Las cinco misiones en la Sierra Gorda
Las curvas son pronunciadas y constantes. No es una carretera fácil.
Escápate un fin de semana:
Hacienda Laborcilla
Saliendo de Querétaro o de San Juan del Río para internarse en la Sierra Gorda, el paisaje está desprovisto de llanuras, la vista no topa con ningún valle, sólo montañas calizas al propio nivel del camino, cuya sucesión parece no tener fin. De trecho en trecho se ven los rebaños de cabras trepando o mordisqueando los escasos pastos.
Poco a poco y siempre en subida, la vegetación cambia, una vez pasada la gran mole pétrea llamada Peña de Bernal; ahora van apareciendo montañas cubiertas por coníferas. Hay niebla que parece jugar a las escondidas, en medio de un vaivén desconcertante para el automovilista que, de pronto se encuentra en Puerta del Cielo, lugar situado a 2,892 metros sobre el nivel del mar.
Planea tu escapada desde la ciudad de Querétaro aquí.
Ahora, semiocultos, por el bosque, se distinguen unos cuantos aserraderos. Y se llega a Pinal de Amoles. Pueblito húmedo con techos de teja y calles empedradas. Hay balcones rebosantes de macetas y huertas de manzanos. Su propia altura lo reviste de aire frío y el paseante se abotona la chamarra y sume las manos en las bolsas del pantalón.
De ahí se emprende la jornada hacia Jalpan, la primera de las cinco misiones que levantaran fray Junípero Serra y sus compañeros. En Pinal de Amoles se terminan las subidas, ahora el descenso transcurre entre otro estilo de bosque: hay muchos ahuehuetes a la orilla de riachuelos que aparecen y desaparecen al margen de la vía de asfalto.
Al persistir la bajada, el clima vuelve a cambiar. Ahora, el paseante no sólo se desabotona la chamarra, sino que se la quita. Al lado del camino surgen platanares y el calor arrecia en su fase semitropical. Se llega a Jalpan, situado a 700 metros sobre el nivel del mar. En tres cuartos de hora de carretera se han descendido, de golpe, 2,192 metros.
Visitante, tú, en automóvil, has recorrido una jornada un tanto pesada, de 210 km. si has salido de Querétaro, y de 197 km. si lo has hecho a partir de San Juan del Río. En esas tres horas y media, aproximadamente, te has cansado un poquito…. aunque es más lo que has gozado con los cambiantes y novedosos paisajes. Piensa ahora lo que esta jornada, desde la ciudad de México y a pie, supuso para aquellos franciscanos que se encaminaban hacia lo imprevisto, en una misión evangelizadora y pacificadora concreta.
¿Quieres escaparte a Querétaro? Descubre y planea aquí una experiencia inolvidable