3 playas del Pacífico para volver siempre

Los atardeceres en la playa bajo una enramada son como una postal, lo que los vuelve distintos es pasarlos entre amigos. Nací durante las vacaciones de verano; de niña, mis fiestas de cumpleaños eran solitarias porque todo mundo salía.

Ahora eso ha cambiado, cada vuelta al sol la celebro con mis amigos en alguna playa del Pacífico. Es difícil elegir, pero hay tres siempre listas para recibirnos.

Acapulco

Desde Barra Vieja hasta Pie de la Cuesta, pasando por La Condesa y Caletilla, recuerdo todas las playas acapulqueñas con una especie de filtro dorado, como de foto Polaroid. Quizá se debe a que la arquitectura cincuentera todavía brilla en sus clásicos hoteles y casas modernistas. Ese estilo me hacía soñar con el futuro, pero no lo asociaba con la vacación tropical.

Hoy reconozco su valor. Lo que más aprecio de Acapulco es que siempre está disponible. Aun en los días más socorridos del verano se puede armar un plan espontáneo, un típico “acapulcazo”, y encontrar hospedaje en algún lugar viejo o nuevo, aquí o allá.

Si quieres planear tu escapada a Acapulco dale clic aquí.

Riviera Nayarit

Me enamoré de estas playas hace casi veinte años, cuando Punta Mita todavía era de libre acceso. Íbamos mi mejor amiga, su novio, mi novio y yo. Nadie más, sin hoteles ni palapas, solo unas casitas allá, lejos.

Amarramos los pareos a unos troncos que había arrojado el mar e improvisamos una sombra. Nos quedamos ahí, durmiendo, filosofando y riéndonos de la vida hasta que se puso el sol. Entonces no necesitábamos nada más. Ahora hemos cambiado, por supuesto, igual que las playas.

Aunque ya no queremos lo mismo, siempre que necesitamos ese espacio de conexión, lo encontramos cerca de San Pancho, donde aún quedan algunos refugios para escaparse al atardecer y reconectarse, sin interferencias, con los amigos del alma.

Si quieres planear tu escapada a Riviera Nayarit dale clic aquí.

Puerto Escondido y sus alrededores

Sus olas, sus cielos inmensos, su cultura surf. Si hubiera descubierto estas playas en la adolescencia, creo que no habría vuelto a la escuela. Fui por primera vez con mis amigas hace tres veranos. En San Agustinillo, casi perdimos a dos de ellas entre los abrazos de unos surfistas alemanes.

En Zipolite, otra encontró la cura para su amor propio al notar que todos los cuerpos son bellos cuando están desnudos bajo el sol. Yo hallé en Mazunte el paraíso de la comida hecha con amor.

Si quieres planear tu escapada a Puerto Escondido dale clic aquí.

Cada mañana llegan productos de la montaña y de los valles, se ha mezclado la cocina europea con la oaxaqueña. Y cuando crees que no se puede pedir más, subes a Punta Cometa a escuchar los grillos cantarle a las estrella: el cumpleaños perfecto.

Imprescindibles

Mazunte
-Tumbarse en la arena
-Pedir unas tostadas de atún sellado
-Escuchar a los músicos tocar los los tambores

Punta Cometa
-Comtemplar las estrellas mientras el mar bufa entre las piedras.

¿Quieres visitar estas playas?

Consulta los paquetes y promociones de Mi Escape.
¡Viaja y descubre México!
www.miescape.mx

Luza Alvarado