labor.Esto ha beneficiado a muchas familias y les ha permitido no sólo mejorar su calidad de vida, sino también valorar su trabajo y continuar con la herencia que el campo les ha dejado. 

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