Teatros de México: los más emblemáticos de la Ciudad de México
Conoce los teatros de México más representativos de la Ciudad de México. Te contamos su historia para que te animes a visitar cada uno
Teatros de la Ciudad México
Te presentamos una selección de los cinco teatros de México con los diseños arquitectónicos más bellos de la Ciudad de México y decorados por artistas de la talla de José Clemente Orozco, Diego Rivera, Rufino Tamayo, David Alfaro Siqueiros y Juan O´Gorman. Además, por los interiores de estos recintos culturales pasearon grandes personajes de nuestra historia. Algunos de ellos fueron los presidentes Porfirio Días y Manuel Ávila Camacho.
1. Palacio de Bellas Artes
En el corazón del Centro Histórico, a un costado de la Alameda Central, se descubre el Palacio de Bellas Artes, un magnífico edificio considerado el centro de la vida cultural y artística de nuestro país.
Erigido en el terreno donde se encontraba el emblemático Teatro Nacional, su construcción inicia en 1904 por encargo del presidente Porfirio Díaz al arquitecto italiano Adamo Boari, con motivo del Centenario de la Independencia. La falta de presupuesto y el estallido de la Revolución de 1910 hacen que las obras no se finalicen sino hasta 1934, en manos del destacado arquitecto mexicano Federico Mariscal.
Su estética, única y caprichosa, es la mezcla de dos estilos: Art Nouveau en su exterior y Art Déco en su interior. La personalidad sofisticada de esta construcción se respira en todos sus rincones: en el mármol de Carrara de su fachada, en el magnífico telón diseñado por la firma joyera Tiffany’s y en sus muros adornados por obras de reconocidos muralistas como Diego Rivera, David Alfaro Siqueiros, José Clemente Orozco, Juan O’Gorman y Rufino Tamayo.
Visitando este recinto podrás disfrutar de exposiciones de talla mundial, así como de presentaciones de danza, ópera y música de concierto. ¡En definitiva, la más bella morada del arte en México!
2. Teatro de los Insurgentes
Localizado en la amplia avenida del mismo nombre, el Teatro de los Insurgentes surge como el sueño del empresario José María Dávila y su amigo Julio Prieto, quienes, arropados bajo el espíritu de rebeldía en contra de la burguesa tendencia de los teatros pequeños, conciben la creación del foro más grande de México.
Es así como en 1953 se termina la construcción de 1,800 metros cuadrados de superficie, realizada por el joven arquitecto Alejandro Prieto, hermano de Julio Prieto. Aunque la intención era crear un teatro sencillo, los fundadores decidieron adornar la fachada, por lo que encargaron a Diego Rivera la elaboración de un gran mural en mosaico vítreo llamado “El Teatro en México”. El resultado: una bella y crítica escenificación de la historia del país.
Hoy en día, este recinto presenta excelentes obras, rememorando la primera pieza que ocupó su extenso escenario: «Yo Colón» de Alfredo Robledo y Carlos León, dirigida por Ernesto Finance y protagonizada por Mario Moreno «Cantinflas», personaje que ocupa el centro del mural de Rivera.
3. Teatro de la Ciudad
En la antigua calle de Donceles, -famosa por sus «librerías de viejo»– en el Centro Histórico de la Ciudad de México, se yergue orgulloso el Teatro de la Ciudad.
Este bello recinto, fundado en 1918 bajo el nombre de la diva de ese momento: Esperanza Iris, fue levantado en el lugar que anteriormente había ocupado el Teatro Xicoténcatl. Su construcción estuvo a cargo de los arquitectos Ignacio Capetillo Servín y Federico Mariscal, con la intención de asemejarse a las grandes óperas europeas.
El edificio original se cubría de detalles clásicos: columnas de mármol, esculturas de cantera y finas herrerías; la decoración de su vestíbulo la constituían terciopelo, cortinas drapeadas, espejos biselados y grandes candiles, que creaban un ambiente señorial. Pero, en la madrugada del 3 de noviembre de 1984, un terrible incendio consumió gran parte del antiguo coloso dañando severamente su estructura e interiores.
A partir de 1999 se inició un profundo proceso de restauración y hoy, en el Teatro de la Ciudad, sobrevive el recuerdo de Esperanza Iris, dando vida a conciertos y presentaciones de artistas nacionales e internacionales.
4. Polyforum Cultural Siqueiros
Sobre una de las vialidades más importantes de la Ciudad de México, la avenida de los Insurgentes, a espaldas del World Trade Center, sobresale una original estructura policroma: el Polyforum Siqueiros.
Como su nombre lo indica, es un foro múltiple en el que se realizan diversas actividades culturales, políticas y sociales. En total, el inmueble cuenta con 8,700 m2 de extraordinaria pintura mural de David Alfaro Siqueiros de la que sobresale «La Marcha de la Humanidad», que decora su interior y que constituye el mural más grande del mundo.
El «Teatro Polyforum» posee una capacidad para 500 espectadores y es uno de los pocos anfiteatros en el mundo con escenario circular al estilo griego, pionero en esta bella arte.
Si acudes a ver una obra, no olvides visitar el Foro Universal, una enorme bóveda en donde se realiza un sorprendente espectáculo de luz y sonido, y las galerías de arte Dr. Atl y Mario Orozco Rivera.
Es importante que tomes en cuenta que por trabajos de remodelación, el Polyforum permanecerá cerrado hasta nuevo aviso.
5. Teatro Metropólitan
Este maravilloso recinto, ubicado en la calle de Independencia No. 90, en el Centro Histórico, es una memoria viviente de las antiguas salas de cine. Sus enormes escalinatas, sus butacas rojizas y sus esculturas griegas fueron testigos de la época de oro del cine mexicano y vieron desfilar en sus pasillos a artistas como María Félix, Dolores del Río y Pedro Armendariz.
Conocido anteriormente como el Cine Metropólitan, esta construcción es obra del arquitecto Pedro Gorozpe Echeverría quien logró una unión armoniosa de dos contrastantes estilos: el neoclásico, utilizado en su interior y el Art Déco de su fachada. Sus puertas se abrieron en 1943 con la exhibición de la cinta “Los Miserables”, cuya premier contó con la presencia del entonces presidente, Manuel Ávila Camacho.
En la década de los 90, el Cine Metropólitan formó parte del conjunto de exhibidores cinematográficos olvidados, obligados a cerrar sus puertas. En 1996 fue transformado por OCESA, después de una laboriosa remodelación, en un cine-teatro con capacidad para 3,000 espectadores. Actualmente, en su sofisticada sala es posible admirar presentaciones y conciertos de importantes artistas, así como el Festival Internacional de Jazz de la Ciudad de México.¡No dejes de visitarlo!
¿Conoces estos magníficos foros teatrales de la Ciudad de México? Platícanos tu experiencia.
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