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Arquitectura vernácula. Las casas de las riberas del río Nautla

Veracruz
Arquitectura vernácula. Las casas de las riberas del río Nautla fifu

Hoy día, del extenso y rico mosaico arquitectónico que ofrece el estado de Veracruz cabe destacar el estilo vernáculo de las casa ribereñas del rió Nautla, o río Bobos, las cuales revelan la presencia, entre otras, de la cultura francesa y su influencia hasta el presente.

El siglo XIX fue escenario del paulatino proceso independientista de las naciones americanas, así como del tránsito de miles de inmigrantes de todo el mundo, cuyo sueño de prosperidad se hallaba en América. En este contexto arribó al pueblo ribereño de Jicaltepec, en 1833, el primer grupo de 80 inmigrantes franceses, entre hombres y mujeres, provenientes en su mayoría de Franche Comité (Champlitte) y Borgoña, al noreste de Francia; su propósito era establecer una compañía agrícola franco-mexicana bajo la dirección de Stéphane Guenot, y su llegada fijó de inmediato un punto de contacto cultural entre México y Francia.

La afluencia foránea en el siglo pasado fue también consecuencia de que el estado de Veracruz ya para entonces formaba parte de una red e comunicaciones marítimas en el Golfo de México. Por medio de las rutas comerciales establecidas entre América y Europa, la región mantenía contacto con los puertos franceses de Le Havre, Burdeos y Marsella, sin descontar los puertos de escala de las Antillas y la Guayana Francesa (Puerto Príncipe, Fort de France, Cayena), y los del norte del continente (Nueva Orléans, Nueva York y Montreal).

Hacia finales de la década de 1850, en Jicaltepec (municipio de Nautla) se desarrolla un singular tipo de construcción vernácula, cuyo origen se debe, en gran parte, a los aportes de los inmigrantes franceses. Al primer grupo de galos se sumó gente de Borgoña, de Haute Savoie, de Alsacia –provincias del este- y, sucesivamente, del suroeste de Francia: Aquitania y los Pirineos. También vinieron de Luisiana (EUA), de Italia y de España, principalmente. Estos inmigrantes intercambiaron conocimientos, experiencias y técnicas de construcción propias de sus lugares de origen, y a la vez asimilaron e interpretaron el bagaje ya existente en la región. Este trueque cultural se aprecia en la forma en que aplicaron materiales y técnicas en la construcción de sus viviendas y dependencias agrícolas; poco a poco, los tipos de casas resultantes fueron difundiéndose por las márgenes del río Nautla.

Las condiciones climatológicas de hidrológicas determinaron, en gran medida, el tipo de vivienda y el estilo de vida de sus moradores. El proceso de adaptación en las riberas de Nautla representó, ante todo, la transformación de las condiciones de un medio ambiente adverso a uno más favorable para la vida.

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Una constante en este tipo de casa fue el uso de un alto y anguloso techo, poco común en México, cuya armadura se compone de diferentes maderas cortadas y ensambladas bajo medidas específicas, y finalmente cubierta por miles de tejas “escama” colgadas, por medio de una espiga o uña, que forma parte de la teja, a una madera delgada llamada “alfajilla”.

Este tipo de techo se denomina de “medio faldón”, por presentar una cubierta de cuatro tejados o “cuatro aguas”. Emplea un ángulo y un desnivel bastante pronunciados, conocidos como “cola de pato”, que evitan que el agua de lluvia afecte los muros, sobre todo en época de temporales y “nortes”. Asimismo, se observa en algunas casas la muy europea costumbre de construir una o varias buhardillas en los tejados.

La elaboración del ladrillo de los muros y de la teja “escama” de la cubierta; el uso de “horcones” o pilares de madera y el trabajo de carpintería; la disposición de los cuartos y de las aberturas para permitir la ventilación natural; el revoque con cal de concha de ostión; el arco elíptico rebajado en puertas y ventanas, y el porche con columnas toscanas –de moda en Veracruz en el siglos pasado–, son algunas de las adaptaciones de materiales, técnicas y estilos que aplicaron los artesanos de la región del Nautla a la construcción de las viviendas.

El estilo de casa de teja escama, en la actualidad, se extiende aproximadamente 17 km a lo largo del río Nautla, en ambas riberas; y es notable su influencia en los pueblos vecinos, por ejemplo en Misantla.

Con el acceso a la propiedad de los descendientes de los colonos galos a la ribera izquierda (hoy municipio de Martínez de la Torre), en 1874 se crearon nuevas comunidades que mantuvieron el patrón de construcción aplicado en Jicaltepec, con un avance significativo en la proyección de la casa, especialmente en el uso del espacio. Las casas de la ribera izquierda por lo regular se hallan en el centro de la propiedad y están rodeadas de jardines y áreas para hortalizas y actividades propias del campo, como la agricultura y la ganadería. Las fachadas poseen amplios porches sostenidos por colmnas de tipo toscano y “horcones” de madera; en ocasiones los techos cuentan con una o dos buhardillas del lado de la fachada, orientadas hacia el camino real –hoy en desuso que corre paralelo al río. Algunas viviendas cuentan con su propio embarcadero, lo que indica la dependencia del río Nautla como medio de comunicación y fuente de abastecimiento alterno.

Una muestra de la influencia de este tipo de casa más allá de las riberas, podemos encontrarla en el sur del río Nautla, en la localidad de El Huanal (municipio de Nautla).

La construcción allí es resultado de la asimilación e interpretación que hizo un inmigrante italiano, del estilo de casa existente en la región a principios de siglo. Esto se observa en el empleo de tejas escama en un techo de dos aguas con una buhardilla en cada tejado, y en la habilitación del ático como dormitorio. Sus regios cimientos y parte de sus muros están hechos de piedras del río, y su fachada advierte una concepción distinta a la forma tradicional.

En el rancho de El Copal se puede apreciar una gran construcción (propiedad de la familia Anglada); sus dimensiones y su fachada con arcada y jardineras, así como el trabajo de herrería, muestran una gran semejanza con las edificaciones grandes y tardías que se encuentran en Jicaltepec, como la casa ejidal y la casa de la familia Domínguez.

Durante el porfiriato la construcción de casas de teja escama en la región del Nautla alcanzó su madurez estilística. Una muestra de ello es la casa de la familia Proal en Paso de Telaya, que dada de 1903. La casa ha resistido los “nortes” y las grandes crecientes de Nautla, pero la falta de mantenimiento y su proximidad al río amenazan su permanencia.

Por el camino que va de San Rafael al embarcadero de Jicaltepec se encuentra la casa de la familia Belín, una de las primeras de teja escama que se construyeron en la ribera izquierda hacia 1880, y que se conserva en buen estado (aún posee los “horcones” originales del entramado de sus muros).

La utilización de diferentes maderas regionales en la construcción, como cedro, encino, “chicozapote”, “hojancho”, “moral” y “tepezquite”, y de maderas foráneas como el pino curado o “pinotea” de Canadá, y más recientemente el olmo, muestra la variedad de recursos materiales que el medio suministra, así como la suma de conocimientos adquiridos para la edificación de viviendas rústicas. Por otra parte, el empleo de madera para la techumbre y de teja escama para la cubierta hace posible una construcción ligera y fácil de realizar.

Una característica estética de las casas de las riberas del río Nautla es la forma de pagoda china que adopta el techo. Esto se produce cuando las maderas del armazón de la techumbre se flexionan ligeramente por el peso adicional de las tejas mojadas, debido al clima tropical de la región.

Hacia el año de 1918, en El Mentidero se construyó una singular casa (hoy propiedad de la familia Collinot) frente al embarcadero de La Peña, que ostenta una fachada con un innegable estilo veracruzano. Tiene el acierto de haber sido edificada sobre un terreno elevado, lo que la ha protegido de las crecientes del río, pero no del paso del tiempo ni del deterioro provocado por medio ambiente.

En la actualidad es posible apreciar en El Mentidero, casas en buen estado de conservación. Algunas de ellas han sido reformadas y modernizadas, sin que por ello haya perdido su carácter funcional y rústico; en contraste, existe un gran número de viviendas en franco estado de abandono.

En Nautla el desarrollo de este tipo de arquitectura es tardío (1920-1930), y coincide con elboomque generaron las compañías citrícolas norteamericanas; la casa Fuentes es vestigio de esta época.

Nautla, como puerto estratégico de entrada y salida de personas y mercancías, confirma la importancia que tuvo la navegación en el desarrollo económico de la zona, así como el establecimiento de las rutas marítimas que existieron entre la región abarcada por este río y los puertos del Golfo de México, las Antillas, Norteamérica y Europa.

En Francia el empleo de la teja escama se puede ver en edificios del siglo XVIII; así se muestra en la Borgoña, en las regiones de Beaujeu, de Macon, en Alsacia y otros lugares. En Fort de France (Martinica) hemos comprobado también la existencia antigua de esta teja.

Según algunos historiadores las primeras tejas que llegaron a la región de Nautla fueron traídas de Francia como lastre y mercancía. Sin embargo, la teja más antigua que se ha encontrado es de 1859 y tiene la firma de Pepe Hernández. Además, se han localizado tejas con la inscripción de Anguste Grapin con diferentes fechas, comprendidas entre 1860 y 1880, periodo que coincide con el progreso económico de la región, sobre todo en lo que se refiere al cultivo y exportación de la vainilla.

La construcción de casa de teja escama en Jicaltepec se mantuvo hasta finales de 1950, pero fue en gran parte reemplazada por la aparición de materiales de menor costo (lámina de asbesto), sacrificando radicalmente la estética de las casas.

Hoy en día, pese a las continuas crisis económicas, la edificación de casa de teja escama subsiste. A finales de 1980 surgió un renovado interés por mantener el estilo de las viviendas, imitando los modelos tradicionales, sólo que en la actualidad la teja prescinde de la armadura de madera y es pegada sobre el colado. Pero estas iniciativas de restauración son aisladas y dependen únicamente del propietario.

Lamentablemente, hay varias casas que amenazan con derrumbarse, como la de la familia Proal en Paso de Telaya; la de la familia Collinot, en El Mentidero; la de la familia Belín, en el camino de San Rafael a Paso de Telaya, y la del señor Miguel Sánchez, en El Huanal. Sería muy recomendable que los gobiernos de Francia y México planearan la restauración de este patrimonio común y así crear un atractivo turístico para la región.

SI USTED VA A LAS RIBERAS DEL RÍO NAUTLA

La vía de acceso a las localidades de la ribera izquierda, pertenecientes al municipio de Martínez de la Torre, es tomando la carretera federal núm. 129 de Teziutlán-Martínez de la Torre-Nautla, con rumbo a San Rafael, en el kilómetro 80 de dicha carretera; para visitar las localidades de la ribera derecha, pertenecientes al municipio de Nautla, la vía de acceso a través de la carretera federal núm. 180, a 150 km del puerto de Veracruz.

autor Conoce México, sus tradiciones y costumbres, pueblos mágicos, zonas arqueológicas, playas y hasta la comida mexicana.
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