8 cosas que hacer en Coatepec y Xico
Te compartimos 8 cosas que puedes hacer en Coatepec y Xico si viajas con niños de todas las edades. Disfruta del café y el bosque en este hermoso paseo.
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Descubre 8 cosas que hacer en Coatepec y Xico
¿Estás pensando viajar con los peques? Aquí te dejamos una lista con 8 cosas que hacer en Coatepec y Xico para que se diviertan a lo grande. A escasos 15 kilómetros de Xalapa encontramos el primero de estos dos pueblos pintorescos. Nos llevó hasta ahí nuestro gusto por el café, pero descubrimos que el entorno que hace posible su cultivo tiene muchas más bondades: la humedad perfecta que se percibe con todos los poros, y el contacto intenso con la naturaleza que le sienta tan bien a cualquier chamaco.
1. Practiquen el «entrometimiento deleitoso» en Coatepec
La primera de la lista de cosas que hacer en Coatepec está en el Palacio Municipal, la Parroquia de San Jerónimo y el Parque Hidalgo, pues tienen vida y colorido para rato. Pero también vale la pena rondar sin mucho rumbo por las calles principales del centro. En todas encontramos algo digno de admiración: casonas del siglo XIX con elegantes cornisas, o bien fachadas con mosaicos decorados a mano, portones de madera y bonita herrería (o todo al mismo tiempo), así como muchos cafecitos, helados artesanales, licorerías… Rondar así permite inculcar a los niños el magnífico hábito que yo llamo “entrometimiento deleitoso”, es decir, asomarse como quien no quiere la cosa al mayor número posible de casas para descubrir patios exuberantes llenos de orquídeas, o incluso columpios, fuentes con macetas, autos antiguos… y, claro, algo de sociología.
2. Seduce con orquídeas a cualquier gamer
Contagia a tus hijos el amor por estas especies en el Museo Jardín de Orquídeas, fundado por el gran conocedor ‒fallecido en 2017‒ doctor Isaías Contreras sobre la calle de Aldama. Sus entusiastas guías logran interesar hasta al más apático gamer adolescente en el mundo mágico ‒y bastante frágil— de estas monocotiledóneas. Nada se compara con admirar orquídeas miniatura a través de una lupa para distinguir sus seis característicos pétalos, o asombrarse ante la sabiduría de la naturaleza que hace posible este complejo proceso de polinización.
3. Prueben la dieta de trucha y langostinos
Los niños de mi familia amaron las truchas del Tío Yeyo en Coatepec (tiene dos sucursales: una cabaña al borde del pueblo y un restaurante a dos cuadras del zócalo). La buena calidad prevalece, pero sin duda la cabaña tiene más “ondita”. ¿El complemento perfecto?: el agua de tamarindo. Otro día puedes probar los langostinos de Casa Bonilla, a una cuadra de la Parroquia de San Jerónimo. Los niños pequeños se entretienen un buen rato mirando a los canarios que cantan en el patio. Si tu tribu de plano no le entra a nada que tenga concha o escamas, no canceles el viaje, ¡aquí abunda la cecina! Si te queda un hueco ‒y si no también—, ve directo a El Resobado, una panadería donde hacen delicioso pan en horno de leña desde hace más de cien años.
4. Cambien de pueblo… y de mole
Una vez que sientas que has visto algo de Coatepec, moviliza a la banda a Xico, otro Pueblo Mágico 9 kilómetros adelante. Aquí nos fascinaron las iglesitas escondidas en cualquier calle, el olor a mole xiqueño, las máscaras de madera, la vista de las montañas que se asoman al pueblo (en una especie de entrometimiento —esperemos que al menos un poco— deleitoso), y los balcones llenos de geranios de la calle Miguel Hidalgo, que inicia frente a la Parroquia de Santa María Magdalena. Aunque el pueblo es pequeño, tiene muy buenas opciones para quedarse a dormir (como el hotel boutique Las Magdalenas) y para comer: en El Campanario te dan una tortilla (hecha a mano y con una bolita mitad asiento y mitad salsa para hacer taco) por si les ataca el hambre mientras leen la carta. Allí prueben el mole xiqueño, los tamalitos y las enchiladas de nata. Hasta tienen una mini área infantil para que puedas terminar de comer a gusto si es que viajas con niños chicos. Justo al lado está la Capilla del Llanito, del siglo XVIII, cuyo Niño Dios es considerado muy milagroso. Otro día pueden desayunar unos chilaquiles en La Molienda. Elijan el piso de arriba para disfrutar la vista y recordar cómo es realmente el color verde.
5. Hagan pantorrilla
Empaca una pequeña mochila con agua, sombreros, bloqueador y repelente para ir a visitar la cascada de Texolo (y su hermana menor, La Monja), que forma el río Texolo muy cerca de Xico. Les sugerimos bajar los más de 300 “escalones” hechos de troncos para llegar hasta el mirador nuevo que se acerca a la caída principal de agua. Esto les permitirá sumergirse en los olores y sonidos del bosque tropical veracruzano, entre helechos, orquídeas, ceibas, palmas y todo tipo de plantas trepadoras. Sin duda, los más jóvenes demostrarán su pericia encontrando todo tipo de pupas, larvas, gusanos medidores milimétricos y otras maravillas de este amenazado ecosistema. No recomiendo este mirador para niños muy pequeños (a menos que los quieras cargar de regreso). El resto del paseo no tiene problema.
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6. Dale otra oportunidad al macchiato
Además de tomar gran cantidad de café espresso, lechero, coatepequeño y macchiato, es indispensable venir a estas tierras para aprender más sobre el mundo de este famoso grano. Pueden ir al Museo del Café (elcafe-tal.com) en la carretera hacia Las Trancas-Xalapa. Aquí mis chamacos jugaron largo rato con los granos de café en sus distintas etapas, y hasta se tomaron un café macchiato por primera vez en sus cortas vidas. (Eli, nuestra guía, que a pesar de ser muy joven es gran conocedora y apasionada del tema, nos explicó fervientemente que una tableta de chocolate tiene más concentración de cafeína). Nos alivia confirmar que, hasta el momento, el ciclo de sueño de estos infantes se mantiene inalterado.
Otra opción muy recomendable es ir a una finca cafetalera como la de Don Silvano para participar en una cata, caminar entre plantaciones de café y aprender todo sobre su cultivo y procesamiento.
7. Por si acaso… la cereza del pastel (o la crema del café)
Finalmente, si les sobra algo de tiempo y ya fueron a los pequeños museos de Xico, ya compraron el atrapasueños perfecto, ya hicieron hiking y rapel, entonces dedíquenle un rato a Xalapa. Desde el Jardín Botánico hasta el Museo de Antropología son experiencias geniales ‒y agotadoras— para los peques (sin olvidar el Paseo de los Lagos y el campus de la Universidad Veracruzana). Para cerrar con broche de oro, escucha en vivo a la Sinfónica de Xalapa, que a menudo tiene conciertos infantiles y viernes de ensayos para estudiantes (hay que reservar).
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8. La aventura: México Verde en Jalcomulco
Prepárate para la aventura y éntrale a los rápidos con los expertos. El resort ecoturístico de aventura México Verde es el pionero del rafting en Jalcomulco. Desde 1989, han desarrollado una experiencia con muchas posibilidades. Para explorar y disfrutar de este natural entorno han creado un hospedaje único en glamping, tiendas tipo safari y cabañas. Puedes elegir cómo hospedarte y qué actividades realizar guiado por expertos certificados.
- Tips de viaje
¿Tour o no tour? Contratar uno es buena idea si no llevas vehículo o si quieres conocer fincas de café que no están abiertas al público. Sin embargo, puedes realizar el recorrido por tu cuenta. Es fácil y más barato.
Si quieres comprar plantas, hazlo en un vivero bien establecido y compra solo los tipos de orquídeas permitidos. Muchas especies están en peligro de extinción. - Dónde dormir:
losmaquiques.com
posadacoatepec.com.mx
lasmagdalenas.com - Tours:
aventuraveracruz.com
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