Tamales de Judas se preparan «colgados» y se comen fríos
De maíz rojo, azul o negro, con carne de cerdo o sin ella, los tamales de Judas son un platillo tradicional del Estado de México. ¿Ya los probaste?
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Los tamales son un platillo de origen prehispánico que se servía en importantes festividades de los pueblos mesoamericanos. De hecho, su nombre proviene del vocablo náhuatl tamalli, que significa forma envuelta; y de acuerdo con el Gobierno de México, en nuestro país existen unas 500 recetas del platillo y más de tres mil variaciones de éstas, entre las que destacan, por la originalidad de sus ingredientes, los tamales de Judas.
Y si bien el origen del tamal es precolombino, el platillo ha ido cambiando con el tiempo y hoy los saboreamos con ingredientes traídos de Europa por los españoles, como la manteca y la carne de cerdo.
Tamales de Judas, de Teotihuacán para México
Este platillo es típico de la zona de Teotihuacán, en el Estado de México, en especial de San Martín de las Pirámides. El por qué de su nombre tiene varias razones: la primera, que es un antojo de temporada, preparado solo durante la Semana Santa.
También se dice que el peculiar color de la masa ya cocida recuerda la túnica que usaba Judas Iscareote (aquel que traicionó a Jesucristo) y por último, como los tamales se cuelgan en pares sobre un mecate para mantenerlos frescos, evocan el desesperado final del apóstol, quien terminó ahorcado en un árbol.
Receta de este platillo
Parece que la receta original de los tamales de Judas incluía maíz rojo, conocido como Xitocle. Sin embargo, esta variedad cada vez es más difícil de encontrar; de ahí que ha sido sustituida por maíz azul o negro.
Igualmente, hay quienes lo preparan como un tamal dulce, una mezcla de maíz con alverjón (una leguminosa), canela, cáscara de naranja y piloncillo. En cambio, otros claman que la receta original lleva manteca y carne de cerdo molida, agua de cáscara de tomate, tequesquite (sal mineral), miel de piloncillo y pasta de alverjón o garbanzo.
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¿Cómo se sirven los tamales de Judas?
Curiosamente, estos tamales se consumen fríos y por eso se cuelgan en pares sobre un mecate, para “airearse” y aumentar su sabor con los días.
Por último, es tradición que se consuman el Sábado de Gloria, durante “la quema de Judas”, acompañados de un café negro bien caliente.
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