Tequila, Jalisco, Patrimonio Mundial de la Humanidad
Descubre por qué esta región mexicana fue declarada en 2006 Patrimonio Mundial de la Humanidad, bajo la denominación de Paisaje agavero y antiguas instalaciones industriales de Tequila, y conoce todo lo que puedes hacer en este Pueblo Mágico de Jalisco.
¿Por qué Tequila es Patrimonio Mundial de la Humanidad?
Mucho tiempo antes de siquiera figurar en la lista tentativa del Patrimonio Mundial de la Humanidad, lo que hoy conocemos como el Pueblo Mágico de Tequila, Jalisco, estuvo poblado por toltecas, chichimecas y otomíes. Este municipio se hizo famoso por darle denominación de origen a una de las bebidas típicas mexicanas: el tequila, destilado de fama internacional. El agave ha sido utilizado desde hace al menos dos mil años para elaborar textiles y bebidas fermentadas. Asimismo, los campos de agaves azules ofrecen una bellísima vista a todo el que llega a visitar estas tierras.
Mark Gutt Fueron las antiguas instalaciones industriales de Tequila, el vasto paisaje de sus agaves azules y cada una de las plantas utilizadas en la elaboración del tequila quienes en julio de 2016 hicieron a este Pueblo Mágico acreedor del título de Patrimonio Mundial de la Humanidad: 34 mil 658 hectáreas que van de las faldas del Volcán Tequila hasta el profundo cañón del Río Grande figuran en la lista de la UNESCO.
Brenda Islas Además de esto, tras cruzar el pueblo de calles empedradas, encontrarás coloridos cafés, tiendas de artesanías y un hotel de grandes ventanales y flores frescas: Solar de las Ánimas. El olor delicioso y dulce que invade el pueblo por las piñas de agave cociéndose en los hornos de las destilerías te atrapará. Entre las muchas destilerías que hay en Tequila, encontrarás La Rojeña, la más antigua de América Latina (1758) y donde se fabrica diez por ciento de la producción de casa Cuervo.
Archivo MD Bajo tierra, no te puedes perder la visita a la cava de Reserva de la Familia y una comida en el restaurante La Antigua Casona, anexo al hotel, donde varios platillos utilizan como ingrediente al tequila. En la terraza del hotel piérdete horas contemplando las montañas y las chimeneas de las destilerías (que al parecer son más de veinte), camina por los portales del siglo XVII, admira los coloridos murales del Palacio Municipal, recorre la animada plaza y entra a la Parroquia de Santiago Apóstol.
Otro de los imperdibles en este Patrimonio Mundial de la Humanidad es la Hacienda El Centenario, propiedad de Mundo Cuervo. Aquí debes explorar los jardines, donde las esculturas de Leonora Carrington y el Gran Kiosco te llenaran la cabeza de seres mitológicos. Para desayunar pide los huevos motuleños. De regreso a Guadalajara aborda el tren Jose Cuervo Express que te recibirá con mariachis y danzantes, en medio de una lluvia de sombreros y notas de guitarrón. Lo último que tus ojos verán es la tarde anaranjada cayendo sobre los campos de agave y los jimadores lanzando piñas a un camión para llevarlo a alguna destilería: esa foto va para Instagram.
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- Del 30 de noviembre al 12 de diciembre se lleva a cabo la Feria Nacional del Tequila
