Catarino Erasmo Garza, ya tiene su propio monumento en Matamoros, Tamaulipas
Inauguran el Monumento a Catarino Erasmo Garza en Matamoros: un homenaje al revolucionario cuyo legado revive como símbolo de resistencia.
El legado de Catarino Erasmo Garza Rodríguez, un revolucionario tamaulipeco cuyo nombre resuena en la historia de México, cobra vida nuevamente con un monumento erigido en su honor en Matamoros.
La estatua de Erasmo Garza se develó recientemente y se encuentra frente al Puente Nuevo Internacional de la ciudad tamaulipeca. El nuevo monumento pretende ser un nuevo símbolo de la Revolución Mexicana.
La misión para recuperar los restos de Catarino Garza fue una tarea titánica. Durante tres años, el gobierno mexicano, en colaboración con Panamá, buscó incansablemente un fragmento de su cúbito derecho. Tras un tiempo, se identificó un hueso de 12 centímetros, del cual solo 5 cm se conservaron después de los análisis de ADN. Este fragmento se colocó dentro del monumento a Erasmo Garza, en Matamoros.
¿Quién fue Catarino Erasmo Garza?
Catarino Erasmo Garza nació en Matamoros, Tamaulipas, el 24 de noviembre de 1859. Sirvió en la Guardia Nacional y, posteriormente, se mudó a Estados Unidos, donde se casó con Carolina Connor. Vivió en varias ciudades fronterizas y conoció en carne propia las repercusiones de la pérdida de la mitad del territorio mexicano, sin embargo, centró sus criticas en el gobierno de Porfirio Díaz.
Inicialmente el periodismo fue la primera herramienta de Catarino Erasmo Garza contra el gobierno de Díaz. Para ello, en 1887 fundó el periódico El Libre Pensador en Texas, cuyo objetivo era dar a conocer la actitud represora del presidente Díaz y de sus gobernadores.
Como era común en aquella época, el periódico fue censurado. Las imprentas se confiscaron Garza fue detenido y cumplió un mes de condena. Sin embargo, a finales de 1887 obtuvo la libertad , se restableció en Corpus Christi y reanudó su labor periodística, denunciando el maltrato y la discriminación de los rangers de Texas a los mexicanos.
En 1888 nuevamente se le detuvo y se le acusó por difamación por documentar el asesinato de Abraham Reséndez a manos del Ranger Victor Sebree. Con el objetivo de asesinarlo, Sebree disparó a Garza y lo dejó herido. Inmediatamente la noticia se corrió y un gran motín estalló en la ciudad de Río Grande. A partir de ese episodio Catarino empezó a escribir La lógica de los hechos, un libro sobre el trato discriminatorio y la violencia contra los mexicanos en Estados Unidos.
Lucha contra Porfirio Díaz
Erasmo Catarnio Garza, liberal y masón, no sólo era un hombre de ideas. En 1891, decidido a instaurar en México un gobierno democrático y de derechos, inició una revuelta reclutando personas de clase media y baja. Parte del financiamiento lo realizó su suegro, así como familias angloamericanas que se había unido políticamente con mexicanos.
“El último de los periodistas independientes, el más humilde de todos, abandona hoy la pluma por la espada en defensa de los derechos del pueblo”, escribió Garza antes de iniciar su larga gesta heroica. Para identificarse, los usaron un sombrero con el lema «libres fronterizos». La respuesta del gobierno estadounidense fue brutal y se realizaron saqueos, detenciones y cateos en haciendas.
Como consecuencia, Garza se exilió en México, donde también sufrió una persecución por el régimen. Debido a ello, escapó disfrazado a Costa Rica, país que entonces se había convertido en un fuerte bastión de los liberales en América Latina y desde donde se coordinaba, principalmente, la independencia de Cuba de España y la lucha liberal en Colombia.
Muerte de Catarino Erasmo Garza en Costa Rica y Panamá
Catarino Erasmo Garza, un héroe tanto de México como de toda América Latina, murió asesinado el 08 de marzo de 1895 mientras intentaba liberar prisioneros en Bocas del Toro, Panamá, en ese entonces Colombia.
Panamá se separó de Colombia en 1903, en gran medida como una consecuencia del fracaso de aquella revolución en la que participó Garza y que generó la Guerra de los mil días. Sin embargo, el episodio de guerra civil en el que participó Catarino acabó el 15 de marzo de 1895, siete días después de su muerte. El fracaso de los liberales frente al Partido Nacional y su ideología conservadora La Regeneración fue brutal. Se calcula que murieron cerca de mil liberales.
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