5 Pueblos Mágicos ideales para recibir la primavera

Valladolid

Esta primavera escápate a Valladolid, uno de los dos Pueblos Mágicos de Yucatán (Izamal es el otro), una ciudad que sorprende a sus visitantes con sus hermosas construcciones coloniales, sus increíbles cenotes y la exquisitez de sus trabajos artesanales, particularmente los bordados de notable tradición maya.

A tan solo 42 km de Valladolid se encuentra Chichén Itzá, una de las 7 Maravillas del Mundo que vale la pena conocer y admirar, sobre todo durante el equinoccio de primavera, cuando decenas de personas se reúnen en este sitio arqueológico para recargar nuevas energías y ser testigos de un increíble espectáculo visual único.

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Durante los equinoccios de primavera y otoño, al topar los rayos de sol en las alfardas de la escalera principal, se produce un espectáculo increíble de luz y sombra. Se van formando triángulos de luz producto de la sombra que proyectan los nueve cuerpos o plataformas de la pirámide. Esa sombra, conforme avanza el sol, recorre el muro deslizándose hacia abajo hasta iluminar la cabeza de una de las serpientes que se encuentran al inicio de la escalinata. Según los investigadores, este efecto simboliza el descenso del dios Kukulcán a la tierra, para comenzar así el ciclo agrícola.

Mazunte

Llénate con la energía de las costas del Pacífico, específicamente en el encantador y rústico Pueblo Mágico de Mazunte, en Oaxaca, un pueblo de pescadores que se ha convertido en el destino perfecto de los amantes de la naturaleza y del mar. Aquí, además de sus paradisíacas playas de arena dorada, y sus alrededores cubiertos de manglares, humedales y selva, también se pueden presenciar espectáculos naturales únicos como el arribo de las tortugas golfinas que llegan a este punto.

Mazunte también es un buen lugar para irte de descanso y también para recibir la primera. En esta temporada y en especial durante el equinoccio, se realizan rituales con curanderos, fiestas y festivales para recibir este nuevo ciclo.

Papantla

En el Pueblo Mágico de Papantla, lugar de vainilla, aves y voladores que levantan el vuelo según la tradición, la primavera se recibe entre rituales, fiesta, música y danza.

Una buena razón para viajar a Papantla y recibir la primavera, es porque aquí se realiza año tras año Cumbre Tajín, un festival en torno al equinoccio de primavera, el cual reúne música, arte, danzas y muchas otras actividades relacionadas con la creación artística y los rituales tradicionales.

También en esta época, los Voladores de Papantla realizan una ceremonia en la que se simboliza la muerte del invierno y el paso a la vida de la primavera.

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Xicotepec

Alejado del mundo, escondido en plena sierra poblana, se encuentra Xicotepec, pueblo de árboles de aguacate, de clima templado y de olor a café. Aquí, por más de medio siglo se celebra la Feria de la Primavera, un evento que se ha ido transformando con el tiempo y que actualmente atrae a muchos viajeros de todo el país.

Lánzate a Puebla y visita este Pueblo Mágico, y disfruta de su feria donde podrás degustar antojitos mexicanos, comprar artesanías y disfrutar de espectáculos culturales. Además, no puedes dejar de visitar su centro ceremonial Xochipila, uno de los más grandes de América junto con Machu Pichu en Perú. Aquí se venera desde época prehispánica a Xochipilli, el dios de las flores y de los brujos.

Tecate

En el Pueblo Mágico de Tecate, de cielos despejados y azules, rodeado de montañas sagradas y bosques de pino y encino, se recibe la primavera entre cantos y danzas rituales.

Para dar la bienvenida a la primavera, en Tecate se lleva a cabo la tradicional danza a la Madre Tierra, donde se dan cita diversas tribus para llevar a cabo las tradiciones ancestrales de Baja California. En estas ceremonias que duran cuatro días se busca sanar el alma, el cuerpo y la mente desde la raíz para llenarse de energía nueva.

Vale la pena destacar que éste no es un evento recreativo, ni tampoco un espectáculo, sino una actividad espiritual, por lo tanto, se recomienda a los visitantes presenciar este rito, siempre mostrando respeto a las personas que lo realizan.

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