«Los Cangrejos»: la canción satírica de Guillermo Prieto contra los conservadores que se volvió un himno popular
La canción compuesta por Guillermo Prieto, "Los cangrejos", se volvió un canto popular no solo contra los conservadores, sino también contra la Intervención Francesa y la defensa de la República en México. ¿La conocías?
Dentro de la historia de México no hubo periodo más turbulento, pero también más apasionante, que el que comprende tanto la Guerra de Reforma (1857-1860) como la Intervención Francesa (1861-1867). La lucha entre los proyectos nacionales de liberales y conservadores, es decir, la república federal frente a la monarquía respectivamente, no solo se libró en los campos de batalla, sino también en los periódicos y las pulquerías. Muestra de ello es una canción que se volvió una verdadera oda a la resistencia popular frente al intervencionismo europeo: «Los Cangrejos».
Guillermo Prieto, el compositor de «Los Cangrejos»
Cuando se desataron los primeros enfrentamientos políticos entre liberales y conservadores, sobre todo después de la Revolución de Ayutla en 1854, empezó a volverse habitual escuchar en la calle la palabra «cangrejos». Este era el mote que tanto liberales como las clases populares de la Ciudad de México (y otras urbes del país) usaban para referirse a los conservadores.
Les llamaban «cangrejos» porque en lugar de querer que el país progresara hacia la modernidad, querían retroceder. Daban pasos hacia atrás, hacia el antiguo régimen colonial, hacia un orden social de fueros para el clero y el ejército. Caminaban en retroceso, como los cangrejos.
Es en este momento cuando el escritor y periodista liberal Guillermo Prieto, siempre caracterizado por su fiera y aguda pluma en sus artículos periodísticos, poemas y crónicas, compuso una marcha que satirizaba las ideas y posturas políticas de los conservadores. Aprovechando precisamente el mote que se le daba a gente como Miguel Miramón, Félix Zuloaga o Juan Nepomuceno Almonte, decidió nombrar a su canción «Los Cangrejos».
Dicha composición, como señala el historiador Ricardo Pérez Montfort, fue elaborada antes de la promulgación de la Constitución de 1857. En ella Prieto desplegó su maestría escritural, y dio rienda suelta a una serie de imágenes mordaces que no dejaban títere con cabeza. Su elevada cantidad de coplas menciona distintos sucesos relacionados con el «bando reaccionario». Esto era el colofón del desparpajo y la falta de respeto que no solo sentían los del bando del célebre cronista, sino sobre todo lo que sentía la gente del pueblo hacia los conservadores.
«Los Cangrejos» se vuelve un himno popular
A pesar de que las satíricas coplas se empezaron a popularizar de forma casi inmediata, éstas no verían su verdadera fama hasta que estalló la Guerra de Reforma en 1857. Los soldados y guerrilleros de los ejércitos liberales empezaron a propagar la canción. Se entonaba en pulquerías, salones de baile y muchos sitios del país.
Tras el triunfo de Benito Juárez y los suyos en la batalla de Calpulalpan en 1860, el bando conservador no se daría por vencido. Es así que gracias a la coyuntura internacional se hicieron del favor del emperador de Francia, Napoleón III. Con Juan Nepomuceno Almonte a la cabeza (hijo del héroe de la Independencia, José María Morelos), lograrían hacer que tropas francesas llegaran a México para imponer un gobierno monárquico.
Tras la victoria de la República en la batalla de Puebla el 5 de mayo de 1862, la entrada de Maximiliano de Habsburgo a la capital del país como nuevo Emperador de México en 1864, así como el inicio del peregrinaje de Juárez y su gabinete para resistir a los invasores, la canción tomó un nuevo carácter.
«Los Cangrejos» ya era ampliamente parte del dominio público. Sin embargo, la satírica marcha se transformó ahora en un himno de la resistencia tanto de la República como del pueblo contra la intervención europea.
Esto formaría parte de una encarnada crítica hacia los conservadores que habían propiciado la entrada del Segundo Imperio Francés en los asuntos mexicanos. También se hizo mofa de Napoleón III y Maximiliano en diversos periódicos. La sección de las caricaturas fue otro elocuente campo de ataque hacia la reacción y los imperialistas.
Posteridad de «Los Cangrejos»
Después del triunfo final de Benito Juárez y la instauración definitiva de la República en México en 1867, la canción de «Los Cangrejos» se volvió parte de un repertorio musical ligado a lo fue una de las etapas más convulsas del país.
Como indica Pérez Montfort, fueron muchas y diferentes las formas en que se dio el «intercambio cultural” dentro de la sociedad mexicana del siglo XIX. Muchas de las canciones que cantaron y bailaron las clases populares, surgieron de las “plumas cultas” de escritores como el propio Guillermo Prieto, Ignacio Ramírez “El Nigromante” o Vicente Riva Palacio. Ellos a su vez se inspiraron en el habla y las aficiones del pueblo.
También esto demuestra que ya para ese momento, había surgido un sentimiento de identificación generalizada con el proyecto político de la República. Ese sentir también propiciaría la derrota definitiva del imperio de Maximiliano y los conservadores.
En 1973 el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), como parte de un proyecto para el rescate de la música folclórica mexicana, recopiló las canciones y partituras que marcaron los principales momentos de la Intervención Francesa.
El resultado sería un disco, Cancionero de la Intervención Francesa, el cual se lanzó en ese año. La producción reunió a varios cantantes populares, destacando sobre todo las interpretaciones de Amparo Ochoa. Evidentemente, la canción que da inicio a este trabajo musical es la de «Los Cangrejos».