Caminos para vivir la magia en tierra Maya (Parte I) - México Desconocido
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Caminos para vivir la magia en tierra Maya (Parte I)

Quintana Roo
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Este es un viaje memorable para quienes aman las historias de purificaciones, magia, bendiciones y amuletos.

Heredero de una gran cultura milenaria, el pueblo maya no olvida sus ancestrales costumbres, la adoración de sus dioses, ni los ritos y ceremonias que podemos vivir de cerca en su territorio.

La magia del pueblo antiguo maya se puede englobar en un puñado de deseos, esperanzas, ambiciones y dificultades; según lo cuenta el antropólogo R. R. Ayala, hay varios tipos dependiendo de lo que se quiera conseguir.

Nosotros elegimos Quintana Roo para descubrir si la magia seguía vigente y si podíamos lograr abrir nuestros corazones y oídos a los murmullos del mar y de la selva… La sorpresa fue que la encontramos en expresiones artísticas con diversas herramientas, tan ancestrales como los caracoles y tan actuales como los escenarios virtuales. Aquí están los siete caminos que recorrimos experimentando la magia.

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Música como sanación en Dos Palmas

Siguiendo la carretera federal 307, al sur de Playa del Carmen, se llega a una pequeña comunidad que tiene como centro de energía un bello cenote: Dos Palmas. Es costumbre recibir a los visitantes en el Círculo de Caracoles.

Alfredo Martínez

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La música siempre ha sido un elemento fundamental en los rituales y ceremonias. El Instituto de Investigaciones Antropológicas de la UNAM nos recuerda que los caracoles marinos (con el vértice cortado a manera de boquilla) pertenecen a los aerófonos junto con los silbatos, ocarinas (flautas globulares), flautas y trompetas de madera (sacabuches).

David Paniagua

“Las trompetitas mayas”, como se les llama, se van consiguiendo poco a poco en el mar o enterradas en la arena hasta llegar a los centros ceremoniales mayas. Antes, el copal los purifica y se pasan por el fuego en forma de cruz.

Se hacen sonar para pedir permiso a los dioses y a los cuatro elementos (en dirección de los puntos cardinales). Es muy importante que cada visitante lo haga y después de que aprendimos (que no es tan sencillo), nos esperaba Fredy, el chamán de Dos Palmas, quien nos prepararía para ingresar a la Madre Tierra, el viaje que se hace a través del ritual del temascal.

Ruda, albahaca, romero, manzanilla, hojas de naranjo y limón en infusión se derraman en las piedras volcánicas calientes para sanar nuestro cuerpo y espíritu, pero es bien cierto que lo que más me sanó fue el sonar de aquellos caracoles, todos diferentes, sonido donde se hace uno el aire y el mar.

Purificación y petición de lluvia en Tihosuco

Con los ojos cargados de ensoñaciones nos fuimos a buscar más testimonios. Es bien sabido que los hombres y mujeres sencillos de corazón son los que recuperan la memoria de los ancestros, de los muertos que han dejado su legado a manera de moralejas para hacernos la vida por la Tierra más transitable.

En Tihosuco nos encontramos con Carlos Chan. Después de una sencilla ceremonia de bienvenida con copal y atole de maíz para compartir por parte del chamán don Teófilo, Carlos nos habló del tunkul (teponastle en otras partes del país), un instrumento que fue dado a la comunidad por un sacerdote. Tiene tallado el glifo maya del cargador del tiempo.

David Paniagua

En la época de la Colonia fue estrictamente prohibido su uso, inclusive muchos fueron quemados. Este se toca para agradecer a los dioses la vida y el alimento, la lluvia y las cosechas, pero sobre todo para lograr la purificación y esperar el Año Nuevo maya.

Su sonido es muy orgánico, como latidos del corazón. Lo tocó no sé cuánto, todos nos quedamos atrapados en el tiempo… y nos dimos cuenta de que la magia se hizo presente… el calor había bajado, y afuera, llovía…

El tiempo y la sabiduría maya

Nuestros antepasados dividieron el tiempo con 20 descripciones del día cuyo nombre resulta verdaderamente lógico. Cuando se refieren a las horas, en maya dicen: “cantan los gallos…”, “sale el sol…”, “subiendo el sol…”, “calentando el sol…” (como a las 10), “estoy pisando mi sombra…” (refiriéndose a las 12). Es por eso que esta lengua es poesía pura, siempre en contacto con la naturaleza.

autor Viajera con un amor infinito por México. Lo lleva, literalmente, tatuado en la piel.
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