Fotos de los altares monumentales de Huaquechula en Puebla

Nos encontrábamos de visita en la Ciudad de Puebla, y decidimos, además de ir a visitar los coloridos campos cempasúchil (te contamos nuestra experiencia aquí), dirigirnos al municipio de Huaquechula, donde nos habían contado que las familias honraban a sus difuntos con enormes altares que eran muy diferentes a lo que estábamos acostumbrados a ver; cuando los vimos quedamos sorprendidos.

Antes de comenzar a platicarles estos altares, cabe la pena especificar en dónde queda Huaquechula. Esta población se ubica entre las estribaciones de la Sierra Mixteca y el volcán Popocatépetl, a 56km al sureste de la Ciudad de Puebla.

Día de Muertos en Huaquechula

Ahora sí, comencemos. El mejor momento para visitar estos altares el el 1 y 2 de noviembre, fechas que, como ya es costumbre, se alzan en las casas altares ofrecidos a sus difuntos.

Los hogares que abren sus puertas a los parientes y visitantes, y que por tradición, montan estos altares, son de aquellas familias que perdieron a algún familiar en el último año. Para fortuna de los habitantes de Huaquechula, nos contaron que este 2019 ningún niño falleció en esta comunidad.

Lo que dicta la tradición

Maribel, anfitriona turística de la comunidad, nos llevó a algunas a visitar algunos de estos altares. En el camino nos contó que cuando una persona va de visita con la intención de mostrar respeto a la familia doliente, la tradición dicta llevar una cera (vela) y al llegar se tiene que decir: “Buenas tarde. Traigo una lucecita para el ánima bendita”. La persona en la puerta contesta: “Muchas gracias, que las ánimas benditas rueguen por ti”. A lo que uno debe responder: “Que rueguen por todos”.

Los visitantes y turistas pueden llevar la cera o contribuir con un donativo, pues los gastos para la elaboración de estos altares son muy elevados. En Huaquechula se dice que “es más caro morir que nacer“, pues según la economía van desde los 15 a los 30 mil pesos e incluso más, dependiendo el detalle y la complejidad del altar. Pues lleva madera, tela de satín. Además, a los visitantes se les comparte mole, tamales, atole u otro platillo tradicional de la región.

Simbolismos

Estas ofrendas mortuorias se distinguen “por ir de piso a techo y de lateral a lateral, cubriendo toda la pared del lugar donde se instalan. Además, representan el dolor y la ausencia del difuntos”, nos explicó Carlos Ismael Ponce, director de turismo de Huaquechula.

Estos altares tienen elementos prehispánicos como el barro, el cempasúchil y el copal, así como la quema de inciensos para elevar las plegarias.

Primer nivel

Maribel nos explicó que el primer nivel significa lo terrenal. “En esta parte se encuentra algunas cosas que consumía el difunto y algunos de sus gustos”. También encontramos otros elementos como las hojaldres de ajonjolí que significan el cráneo del difunto con larvas a su alrededor. En cambio, el pan con azúcar refiere al texto bíblico que reza: “polvo eres y en polvo te convertirás”.

Uno de los elementos que más nos llamó la atención fue ver el retrato del difunto reflejado en un espejo. Maribel nos dijo que en Huaquechula están consientes de que cuando una personas se muere, nunca va a regresar al plano material, para ellos, “el reflejo del retrato representa ese concepto de “intangible”, de separación; ya no está su cuerpo, pero viene su espíritu”.

Segundo nivel

El segundo nivel representa lo terrenal y lo divino. Aquí por lo general se encuentran figuras de ángeles llorando, mejor conocidos como “lloroncitos” , que representan el dolor de haber perdido al ser querido.

En el segundo nivel generalmente se aprecian elementos católicos como ángeles y santos. Marible nos dice que a su comunidad le preocupa el eterno descanso del alma. De hecho, se tiene como costumbre que cuando se muere un familiar, se le reza cada mes con el fin de buscar la redención.

Tercer nivel

“En el tercer nivel se representa lo divino, donde todo queremos llegar”, dice Maribel. “Es común encontrar un crucifijo y ángeles, que van a ayudar a que esa persona llegue a su destino y la van a cuidar contra todo”. En este nivel se acostumbra poner imágenes de santos, en caso de que el difunto fuera devoto de alguno.

Patrimonio Cultural

En 1997, bajo la administración de la entonces presidenta municipal María Isabel Merlo Talavera se logra que los altares de Huaquechula sean denominados como Patrimonio Cultural del Estado de Puebla.

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