¿Por qué viajar puede ser tan adictivo?
Te decimos las razones por las cuales viajar puede ser una actividad sumamente adictiva… Y tú, ¿eres adicto a viajar?
Me gustaría emplear toda mi vida en viajar,
si alguien me pudiera prestar una
segunda vida para pasarla en casa.
– William Hazlitt, escritor inglés.
¡Aceptémoslo! Viajar puede ser una actividad muy adictiva. La buena noticia es que a diferencia de otras adicciones, salir de viaje por el mundo –o por México- puede resultar muy benéfico para tu vida.
Existen algunos estudios que han demostrado que viajar es bueno para el ser humano a nivel físico y emocional (aquí te contamos razones científicas al respecto) y es que cuando vemos un paisaje hermoso, o incluso cuando reservamos un boleto de avión, nuestro cerebro produce dopamina, una hormona responsable del placer y la motivación. Es por eso que cuando salimos de paseo nos sentimos satisfechos y felices, y no es de sorprenderse que queramos volver a repetir la experiencia una y otra vez.
Seguramente conoces a alguien –o eres tú mismo- quien viaja todo el tiempo y siempre tiene una anécdota de viaje que relatar o constantemente está subiendo fotos a Instagram u otras redes sociales de sus paseos. Estas personas generalmente se consideran “adictos a los viajes” , pues aprovechan cualquier oportunidad que tienen para salir fuera de la ciudad y descubrir lugares desconocidos. Pero, ¿sabes qué es lo que realmente los motiva a viajar?
¿Por qué viajar puede ser tan adictivo?
Sales de la rutina
Para muchas personas, la vida rutinaria puede ser la razón por la que se sientan deprimidos, cansados o desmotivados, por eso un viaje o incluso una escapada corta que te permita ver otras paisajes puede ser el remedio perfecto para romper la monotonía.
Vives la historia
Viajar no solo significa conocer un nuevo lugar, sino también el pasado de ese destino. Convertirse en testigo de la historia de una ciudad o poblado puede ser razón suficiente para querer seguir descubriendo más y más. México, por ejemplo, es uno de los países con una rica y basta historia, es por eso que viajar a lo largo del país se puede volver toda una adicción; aquí jamás terminas de conocer y reconocer su pasado.
Te reinventas a ti mismo
En ocasiones llegamos a ser tímidos o serios, pero cuando salimos de viaje –sobre todo cuando lo hacemos solos- podemos conocer nuevas facetas de nosotros mismos. En los viajes nos convertimos en aventureros, en fotógrafos, en historiadores en expedicionarios; todo es posible cuando viajamos.
Expandes tus horizontes
No tienes que cruzar mares o viajar a otro continente para expandir tus horizontes. Viajar a un destino, por más cercano que este sea, te permite conocer nuevos lugares, tradiciones y costumbres, y eso siempre enriquecerá tu vida y hará que veas al mundo con nuevos ojos.
Descubres nuevos sabores
Así como viajar te permite conocer nuevas costumbres, tradiciones y formas de pensar, también te da la oportunidad de explorar la gastronomía de la zona y descubrir nuevos sabores que jamás habías imaginado probar. Descubrir los sabores y platillos típicos de un destino puede convertir en un verdadero adicto a aquellos viajeros de “buen diente”.
Signos de que eres un adicto a los viajes
Ahora que conoces las razones que motivan a una persona a viajar, existen algunas actitudes que demuestran que una persona es «adicta» –o al menos muy apasionada- a viajar. Estas son algunas señales, ¿con cuáles te identificas?
- Gastas cada centavo o inviertes tu quincena en viajar, boletos de avión o tours cortos.
- Tan pronto como llegas a tu casa de un viaje, abres la computadora y empiezas a planear tu siguiente escapada.
- Tus redes sociales están llenas de fotografías de viajes.
- Conoces México y sus capitales muy bien.
- Identificas perfectamente las temporadas altas y bajas.
- Tu maleta de viaje a la mano y no escondida en las profundidades de tu armario.
- Tus amigos y gente que te rodea siempre te pide consejos y recomendaciones de destinos o tips de viaje.
- Eres experto leyendo mapas y tu teléfono móvil tiene las mejores apps de viaje.
Y tú, ¿eres un adicto a viajar?