Túneles secretos de Cuernavaca; ingeniería prehispánica para la guerra
Diversos documentos históricos dan referencia sobre la existencia de túneles secretos debajo de Cuernavaca; fueron usados por los tlahuicas para defenderse de los españoles.
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Debajo de la ciudad de Cuernavaca existe una red de túneles secretos hechos por la gente que vivió en esta región previo a la llegada de los españoles.
Y no es que las autoridades de Morelos y de su capital tengan, que se sepa, informes precisos de la ubicación exacta de las entradas, salidas y longitudes de estos pasadizos, sino que existen diversos documentos históricos que dan cuenta de su existencia.
Túneles secretos de Cuernavaca en documentos históricos
Es el caso de una de las cartas de relación de Hernán Cortés; La verdadera historia de la conquista de la Nueva España, escrito por el cronista Bernal Díaz del Castillo y los códices de Cuernavaca y unos títulos de sus pueblos.
En tales escritos los españoles narran cómo los “naturales” de la región, durante el proceso de conquista, entraban y salían de dichas “cuevas” (les decían así porque aún no se usaba el término “túnel”, derivado del inglés) por lo que gracias a ellas tenían amplias ventajas a la hora del combate.
Ubicación de los túneles de Cuernavaca
De acuerdo con un texto del cronista Carlos Lavin, estas túneles secretos artificiales conectan la zona donde hoy está el Teatro Morelos (sede de los gobernantes en tiempos prehispánicos) con el punto donde se alza la catedral, que antiguamente fuera el llamado “templo mayor”.
Este mismo túnel conecta, a decir de las investigaciones del cronista, con lo que ahora es el Palacio de Cortés, inmueble que ocupa lo que antes era el centro de recolección de tributos indígenas, para luego seguir hasta el hoy puente de Amanalco, en donde antes se encontrara el acceso principal de la población.
El túnel del Jardín Borda
Lavin explica que los túneles tienen accesos intermedios, uno de ellos en la Plazuela del Zacate, dos más en las hoy vecindades “de la cueva” y “de las palomas” y una más en la calle Salazar.
Y si bien no se conoce, que se sepa, la ubicación exacta de las entradas a estos pasadizos, sí hay túneles conocidos en la zona que apuntan a la posibilidad de que haya más, como es el caso de los túneles bajo el Jardín Borda.
Solo falta esperar que, así como ocurrió en Puebla, un día los túneles de Cuernavaca sean abiertos al público.
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