La trágica historia de Clipperton: el último territorio perdido por México
La Isla Clipperton fue el último territorio que perdió México y que siempre estuvo ligado a la tragedia y desgracia de sus habitantes.
Clipperton es una pequeña isla que se encuentra en el Océano Pacífico, relativamente cerca del puerto de Acapulco. Sin embargo, a pesar de haber pertenecido legítimamente a México, le fue arrebatado de manera arbitraria y quedó bajo el poder de Francia. ¡Conoce esta historia!
La historia de Clipperton, el último territorio perdido por México
Clipperton es un lugar pequeño, mide alrededor de 5 kilómetros de longitud y 2 kilómetros de diámetro. Se encuentra a 1,200 kilómetros (aproximadamente) del puerto de Acapulco. Además, no se sabe con certeza si fue habitada por alguna etnia o tribu durante la época prehispánica.
De hecho, el primer registro que se tiene de su existencia data de 1527. En ese año, este atolón fue encontrado por el explorador español Álvaro de Saavedra. Debido a esto, España tenía derecho sobre este territorio, el cual heredó a México después de que se independizara. Sin embargo, este hecho no lo respetaron ni Francia ni Estados Unidos.
La disputa por Clipperton
Cabe destacar que, después de Saavedra, llegaron otros navegantes. Entre ellos estaban quienes le dieron el nombre de «La Isla de la Pasión«. Posteriormente, ya en el siglo XVIII, arribó un pirata inglés llamado John Clipperton de quien recibió el nombre oficial.
No obstante, debido a que John era pirata, Inglaterra no pudo hacer ningún tipo de reclamo sobre la isla. Francia, en cambio, sostenía que había tomado posesión de La Isla de la Pasión el 17 de noviembre de 1858 gracias al teniente francés Víctor Le Coat de Kerveguen. Por lo tanto, el gobierno francés declaró que le pertenecía.
Pero, ¿por qué había tanto interés en poseer este atolón? La respuesta estaba en la gran abundancia de guano. Sin embargo, la explotación de esta materia prima resultó insostenible. Pero, tiempo después hubo algo más y es que Clipperton despertó intereses políticos con el proyecto de la construcción del Canal de Panamá.
Debido a lo anterior, durante el siglo XIX, tanto Francia como Estados Unidos y México se disputaron el dominio del atolón. Esto llevó a que, finalmente, México y Francia llegaran a un acuerdo. Se someterían a la voluntad de Víctor Manuel III, rey de Italia quien decidiría a quién le iba a pertenecer. Sin embargo, la respuesta la obtuvieron hasta un par de décadas después.
Así que, mientras tanto, concedieron a la Pacific Island Company el permiso para la explotación de guano. Gracias a esto, en 1906 llegaron a vivir alrededor de 100 habitantes. Entre ellos había ingenieros, militares, trabajadores y las familias de estos. Además, para el control de la población, Ramón Arnaud fue nombrado gobernador de La Isla.
La maldición de habitar La Isla de la Pasión
No obstante, pocos años después, la Pacific se declaró en bancarrota. Fue en ese momento cuando comenzaron las desgracias. Al principio, algunos barcos partían de Acapulco hacia Clipperton para llevarles víveres. Sin embargo, este hecho fue interrumpido por el estallido de la Revolución Mexicana.
El país se encontraba sumido en una profunda crisis y en lo que menos se pensaba era en la existencia de aquella isla tan lejana y pequeña. Poco a poco, la gente comenzó a quedarse sin comida, agua y a morir. Fue hasta 1914 cuando, Victoriano Huerta, mandó un barco con provisiones. Sin embargo, este fue hundido y la noticia llegó a Clipperton.
Tenían que hacer algo así que, al enterarse, tres generales decidieron embarcarse en una pequeña balsa hacia Acapulco. No obstante, contrario a lo que pueda pensarse, los revolucionarios se negaron a prestar ayuda a gente afín al viejo régimen.
La lucha por sobrevivir
En Clipperton todo empeoraba. Las muertes y enfermedades por desnutrición eran cada vez más frecuentes. Solo algunos hombres, mujeres y niños lograron sobrevivir gracias al consumo de pescado y agua de coco.
A pesar de todo, en junio de 1915 llegó un barco norteamericano de rescate. Sin embargo, se dice que Ramón Arnaud se negó a ir con ellos pues temía ser enjuiciado por la deserción que había hecho cuando era joven. De esta manera, no solo se condenó a sí mismo sino a los demás sobrevivientes.
No obstante, de acuerdo con Gabriela Arnaud –descendiente de aquel capitán–, Ramón decidió quedarse para defender la soberanía de México sobre Clipperton. De esta manera, el capitán no solo mostró su valor sino también su amor por nuestra Patria.
Tiempo después, él y otro par de hombres murieron ahogados tratando de alcanzar a un barco que los rescatara. Solo quedó un varón en la Isla. No obstante, pasaron pocos meses para que dicho sobreviviente perdiera la cabeza.
Su nombre era Victoriano Álvarez y, al quedar solo, se declaró rey de Clipperton. Sin embargo, su locura fue tal que se dedicó a violar a las mujeres que quedaban e incluso llegó a asesinar a algunas. Se dice que, cuando intentó hacer lo mismo con la esposa del fallecido gobernador, esta lo asesinó.
No se sabe cuánto tiempo pasó pero, finalmente, la pesadilla terminó. Un navío militar de Estados Unidos rescató a los sobrevivientes y tomaron una foto para inmortalizar el momento. Se trataba de cuatro mujeres y siete niños, quienes lucharon incansablemente por sobrevivir.
Cabe destacar que, 22 años después de que Francia y México solicitaran la decisión del rey italiano, éste, de manera arbitraria, otorgó el poder de Clipperton a Francia. Por lo mismo, aunque la existencia de esta Isla estaba contemplada como parte del territorio mexicano en las constituciones de 1824, 1857 y 1917, en 1934 se modificó la Constitución y se quitó a Clipperton.
Poco tiempo después, Francia creó una pequeña base militar en Clipperton que fue desmantelada en 1944. Desde entonces, solo es visitada por algunos aventureros, investigadores y empresas con intenciones de explotar sus recursos naturales. Cuéntanos, ¿conocías esta historia?
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