Biografía de Luis G. Urbina, de la orfandad a la poesía
Luis G. Urbina fue uno de los poetas más influyentes en México durante el siglo XIX y un hombre de renombre para la cultura del país.
Luis G. Urbina, cuyo nombre completo es Luis Gonzaga Urbina, fue un poeta, escritor y crítico musical/teatral mexicano que llegó a formar parte del grupo de reconocidos artistas y políticos de su época, pues poseía una admirable sensibilidad para escribir y era un hombre de excelencia, lo que le valió la protección de Justo Sierra.
G. Urbina llegó a desempeñar cargos de gran importancia para la cultura de México, principalmente como profesor en las escuelas más importantes del país, así como director y secretario de varias instituciones destinadas a la divulgación y estudio de la cultura, historia, literatura y artes.
Luis Gonzaga Urbina es reconocido como un fino crítico de música y teatro, así como uno de los poetas mexicanos más grandes del siglo pasado por haber formado parte de la transición del romanticismo al modernismo; con una calidad exquisita en sus escritos que llegaron a cobrar mucha relevancia y la mantuvieron aún después de la muerte de Urbina.
Su vida estuvo marcada por una ferviente pasión por las letras, reflejada en su vasta producción literaria y su compromiso con la difusión cultural en México más allá de sus fronteras; rodeado de los artistas más relevantes de la historia moderna de México, en una época de suma importancia para el país: La Revolución Mexicana.
Primeros Años y Formación de Luis G. Urbina
Oficialmente nacido el 8 de febrero de 1864 en la Ciudad de México, el mes de nacimiento del ilustre Luis G. Urbina ha sido tema de debate entre historiadores desde siempre, pues se conoce muy poco de su infancia, debido a su condición de huérfano.
Luis Gonzaga Urbina mostró desde temprana edad un interés notable por la literatura y el periodismo, estudió en la Escuela Nacional Preparatoria y posteriormente en la Escuela Nacional de Jurisprudencia, aunque su verdadera vocación lo llevó a frecuentar los círculos literarios y periodísticos de la época, donde cultivó amistades con destacados intelectuales.
Una Trayectoria ilustre, Luis G. Urbina
Durante El Porfiriato, Luis G. Urbina comenzó su carrera como redactor y periodista para el periódico liberal El Siglo XIX; llamando la atención del entonces Ministro de Instrucción Pública: Justo Sierra.
Justo Sierra apadrinó a Luis G. Urbina convirtiéndolo en su secretario, tiempo en el cual se comenzó a desenvolver en el ámbito cultural, haciendo amistad con el poeta, escritor y cronista mexicano: Manuel Gutiérrez Nájera, quien sería una gran influencia en sus obras.
Luis G. Urbina fue un afamado profesor, dio cátedra sobre Literatura Española en la Escuela Nacional Preparatoria y en la Escuela Nacional de Altos Estudios, dio clases en Cuba durante su exilio e impartió conferencias en Argentina en la Universidad de Buenos Aires sobre literatura mexicana, que luego serían publicadas como La vida literaria de México y Literatura Mexicana durante la Independencia
Urbina fue aclamado por su crónica y considerado un exquisito crítico de música y teatro, escribiendo para revistas especializadas de renombre como El Mundo Ilustrado, La Revista de Revistas e incluso El Imparcial, del cual fue editor durante 1911. También es recordado por su colaboración en la Revista Azul, una legendaria publicación divulgadora del modernismo americano fundada por Manuel Gutiérrez Nájera; pero sin duda, se le recuerda especialmente por su excepcional obra poética.
En 1903, Luis G. Urbina publicó su obra cumbre «La poesía en la evolución social del pueblo mexicano», un estudio seminal sobre la poesía popular en México que lo consagró como uno de los principales intelectuales de su época.
Compromiso Social y Político
Además de su labor como escritor, Luis Gonzaga Urbina fue un ferviente defensor de los derechos humanos y la justicia social. Participó activamente en movimientos políticos y sociales de su época, abogando por la democratización y el progreso de México. Su compromiso con las causas sociales se reflejó en gran parte de su obra, donde denunció las injusticias y la desigualdad que aquejaban a la sociedad mexicana de su tiempo.
En 1913 fue nombrado Director de la Biblioteca Nacional de México hasta 1915, año en que las fuerzas revolucionarias tomaron la Ciudad de México y se nombró presidente al General Álvaro Obregón. Ante estos hechos, Luis. G. Ubrina se exilió en La Habana, Cuba; por haber sido partidario alguna vez y erróneamente, de Victoriano Huerta.
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La vida en el extranjero de Luis G. Urbina
En Cuba, Luis G. Urbina fundó El Heraldo de La Habana, periódico que lo envió a Madrid como corresponsal en 1917, lugar que se volvería su hogar hasta su muerte en 1934. Estando en Madrid, España, se encontraría con un sin fin de mexicanos ilustres como Diego Rivera.
En 1917 hizo un viaje a Argentina donde da una cátedra sobre literatura mexicana en la Universidad de Buenos Aires, regresó a Madrid en 1918 y fue nombrado Embajador de México, puesto que abandonó en 1920 para regresar a su país de origen.
En 1920, Luis G. Urbina regresa a México y es nombrado Secretario del Museo Nacional de Arqueología, Etnografía e Historia; pero el asesinato de Venustiano Carranza aquél 21 de mayo de 1920 le obligó a regresar a Madrid, en donde trabajo como secretario y posteriormente encargado de la Comisión Del Paso y Troncoso.
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Últimos Años y Legado
Luis Gonzaga Urbina falleció el 18 de noviembre de 1934 en Madrid, España, dejando tras de sí un legado literario y cultural que perdura hasta nuestros días.
Su influencia se extiende más allá de las fronteras mexicanas, siendo reconocido como uno de los pilares de la literatura hispanoamericana. Sus escritos continúan siendo objeto de estudio y admiración, inspirando a nuevas generaciones de escritores y pensadores.
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Obras más importantes de Luis G. Urbina
Entre las obras más destacadas de Luis G. Urbina se encuentran:
Crónicas
- Cuentos vividos y crónicas soñadas (México, 1915)
- Bajo el sol y frente al mar, impresiones de Cuba (1916)
- Estampas de viaje: España en los días de la guerra (1920)
- Toda su obra en prensa
Trabajos académicos
- Antología del Centenario México, 1910, colaboración con Pedro Henríquez Ureña y Nicolás rangel)
- La Literatura Mexicana (Conferencia, México 1913)
- El teatro nacional (1914)
- La literatura mexicana durante la guerra de la Independencia (Madrid, 1917)
Obra poética
La poesía de Luis G. Urbina es el genio por el que más y mejor es recordado el autor, aún cuando se desempeñó de manera formidable en los puestos que ocupó durante toda su vida. Estas son las obras poéticas de Luis G. Urbina que tienes que leer:
- Versos (México, 1890)
- Ingenuas (París, 1910)
- Puesta de Sol (1910)
- Lámparas en agonía (México, 1914)
- El poema de Mariel (1915)
