Descubre la excepcional arquitectura del siglo XVII en Puebla
Acompáñanos junto con ETN a recorrer algunas de las edificaciones más sorprendentes e históricamente importantes de Puebla.
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Fundada en 1531 por Fray Toribio de Benavente, la ciudad de Puebla era muy importante debido a que era el paso obligado entre el Puerto de Veracruz y la Ciudad de México. Su gran belleza le valió el reconocimiento como “El relicario de América”, donde destacan sus edificios como la Catedral, el Templo de Santo Domingo, el Palacio del Arzobispado y la gran biblioteca Palafoxiana.
En el año de 1987, debido a su valor cultural e histórico a través de los años, Puebla queda oficialmente inscrita en la lista de Patrimonios de la Humanidad por la Unesco.
Si quieres descubrir más de esta ciudad atrapada en el tiempo, tienes que visitar estos icónicos lugares que te llenarán de conocimientos y además te divertirás. Con ETN disfrutarás de una experiencia tan cómoda al viajar que llegarás muy alegre a tu destino.
Biblioteca Palafoxiana
Lo primero que encontramos al ver la biblioteca son los escudos del Marquesado de Ariza, en recuerdo al título nobiliario que obtuvo Juan de Palafox.
Una vez dentro, podremos ver al fondo un retablo color dorado que enmarca una valiosa pintura llamada “La Virgen de Trapani”. Esta biblioteca es considerada la primer biblioteca pública del continente y es reconocida como la única en América Latina que aún conserva su mobiliario, estantería y catálogo de libros.
En la actualidad cuenta con 42,556 volúmenes y 5,345 manuscritos, siendo el libro más antiguo “Los Doce Libros de Historia de Heródoto” impreso en Venecia en el año 1473.
Capilla del Rosario
Esta impresionante Capilla está ubicada dentro del templo de Santo Domingo. Está considerada la pieza clave y máxima joya del barroco mexicano por la decoración que en su interior guarda. Su construcción data del siglo XVII y es la primera en el país dedicada a la Señora del Rosario.
La decoración tiene una base de ónix, pinturas y azulejos forrados con 22 quilates de láminas de oro, su belleza es tal que se ha considerado nombrar la octava maravilla del mundo además de ser nombrado en “Relicario de América” por el Papa Juan Pablo II.
Casa del Alfeñique
Describir a esta edificación como «bella» le queda chico, pues es una representación del arte Barroco Novohispano. Finalizada en el tercio del siglo XVIII con elementos arquitectónicos que le dieron relevancia y trascendencia hasta nuestros días.
Dentro del esta casa se alberga una colección de aproximadamente 1,500 piezas en 16 salas de exhibición.
En la planta baja se observa un carruaje que fue utilizado por el gabinete presidencial de Porfirio Díaz y otro más utilizado por el clero.
Pirámide de Cholula
La pirámide de Cholula es de suma importancia, ya que por sus dimensiones es considerada la más grande del mundo en base.
La construcción de este templo dio inicio en el siglo II A.C. y se cree que finalizó entre el 900 y 1100 D.C. Los españoles la encontraron abandonada y con la apariencia que tiene hasta el día de hoy de un pequeño cerro. Fue el padre Motolinia quien descubre que se trataba de un antiguo templo indígena.
Por su importancia fue objeto de investigaciones de estudiosos como Humboldt, Dupaix y arqueólogos como Manuel Gamio y Enrique Juan Palacios; para 1930 y bajo la dirección del arquitecto Ignacio Marquina se inician de manera formal las exploraciones arqueológicas a través de un innovador sistema de túneles que permitieron determinar las diferentes etapas constructivas de la gran pirámide, así como la localización de pintura mural.
Sabor a Puebla
Al visitar Puebla no se pueden perder su deliciosa gastronomía, ya que es tierra de creaciones gastronómicas reconocidas en todo el mundo. Es el resultado de la fusión entre los siglos de dominación árabe en España y la inspiración de ingredientes de Mesoamérica. Los recetarios del naciente siglo XIX recogieron más de dos mil recetas que mostraron al mundo la grandeza gastronómica de la Ciudad de Puebla, siendo el Mole Poblano y los Chiles en Nogada, los mayores exponentes de la cocina mestiza en México y en el mundo.
Otro de los símbolos poblanos adoptados en el siglo pasado son las chalupas, las cuales consisten en una pequeña tortilla frita en manteca, casi sancochada, bañada con salsa y adornada con cebolla y carne deshebrada.
Las cemitas, originales de Puebla, y las tortas compuestas, que consisten en pan de agua relleno con infinidad de guisados y carnes. Las cemitas originales nacieron en el mercado “La Victoria” y se rellenaban solo de aguacate criollo, de hueso grande con todo y cascara, chipotles en vinagre y queso fresco de cabra.
Molotes, tostadas, memelas, picadas, quesadillas de flor de calabaza y chicharrón prensado o tlales, pelonas y pambazos, entre otros, son antojitos que se ofertan en cualquier época del año en las calles del centro histórico. Todo el año abundan guisados caseros como el mole de zancarrón y el almendrado, el entomatado, los chiles fingidos, adobo, manchamanteles, pipián rojo y verde, mole de epazote o chilate y tamales de harina cernida de queso, rajas, carne, pasas o crema.
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