Los pericúes: el pueblo indomable de Los Cabos - México Desconocido
Buscador
Ver revista digital
Conoce México

Los pericúes: el pueblo indomable de Los Cabos

Baja California Sur
Pericúes
© Raíces

Uno de los pueblos originarios que sigue levantando incógnitas es el de los pericúes, habitantes ancestrales de Los Cabos. Su resistencia y posterior desaparición a causa del avance español, eliminó casi por completo mucha de su historia y cultura.

La conquista española sobre los territorios que hoy constituyen México, fue un proceso complejo en el cual, tanto la evangelización como la violencia tuvieron diferentes secuelas sobre los pueblos originarios de Mesoamérica, Oasisamérica y Aridoamérica. Tristemente, a razón de este proceso, varios de ellos desaparecieron. Una de esas comunidades fue la de los pericués, habitantes de lo que hoy son Los Cabos.

Cabo San Lucas, Baja California Sur. © Wikipedia.

El misterio alrededor de los pericúes

Hoy en día es poco lo que sabe sobre los pericúes. Habitaron el sur de la Península de Baja California, lo que corresponde hoy en día a la zona del municipio de Los Cabos, en el estado de Baja California Sur (sobre todo en Cabo San Lucas y lo que comprende gran parte de la región y las islas de Espíritu Santo, Cerralvo y San José).

Se sabe por trabajos arqueológicos, etnográficos y de otras disciplinas, que Baja California empezó a tener ocupación humana por lo menos desde el año 9500 a. C. La zona se inscribe entre los ecosistemas semidesérticos. Los pericúes en particular, ocuparon las tierras y costas más productivas de la península.

Sobre su lengua, los registros conocidos de ella no son los suficientes para clasificarla en alguna familia lingüística. Se especula que pudo haber estado relacionada con el dialecto Yumano – Cochimí (Hokana).

¡Descubre el México Auténtico a través de nuestro podcast!

Mapa del territorio ocupado por los pericúes. © Raíces.

Lo que se sabe de los pericúes

Los testimonios escritos acerca de este pueblo corresponden sobre todo a crónicas y libros de viaje, escritos por navegantes y corsarios de habla inglesa del siglo XVIII. Destaca en este sentido el diario del pirata George Shelvocke. También hubo testimonios por parte de los jesuitas que tuvieron contacto con ellos, haciendo llegar noticias de su vida a personalidades de la talla de Francisco Javier Clavijero.

Gracias a estas fuentes primarias y a los estudios de la actualidad, se sabe que los pericúes eran hábiles navegantes; capturaban peces, mariscos y mamíferos marinos en las aguas del sur del Golfo de California. Sus balsas las hacían de madera y usaban remos de doble hoja. Empleaban arpones, dardos, arcos y flechas para la pesca.

No usaban la cerámica, sino canastas de cestería y calabazas a manera de recipientes. Tampoco practicaron la agricultura. El agave, el fruto de los cactus y la caza menor eran sus recursos terrestres.

Las comunidades de esta gente parecen haber sido políticamente independientes. Es probable que sus liderazgos hayan sido hereditarios y varias veces fueron ocupados por mujeres. Así mismo, tuvieron diferentes conflictos con los guaycura, un pueblo vecino.

Ilustraciones del diario del pirata George Shelvocke que retratan a los pericúes. © Raíces.

La llegada de los españoles, los jesuitas y su desaparición

Los primeros contactos entre españoles y pericúes se dieron alrededor de 1530, cuando Fortún Jiménez y otros amotinados de una expedición enviada por Hernán Cortés a Baja California, llegaron a la región. Poco tiempo después, el propio Cortés los conocería. Más tarde, encuentros esporádicos ocurrieron con exploradores, misioneros, los marineros de los galeones de Manila y buscadores de perlas, todos ellos entre los siglos XVI y XVIII.

Los jesuitas establecieron su primera misión evangelizadora permanente en la región hasta el año 1697. Sin embargo, tardaron más de dos décadas en penetrar completamente Los Cabos. Allí, la orden religiosa fundó diferentes misiones dedicadas a la evangelización de los pericúes y otras gentes de la península, donde además de ser catequizados, aprendieron diferentes oficios y la agricultura.

Martirio del religioso Lorenzo Carranco en la rebelión pericú. © Wikipedia.

Sin embargo, en 1734 los pericúes junto a los demás pueblos de Baja California se rebelaron contra los españoles. Esto se debió a los maltratos, abusos y la explotación cometidos por militares y aventureros. La reconvención de un jesuita contra un cacique encendió la chispa. Los locales atacaron destacamentos y misiones religiosas, asesinando militares, sacerdotes y conversos. En su lucha contra la opresión, tuvieron el apoyo de esclavos negros fugitivos.

Pasaron algunos años, y en 1737 las autoridades virreinales establecieron en San José del Cabo una fortaleza para contener la rebelión. Las acciones militares, pero sobre todo las enfermedades llevadas por los europeos (ante las cuales la población nativa no tenía defensas biológicas por ser inexistentes entre ellos) diezmaron a la comunidad pericú, al grado de llevarla al punto crítico de su extinción. Para el momento en que la Corona Española expulsó a los jesuitas de todas sus posesiones en 1767, los pocos pericúes que quedaban ya habían sido asimilados culturalmente, desapareciendo definitivamente todos los rasgos originales de su comunidad.

baja californiaConoce MéxicoLos cabosMéxico DesconocidoPericúes
autor Poeta y ensayista. Historiador de formación. México es sus misterios.
Comentarios