Comida oaxaqueña, ¡conoce sus platillos típicos!
Gracias a su gran riqueza, la comida oaxaqueña ha sido reconocida como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO. ¡Descúbrela!
Gastronomía de Oaxaca, tierra de moles
La comida oaxaqueña es una de las favoritas de México gracias a su gran riqueza y diversidad de ingredientes y sabores. Su importancia es tal que incluso en 2010, la gastronomía de Oaxaca fue reconocida por la UNESCO como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
A continuación te compartimos un poco de su historia y sus platillos principales. ¡Cuéntanos cuál es tu favorito!
Sin duda alguna, una de las gastronomías con mayor riqueza a nivel mundial es la mexicana -junto con la peruana-. Esto gracias a la gran diversidad de ingredientes, así como al mestizaje gastronómico que se generó después de La Conquista.
Y aunque cada uno de nuestros estados tienen sus propios platillos, la gastronomía de Oaxaca es una de las que más popularidad han ganado en todo el mundo. Entre sus platillos principales encontramos delicias como sus siete moles (negro, rojo, amarillo, coloradito, estofado, chichilo y verde), tamales, tlayudas, chapulines, gusanos de maguey, chicatanas y como bebida no puede faltar un buen mezcal.
Comida oaxaqueña típica
Al igual que en muchas otras partes de México, desde la época prehispánica hay tres ingredientes fundamentales de la comida oaxaqueña: el maíz, frijol y chile. Esta base se complementó con cacao, tomate, insectos y calabaza.
Asimismo, durante y después de La Conquista, se añadieron distintas especias traídas de Europa, así como animales que aquí no existían tales como cerdo, pollo, res, entre otras.
Platillos típicos de Oaxaca
Tlayuda
Sin duda, uno de los platillos más destacados de Oaxaca es la tlayuda. Esta delicia tiene como base una tortilla de maíz que mide alrededor de 30 centímetros de diámetro y que posee una textura dorada.
A esta base se añaden diversos ingredientes como frijoles, tasajo, aguacate y col. A partir de esto se pueden hacer cambios o añadir chapulines, chicharrón, chorizo, queso e incluso camarones.
Aunque su consumo no es tan común debido a su alto precio y a la dificultad para conseguirlas, las chicatanas son esos insectos que todos los mexicanos deberíamos probar por lo menos una vez en la vida. Su sabor es concentrado y crujiente, por lo que representa toda una experiencia bastante agradable.
Se trata de las hormigas hembra de las conocidas como «hormigas cortadoras de hojas» u «hormigas arrieras». Éstas se pueden consumir asadas como botana o en taco, en mole o en salsas.
Mezcal
En Oaxaca existen numerosas bebidas tradicionales como la horchata con tuna, tepache, aguardiente, chocolateatole, cocol, pinole, tejate, agua de chilacayota y por supuesto el mezcal. Este último no sólo es el más popular sino también un producto clave para la economía de la región.
Y es que el boom de la demanda de mezcal incluso ha hecho que familias enteras decidan no migrar o volver a Oaxaca para trabajar dicho destilado. Gracias a esto, existe una gran variedad de aromas y sabores de mezcal.
Comida oaxaqueña zapoteca del Istmo de Tehuantepec
A pesar de los orígenes prehispánicos de la cultura zapoteca, es difícil encontrar un platillo que no tenga algo de mestizo. Esto podemos apreciarlo sobre todo en el uso de carne de res y de huevos de gallina. Sin embargo, gracias al mestizaje podemos disfrutar de una gastronomía aún más rica.
Entre los principales platillos de la región zapoteca del Istmo de Tehuantepec encontramos huevos revueltos con cabeza de camarón, mole de camarón seco, arroz con carne de res, cebollas rellenas, carne de puerco con maíz, tasajo de lengua, mole de frijol, tamales de carne de res gorda e iguana preparada de diferentes formas.
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