Misnébalam: el pueblo fantasma cerca de Mérida
Si eres de esas personas que al viajar busca una sensación de aventura con tintes de exploración, el pueblo fantasma de Misnébalam, en Yucatán, debe estar en la lista de tus próximos destinos. Aquí te diré cómo llegar hasta ahí.
El simple hecho de recorrer el camino que lleva a una añeja hacienda, que en esencia es el corazón de lo que era una pueblo con una próspera industria henequenera, te llena de una apasionante sensación de nostalgia. La aventura vale la pena.
A tan solo minutos de la ciudad de Mérida, te adentrarás al México antiguo, uno prácticamente posrevolucionario, donde las historia se “guarda” en las paredes de las construcciones de este lugar, pero eso sí, estarás en total soledad.
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Misnébalam es sede de varias leyendas urbanas e incluso de orden paranormal; este pueblo fantasma cuenta con una rica historia, ya que hace 100 años aproximadamente fue uno de los puntos más importantes de la Península de Yucatán; seguro querrás conocer su historia.
Historia del pueblo fantasma de Misnébalam
La construcción de lo que hoy es un pueblo fantasma, comenzó a finales del siglo antepasado, pero realmente su esplendor ocurrió durante la época del auge henequenero, por ahí de 1920, de acuerdo con documentos originales que respaldan este dato.
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¿Qué es el henequén?
La importancia de esta hacienda es indiscutible cuando se entiende que el henequén era considerado como el “oro verde” en la época prehispánica; incluso, apenas en el siglo pasado propició una derrama económica muy importante.
El henequén es una planta del género de los agaves, cuyas fibras se utilizaban para la fabricación de sogas y cordeles. Naturalmente, cuando el hilo sintético llegó, la industria del henequén se fue en picada, incluyendo la Hacienda de Misnébalam.
Los dueños de Misnébalam
Según uno de los documentos que posee la Biblioteca de Yucatán, don Fidencio Marqués era el dueño original de la hacienda, pero el 22 de octubre de 1921 sufrió un atentado cuando se dirigía a su propiedad. Uno de sus hijos logró llevarlo herido a Mérida, donde le salvaron la vida.
Después de ese ataque, sumado a que la industria decayó, paulatinamente la hacienda y todo el pueblo alrededor comenzó a ser abandonado hasta que en 2005 fue declarado con población CERO.
Leyendas en el pueblo fantasma de Misnébalam
La leyenda de Juliancito
Decenas de artículos y testigos aseguran que en el pueblo fantasma de Misnébalam habita el fantasma de un niño llamado Juliancito, una de las historias más sonadas en el lugar.
Incluso, varios programas y canales dedicados a lo paranormal han realizado un sinfín de trabajos relacionados con este caso. En el lugar, hay un altar para que puedas dejarle un dulce o juguete a Juliancito, y así no te haga travesuras.
El Monje de Misnébalam
Es común también la historia de un monje que por las noches aparece en la iglesia del pueblo, la cual está justo frente a la entrada de la hacienda; dicen que este supuesto espectro viste una túnica negra y sube al techo de la iglesia.
Como te podrás dar cuenta, el mote de pueblo fantasma no solo está relacionado con la realidad de población “cero” que existe en esta bella hacienda, sino a las leyendas que se han generado en torno al pueblo.
Cómo llegar al Pueblo Fantasma de Misnébalam
Misnébalam pertenece a la Subcomisaría de Santa María Yaxché, y te digo esto para que te cerciores ponerlo bien en Waze o en Google Maps, ya que hay otra comunidad con el nombre de Misnébalam.
La que buscamos se encuentra en el kilómetro 17 de la carretera Mérida-Progreso; pero ojo, esta es la desviación, porque después, deberás adentrarte a un camino de tierra unos 5 kilómetros, donde verás ganado y algunas pequeñas construcciones.
Estoy seguro de que identificarás Misnébalam rápidamente; llegar al pueblo fantasma de Misnébalam realmente es fácil y no hay nadie que cobre alguna cuota. De hecho no hay nadie, pero es justo aquí donde comienza tu aventura de exploración, y para lograrlo podrás dedicar muy poco tiempo si estás en Mérida, debido a la cercanía.
Vive, viaja, siente esta aventura, te prometo que no lamentarás visitar este lugar.
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