Guía de comida tradicional de los Pueblos Mágicos de Puebla
Te llevamos a descubrir lo mejor de la comida tradicional de Puebla y que puedes saborear en sus Pueblos Mágicos.
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De los escamoles a los tamales de hollejo, aquí los acontecimientos culinarios de los Pueblos Mágicos de Puebla que no deben pasar inadvertidos.
Acachul: Se trata del licor elaborado con una fruta silvestre, muy parecida a la uva o el capulín, que al ser cortada se torna morada. Hay que buscarlo en Pahuatlán, Huauchinango y Xicotepec.
Acamayas: Ese crustáceo que la gente de Huauchinango, Xicotepec y Cuetzalan presume entre sus manjares. Se sirven al ajo, a la mantequilla o en chilpachole (caldo de chile ancho), y no se olvidan.
Chícalas: Grandes hormigas aladas que salen con las primeras lluvias y que a los platos llegan fritas con chiltepín o preparadas en alguna salsa. Se comen en Xicotepec y Pahuatlán
Chile con huevo: El platillo serrano que lo mismo se encuentra en Zacatlán que en Huauchinango o Xicotepec. Y no es otra cosa que huevo revuelto en salsa macha, mora, verde, roja o pasilla.
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Conejo enchiltepinado: La delicia que consiste en guisar el conejo con el chile que más abunda en la sierra, el chiltepín. Se encuentra, por ejemplo, en Xicotepec, Chignahuapan y Zacatlán.
Escamoles: En época de Cuaresma, las sartenes de Ixtacamaxtitlán y Chignahuapan se llenan con las apreciadas larvas de hormigas.
Frijoles con xocoyoli: El guiso elaborado en Cuetzalan con el tallo de una planta local. Las indígenas suelen poner a hervir el xocoyoli con ceniza para mermar su sabor amargo.
Licores y conservas de frutas: Todos los pueblos serranos aprovechan las frutas que a la mano tienen para llenar con ellas botellas y frascos. Maracuyá, jobo (parecido al tejocote), piña, capulín o membrillo: cualquier sabor es una experiencia.
Mixiotes de carnero: La tradición de enchilar y envolver la carne en la película que del maguey pulquero se desprende, se mantiene en muchas zonas de la sierra. Zacatlán y Chignahuapan dan cuenta de ello.
Pan de queso: El pan dulce que llena las panaderías de Zacatlán y Chignahuapan. Está relleno de queso ranchero y azúcar rosada.
Tamales de hollejo y de pascal: Ambos son costumbre en Pahuatlán. Los primeros están hechos con la cáscara de los granos de elote, los segundos llevan una mezcla de frijoles con cacahuate.
Tamales de puñete: Se llaman así porque semejan el puño de una mano. Forman parte del repertorio culinario de Huauchinango.
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Tlacoyos o tlayoyos: Los antojitos a base de maíz que en todo rincón de la sierra se encuentran. Tienen dentro frijoles o una pasta hecha de alberjón y hoja de aguacate.
Chilpozontle: El mole de olla que en Tlatlauquitepec se prepara con carne de res, cerdo o pollo. A veces, en lugar de verduras, se le añade la raíz del chayote o “chayotextle”. En otros sitios, como Tetela de Ocampo y Zapotitlán de Méndez, se le llama “tixmole” a este platillo.
Yolixpa: Servido con cariño a lo largo de toda la sierra, es el licor de hierbas que nadie desprecia. No solo sirve para animar el espíritu, también “cura de espantos”, aminora dolores y relaja los músculos.
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