Cuando Guatemala formó parte de México: el origen del conflicto por Chiapas
Cuando México se independizó, se convirtió en un imperio. En esa época, Guatemala formó parte del territorio mexicano. Después se separó, y Chiapas quedó en disputa entre ambos países. Conoce más sobre este pasaje histórico.
Tras la consumación de su independencia, en México se dieron una serie de sucesos que desembocaron en la proclamación de Agustín de Iturbide como emperador del joven país. Por consiguiente, nació el primer Imperio Mexicano. Los territorios que lo abarcaban no solo incluían los actuales 32 estados de la federación, sino también los que se perderían en la guerra con Estados Unidos en 1847. Además, los países que actualmente conforman Centroamérica también pertenecieron al imperio. La más significativa de esas naciones para la historia mexicana, fue Guatemala.
La independencia nacional y el Imperio Mexicano
Tras la firma de los Tratados de Córdoba y la entrada del Ejército Trigarante en la Ciudad de México en 1821, al fin el país había conquistado su tan deseada independencia de España. La firma del Acta de Independencia del Imperio Mexicano consumó el proceso, y configuró al nuevo estado-nación como un imperio.
Inmediatamente se conformó la Junta Provisional Gubernativa, que asumió facultades legislativas. Dicha junta convocó a un congreso constituyente y organizó la Regencia, órgano que fungiría como poder ejecutivo mientras se reunía al congreso, quién definiría quién debía ocupar el trono mexicano.
Después de una serie de invitaciones infructuosas a nobles europeos, parecía que no había alternativas. En el Congreso, había un fuerte conflicto entre republicanos, borbonistas e iturbidistas respecto a quién debían coronar. Los últimos, con el apoyo del ejército y las masas populares de la capital, proclamaron la entronización de Agustín de Iturbide como primer emperador de México. Esto sucedió la noche del 18 de mayo de 1822. Al día siguiente, el Congreso no tuvo otra salida más que ratificar el pronunciamiento y hacer emperador a Iturbide.
Las invitaciones para formar parte del Imperio Mexicano. El Reino de Guatemala se une
Pero inclusive antes de su entronización, en 1821 Agustín de Iturbide había enviado cartas a las provincias que formaban el Reino de Guatemala, exhortándolas a unirse al Imperio Mexicano. Las quiso convencer con el argumento de no sucumbir como naciones recién independizadas ante potencias extranjeras.
Hay que recordar que hasta 1821, el Reino de Guatemala (también conocido como Capitanía General de Guatemala) había formado parte del Virreinato de la Nueva España, durante el dominio español. Estaba formado por varias provincias que actualmente son los países de Centroamérica: Guatemala, Belice, El Salvador, Honduras, Nicaragua y Costa Rica. También Chiapas era parte de los territorios del reino guatemalteco.
La respuesta de estas provincias fue en su mayor parte positiva. Lo que respecta al territorio que es actualmente Guatemala, Iturbide contaba ahí con un fuerte grupo de seguidores, provenientes de la oligarquía local; se les conocía como la facción imperial. También había un grupo opositor, el cual fue llamado partido liberal o republicano. Éste impidió que, al proclamarse la independencia en la capital guatemalteca, se estableciera la anexión inmediata al imperio.
Los meses que tardó la facción imperial guatemalteca en imponerse y suscribir la unión con México, fueron aprovechados por los dirigentes políticos de otras provincias, entre ellas la de Chiapas. Éstas optaron por unirse al imperio por cuenta propia, a fin de sacudirse de encima la hegemonía de la Ciudad de Guatemala. Esto empezó a fracturar la unidad de la antigua capitanía. Al final, con sus conflictos internos resueltos, Guatemala terminó uniéndose al Imperio Mexicano. Su propósito era mantener su predominio sobre las otras provincias.
Los conflictos internos de Centroamérica y la separación de Guatemala
La unión a México solo evidenció la disputa de poderes que había entre las provincias de la que fuera la capitanía general. El Salvador se negó a integrarse al Imperio Mexicano, ya que tenía una mala relación con las autoridades guatemaltecas. Ante esto, con apoyo de sus fuerzas armadas así como las tropas que envío Iturbide, Guatemala forzó a su vecino a unirse también al imperio.
En esta etapa, los conflictos internos entre el gobierno de Guatemala y las autoridades de las demás provincias fueron más que frecuentes. La presencia de tropas mexicanas al mando del capitán Vicente Filisola, las cuales velaban por los intereses estratégicos del imperio, impidieron afianzar la anexión. Además, estas huestes representaban un fuerte gasto para los locales. Por otro lado, las autoridades mexicanas impusieron elevadas tarifas fiscales, así como una serie de medidas que afectaron sobre todo a la clase acomodada de la capital guatemalteca.
Ya para 1823 era claro el fracaso de esta anexión. Finalmente durante ese año, los dirigentes centroamericanos aprovecharon la caída de Iturbide en México (gracias al Plan de Casa Mata), para dar por terminada la unión con el imperio. El 1o. de julio de 1823, mientras el congreso mexicano intentaba reorganizar al país como una república, Guatemala y los territorios vecinos proclamaron su propia independencia bajo el nombre de Provincias Unidas de Centro América.
Guatemala y la disputa con México por Chiapas
Tras separarse de México, las cosas no mejoraron para las Provincias Unidas de Centro América. Después de la caída de Agustín de Iturbide, Chiapas había decidido también separarse de territorio mexicano, pero por otro lado, no quisieron reincorporarse a las demás provincias. En cambio, la provincia del Soconusco (que actualmente es parte de Chiapas) había decidido separarse del Imperio Mexicano e incorporarse a Centro América.
Sin embargo, para cuando México era ya una república en 1824, el territorio chiapaneco decidió unirse a él. Para asegurar esta unión, la República Mexicana forzó la anexión también del Soconusco, cuya renuencia podía poner en peligro la integración de Chiapas al resto del país. Esto generaría una disputa territorial primero con las Provincias de Centro América, y para cuando ésta se disolvió, continuaría con Guatemala. La frontera entre ambos países no sería nada definido, menos aún con las turbulencias políticas que cada uno tuvo en el siglo XIX. La cuestión de Chiapas y el establecimiento de la frontera definitiva no se resolvería hasta el gobierno de Porfirio Díaz, en 1882.