Mexcaltitán, un viaje en el tiempo en Nayarit
En un islote en medio de una laguna, ahí se formó Mexcaltitlán, destino de singular belleza. ¡Atrévete a descubrirlo en la región occidente del país!
La palabra Mexcaltitán significa en náhualt “en la casa de los mexicanos o de la luna” y así se identifica a esta pequeña isla oval, que se alza en la laguna del mismo nombre, donde parece que el tiempo detuvo su paso.
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La isla de Mexcaltitán, que es un pueblo lleno de magia, tiene un perímetro de mil metros y un diámetro de 400 metros de largo de norte a sur y 350 metros de ancho de este a oeste. Las calles Hidalgo y Juárez cruzan las de Morelos y Porfirio Díaz, en tanto la de Iturbide culmina en el centro de la población, mientras Venecia –de simpático nombre entre tantos próceres nacionales- funge como vía de circunvalación Son éstas las calles de la isla que no obstante su escasa dimensión ocupa una importante posición entre las poblaciones dignas de conocerse en el país.
Dichas calles tienen altas aceras que a menudo sirven como canales durante las subidas del nivel de las aguas, por lo que algunos llaman a Mexcaltitán “la Venecia mexicana”. Por otra parte, sus casas han soportado la fuerza de la naturaleza en no pocas ocasiones, y a pesar de todo se preserva su apariencia tradicional, muchas con paredes de mangle cubiertas de lodo y techos de madera y tejas. Otras son más resistentes, pero con ese toque antiguo, tan peculiar del lugar.
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Exuberancia natural
El asentamiento actual se hizo aprovechando uno de los muchos islotes de la zona integrada por el río San Pedro, que durante las lluvias inunda partes del litoral. Así, el suelo muestra una notoria concentración de sales no aptas para la agricultura y el clima promedio es cálido sub-húmedo, con aguaceros en el verano.
Dadas estas circunstancias, en la región no abundan los sembradíos, pero por la cercanía del Pacífico la cocina tradicional está basada en los productos del mar, por lo que el visitante podrá degustar de platillos típicos, como las deliciosas albóndigas de camarón barbón, los ostiones en su concha, los tamales de camarón, la lisa a la parrilla o el legendario taxtihilli, preparados con recetas indígenas. Por supuesto, no faltan las ricas tortillas recién hechas o los tacos de diversas carnes, ya sean de cerdo, de res o de ave, los chiles y quesos para acompañar, pues en la zona siempre se encuentran restaurantes sencillos, pero con una gastronomía de primera.
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La leyenda de Aztlán
Cuentan que antaño Mexcaltitán fue la mitológica Aztlán, cuna de la civilización azteca y que en este sitio vivía un sacerdote que en una visión divisó un águila en un cáctus comiendo una serpiente, lo cual interpretó como la orden para que los aztecas se dirigieran al sur para fundar Tenochtitlán.
Al margen de la historia, la isla y sus alrededores tienen un singular encanto, con la tranquila laguna y los múltiples manglares por donde es posible pasear, practicar la pesca o simplemente dejarse capturar por la belleza de su flora y fauna.
Así mismo, llama la atención cómo a pesar del tamaño de la isla cuenta con un interesante templo, del Señor de la Ascensión. Edificado en el siglo XIX muestra una fachada con una portada de dos cuerpos y un remate, así como una torre de tres niveles. El primer cuerpo está compuesto de un pórtico sobre columnas de capitel toscano y un acceso con arco de medio punto sobre pilastras y nichos a los costados. El segundo nivel tiene un balcón circundado por barandal de hierro forjado con los mismos elementos arquitectónicos del primer nivel.
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Digno de una visita es el Museo El Origen, con una sala de arqueología local y otra dedicada a la exhibición de objetos pertenecientes a diversas culturas mesoamericanas, en especial la mexica. Saliendo de este recinto, le recomendamos ir a la Casa de la Cultura “Luis Castillo de Ledón” donde verá un interesante mural creado entre 1990 y 1992 por el maestro José Luis Soto con materiales cerámicos industriales, en combinación con otros propios de la costa nayarita como conchas de mar, obsidiana, piedra laja, vidrio, mosaico, además de talavera y mármol de varios colores.
Y si quiere disfrutar al máximo de la magia de Mexcaltitán le sugerimos volver en la última semana de junio, cuando cada año se organiza la Fiesta de los santos patronos San Pedro y San Pablo, en plena celebración de la Zafra del Camarón, durante la cual dos equipos rivales realizan una gran regata con barcas en las que llevan las imágenes de los santos, remando con gran esfuerzo, como tributo para asegurar una buena pesca en la siguiente temporada. Entonces, la isla se colma de más colorido y la fiesta no cesa un segundo para goce de sus pobladores y de los turistas.
Cómo llegar
Saliendo de Tepic, capital de Nayarit, tome la carretera núm. 15 hacia el norte. Antes de Jalcocotán puede desviarse a la derecha para tomar un camino secundario también al norte, o si desea seguir por la autopista, hasta Punta El Caballo. De ahí continúe hasta el entronque próximo a San Blas y dando vuelta a la derecha siga rumbo a Santiago Ixcuintla retomando la carretera núm. 15. Luego de pasar El Carrizo debe tomar a la derecha hacia el embarcadero La Batanga para abordar ahí una lancha que lo cruce a la isla de Mexcaltitán.
-Desde Tepic, el recorrido por carretera en total durará aproximadamente un par de horas.
–Mexcaltitán se localiza sobre la planicie costera del océano Pacífico y forma parte del municipio de Santiago Ixcuintla..
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