Las toluncas o maíz palomero toluqueño, una de las razas más antiguas de México
Aprovechadas de muchas maneras por nuestros antepasados mesoamericanos, hoy, las mazorcas toluncas se encuentran en peligro de extinción
Olvídate de la rutina y escápate:
Exclusivo viaje en globo aerostático por Teotihuacan
Por muchas razones, México es considerado la tierra del maíz ya que aquí se concentra la mayor diversidad de este grano en el mundo, con más de 59 razas nativas. Entre estas mencionaremos una poco conocida, pero de las más antiguas de América: las toluncas o maíz palomero toluqueño (Zea mays everta).
Características de las toluncas
Es fácil reconocer esta variedad pues sus mazorcas son pequeñas (caben en una mano); tienen numerosas hileras y el grano es translúcido, casi como una perla; además su sabor es suave y dulzón. Igualmente, se llama palomero porque su grano es ideal para elaborar palomitas.
Asimismo, debido a que es una raza muy antigua, es resistente al frío, a las sequías y a las plagas; de ahí que continúa cultivándose en pequeña escala por comunidades otomíes en el Valle de Toluca, Estado de México; y en Michoacán, por los mazahuas.
Breve historia de este maíz ancestral
Registros documentales del siglo XVI nos han permitido conocer cómo aprovechaban este grano nuestros antepasados mexicas, matlatzincas, otomíes, tlahuicas, mazahuas y otros. De acuerdo con Fray Bernardino de Sahagún, se preparaba como momochtli o flores blancas (palomitas).
Y justo la característica de reventar del grano le dio un papel relevante en el culto a distintas deidades prehispánicas, como a Opochtli y Tláloc. Sin embargo, ni antes ni ahora este maíz ha sido apto para preparar tortillas pues éstas se ponen duras y quebradizas.
El uso del maíz, sustento del mundo mesoamericano
Más tarde, a partir de la época novohispana y hasta el siglo XX, el grano se ha usado, primero, como alimento de aves y ganado; y segundo, en la industria, para obtener aceite y jabón.
Las toluncas en la actualidad
Según Fundación Tortilla, una asociación que promueve el consumo del maíz en nuestro país, solo unas 100 familias indígenas otomíes continúan cultivando este maíz ancestral, principalmente para dar de comer a sus aves domésticas; actividad que probablemente lo ha salvado de la extinción.
De igual forma, por su resistencia, la variedad se ocupa en la llamada resiembra, es decir, para cubrir los espacios donde las semillas sembradas no nacieron por diversas causas ambientales o plagas.
Finalmente, como en la época prehispánica, las palomitas de este maíz siguen usándose como elemento de ofrendas en ceremonias y fiestas religiosas de otomíes y mazahuas.
Sigue leyendo: Las 64 razas de maíz en México
Con información del trabajo “Geografía e historia cultural del maíz palomero toluqueño (Zea mays everta)” escrito por Tonatiuh Romero Contreras, Luis González Díaz y Gabriel Reyes Reyes.
¿Quieres escaparte a Estado de México? Descubre y planea aquí una experiencia inolvidable