Las ceras del tiempo, una celebración de Semana Santa en Zozocolco
Las ceras se preparan para las fiestas de Semana Santa cada una tiene un significado oculto, la pureza y el luto se expresan a través de estas piezas.
Don Joaquín Olivares Cárcamo es el Mayordomo de La Cera, una celebración que se realiza durante la Semana Santa en Zozocolco de Hidalgo, municipio enclavado en la sierra norte del Totonacapan.
La del año pasado fue la segunda mayordomía de Joaquín para esta Cera. La Cera, es una Celebración que se entrega de persona a persona: El mayordomo actual solicita a un vecino del pueblo que sea el que reciba la Cera para continuar con la tradición, tal acto lo vuelve de inmediato su compadre, y como buenos veracruzanos y compadres, este trato se cierra con una fiesta.
Para la realización de las Ceras no existen talleres, existen maestros artesanos como el Sr. Pedro, que saben de este oficio desde hace varias generaciones y aunque de manera habitual su trabajo esta en el campo, para las festividades son ellos los que hacen esta labor.
Las mayordomías que soliciten el apoyo de los Maestros Cereros, (el cual cabe señalar que no es pagado, es meramente un acto de fe) tienen que tener un espacio designado para ellos además de encargarse de su alimentación ya que pasan cerca de 12 horas diarias, trabajando durante 5 días para poder terminar la encomienda a tiempo para esta festividad.
Volviendo con el tema del “no pago” por los servicios, en palabras del Sr Joaquín Olivares, “No hay dinero que alcance para pagar a los maestros cereros, ellos hacen esta labor desde la fe, y eso no se puede pagar”.
La tradición de la Cera para la Semana Santa debe de tener unos 20 años , probablemente no es la más antigua de Zozocolco, como lo es la fiesta de San Miguel Arcángel, donde se entregan 4 ceras o la Navidad que consta de 30 posadas. Estas últimas se celebran desde hace más de 4 generaciones.
Además de los simbolismos generales de esta Cera hay que señalar que hay pequeños significados ocultos dentro de esta celebración. Poniendo un par de ejemplos, los ceras que acompañarán a la procesión están vestidas de colores verde, morado y plateado, representando la vida, el luto y la pureza, respectivamente. Así mismo el Cirio Pascual que se entrega en la iglesia de San Miguel Arcángel está perforado con 5 clavos de copal, cada clavo representa las heridas de Jesús, dos para las manos, una para los pies, una en la cabeza y otra en el centro de la cruz.
Existe todo un ritual para entregar la cera, primero se invita a un nuevo mayordomo, que al aceptar cerrará el trato en una fiesta. Una vez obtenido dicho compromiso de hacer una nueva familia con el mayordomo anterior, el cual conlleva las obligaciones habituales de un compadre sumadas a que hay que apoyar a las familias en las épocas de mayordomía, hay que esperar a que estas ceras se quemen el Sábado de Gloria y estas velas ser retiran de la iglesia el día Domingo de Pascua y se llevan a la casa del nuevo mayordomo.
Aquí comienza formalmente la entrega al Nuevo Mayordomo. Este mayordomo tiene la obligación de poner una fecha para desbaratar la cera, guardarla en un petate y posteriormente en la siguiente cuaresma derretir las velas para comenzar de nuevo el proceso, y así poder continuar con la tradición.
Algunas de las ceras de los cirios largos que vemos en estas imágenes están realizadas con una cera madre que puede tener cerca de 10 años reinventándose, pasando de mano en mano haciendo una metáfora de la permanencia de los objetos, del tiempo y el deseo de pasar de generación en generación una tradición, que esperamos se mantenga viva por muchos años más.