Valladolid
Este Pueblo Mágico de Yucatán te sorprenderá con sus hermosas construcciones coloniales, sus increíbles cenotes y la exquisitez de sus trabajos artesanales, particularmente los bordados de notable tradición maya.
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Valladolid: Tesoro maya-colonial del oriente yucateco
El encanto de este Pueblo Mágico, ubicado al oriente de la Península de Yucatán, se encuentra principalmente en sus bonitas construcciones virreinales, en sus coloridas casonas y en sus exquisitos trabajos artesanales -especialmente en bordados y textiles- de notable tradición prehispánica y colonial.
Sin embargo, el mayor atractivo de “La Perla de Oriente” o de la “Capital del Oriente Maya”, como también se le conoce a esta ciudad heroica, es la cercanía que tiene su centro con importantes zonas arqueológicas de la cultura maya, como lo son Chichén Itzá, Ek Balam y Cobá, así como con bellos cuerpos de agua que han dotado de fama a esta región del sureste mexicano: los cenotes.
Al recorrer sus tranquilas calles descubrirás majestuosos edificios de interés histórico, pero también podrás deleitarte con lo mejor de la gastronomía yucateca en los numerosos restaurantes y cafeterías que rodean las amplias jardineras de su agradable Plaza Principal.
Conoce más
Valladolid es la segunda ciudad en importancia de Yucatán y la más antigua del estado. Fue fundada en 1543 por Francisco de Montejo “El Sobrino” y antiguamente estaba habitada por los Cupules en un sitio conocido como Chauac Há, parte de un cacicazgo maya. A la llegada de los españoles, los terrenos fueron divididos en encomiendas y se puso la ciudad bajo la advocación de la Virgen de los Remedios y el patronazgo de San Servacio.
Debido a las enfermedades -principalmente a la fiebre amarilla- la ciudad se trasladó a las ruinas del asentamiento maya de Zaci, que en lengua maya significa “gavilán blanco”. Durante el siglo XIX, adquirió importancia puesto que en ella se estableció la primera fábrica de hilos y tejidos de México, lo que sería la gran antecesora de las maquiladoras del país.
Lo típico
En esta localidad yucateca se realizan numerosas artesanías, de las que sobresalen la ropa típica (bordados, encajes, hupiles y guayaberas), las hamacas, la joyería, la talabartería y el tallado de piedra. Las podrás adquirir en el Mercado de Artesanías y en el Centro Artesanal Zaci.
Tampoco te pierdas los ricos antojitos yucatecos como los salbutes, panuchos, papadzules y tamales, entre otros, al igual que las bebidas típicas como el xtabentun y el balché.
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Admira sus construcciones virreinales
En el centro de Valladolid aún se respira un aire provinciano de notable acento colonial que está presente en sus elegantes casonas y edificios históricos. Alrededor de la Plaza Principal, una agradable explanada con amplias jardineras, se encuentran hoteles, restaurantes, el Palacio Municipal y la Parroquia de San Servacio. El templo actual fue edificado en el siglo XVIII y su fachada posee dos torres de campanario y finos relieves en piedra, así como el pórtico de la construcción original del siglo XVI.
Hacia el norte se ubica la Iglesia de la Candelaria cuyo exterior está adornado con un curioso pórtico de arcos interiores, mientras que en el interior ostenta un retablo de estilo churrigueresco. Un poco más al norte está la Iglesia de Santa Lucía, un templo antiguo de barrio con su plazoleta enfrente. Otras construcciones religiosas que vale la pena visitar son la Iglesia de Santa Ana, sencilla pero bien cuidada; y, al sur, la Iglesia de San Juan que resalta por su bonito retablo barroco.
La construcción más destacable de la ciudad es el Ex Convento de San Bernardino de Siena que antiguamente era el centro del pueblo del Sisal y donde los franciscanos edificaron un imponente convento entre 1552 y 1560. De su exterior destaca la serie de almenas que coronan los muros y la larga arquería que rememora a las fortalezas medievales; de su interior, un notable retablo barroco. En el huerto hay una noria levantada sobre el Cenote Sis-Há del que se han extraído piezas precolombinas y virreinales que se exhiben en el mismo convento.
Visita también el Museo San Roque, que antaño fuera un templo del mismo nombre, y que actualmente alberga un acervo de piezas históricas y arqueológicas de la región.
Finalmente, recorre la Calzada de los Frailes que los franciscanos utilizaron para comunicarse con el centro del poblado. En la actualidad es una calle que ofrece hermosas vistas con casonas coloniales, boutiques, hoteles, museos, jardines y fuentes.
Conoce los bellos cenotes
En los alrededores de Valladolid existen sendos cuerpos subterráneos de agua dulce. En la misma ciudad está el Cenote Zaci (dentro de Valladolid) que por mucho tiempo abasteció de agua a la población y que hoy se conserva como un atractivo natural en cuyo alrededor hay un restaurante, un zoológico y tiendas de artesanías.
Muy cerca de este Pueblo Mágico se ubican los cenotes de Dzitnup (7 km al sureste) compuesto por el Cenote Samulá y el Cenote Xkekén, conjunto conocido también como “La cueva azul”. En ambos casos se trata de grandes salones con amplias pozas de aguas cristalinas de color turquesa y techos llenos de formidables estalactitas.
A sólo siete kilómetros al oriente de Valladolid, sobre la carretera libre a Cancún, se descubre el bello Cenote Suytún, cuya bóveda natural tiene algunos huecos por donde se cuela la luz del sol y deja admirar la tonalidad de sus aguas; y el Cenote Yokdzonot (a 18 kilómetros al poniente), con 30 metros de profundidad y 40 de ancho. Aquí se practica rappel, esnórquel, tirolesa y buceo.
A 28 kilómetros está el Cenote Maya. Tiene alrededor de 80 metros de diámetro, 24 de profundidad y 22 de altura. Para llegar a él hay que descender por una escalera de madera, por un túnel o a rappel. También cuenta con tirolesa y cuerdas flojas, y un huerto con plantas medicinales y hierbas para la cocina.
Adquiere arte popular
En Valladolid es común observar a las mujeres usar sencillos huipiles con encajes y bordados en el cuello y en el borde del vestido, mientras que los hombres suelen portar los tradicionales sombreros de jipijapa y frescas guayaberas. Este tipo de prendas y accesorios se pueden comprar a muy buenos precios en los mercados y tiendas de artesanía ubicados en la misma ciudad.
Valladolid es una puerta a los tesoros mayas del oriente yucateco. Muy cerca de esta ciudad colonial se localizan importantes vestigios prehispánicos, así como bellos parajes naturales.
Chichén-Itzá
A sólo 42 kilómetros de Valladolid está este asentamiento maya cuyo esplendor se dio en el periodo posclásico y que ha sido reconocida a nivel mundial por la majestuosidad de sus edificios. En esta zona arqueológica te sorprenderás con la monumental Pirámide de Kukulcán (también conocida como El Castillo), construida conforme a un cálculo astronómico por lo que muestra su mayor grandeza arquitectónica durante los equinoccios; el Juego de Pelota con sus maravillosos relieves esculpidos; el Templo de los Jaguares, el Templo de las Monjas y el Caracol. Por un sacbé, o camino blanco, se llega al Cenote Sagrado que le dio su nombre a la ciudad.
Ek Balam
A 40 kilómetros de Valladolid se ubica esta zona arqueológica cuyo significado es “Jaguar Negro”, y que fue una de las últimas descubiertas en la Península de Yucatán. En esta ciudad maya se hallan 45 estructuras de las que sobresale La Acrópolis, monumental edificio que alberga magníficas esculturas y la sepultura del rey Ukit con múltiples ofrendas, el juego de pelota, el Palacio Oval y una doble muralla que rodea la ciudad.
Cobá
Cerca de Valladolid, pero escondida entre la tupida selva tropical, se yergue la ciudad ancestral de Cobá. En estas ruinas mayas se localiza la pirámide más alta del vecino estado de Quintana Roo, el templo de Nohoch Muul, desde el cual podrás tener una de las más bellas vistas de la zona. Recorre, a pie o en bicicleta, estos vestigios donde también se encuentra el hogar de una comunidad maya auténtica que ha sabido ser autosuficiente aprovechando los recursos del sistema lacustre.
Grutas de Balamkanché
Estas famosas grutas fueron descubiertas accidentalmente por un guía turístico en 1959 y hoy conforma uno de los atractivos naturales cercanos a Valladolid. Al centro de sus amplios salones cubiertos por estalactitas y estalagmitas se observa una estructura unida al suelo que asemeja al tronco de una ceiba. Se estima que el lugar tuvo usos rituales para los antiguos mayas pues en él se hallaron piezas de cerámica, conchas y trozos de jade.
Valladolid ostenta el título de “Ciudad Heroica” porque en ella se desarrollaron dos importantes eventos históricos: “La Guerra de Castas”, en 1847, que consistió en un movimiento social que los nativos mayas iniciaron contra la población de criollos y mestizos; y, en 1910, lo que se le llamó como “La primera chispa de la Revolución Mexicana”, puesto que en esta tierra se dio un movimiento precursor del que se daría en noviembre del mismo año para levantarse en contra de la dictadura de Porfirio Díaz por medio del Plan de Valladolid o Plan de Dzelkoop.