San Lorenzo, primera capital política y económica de Mesoamérica

Hoy sabemos que la cultura olmeca se desarrolló en el periodo preclásico o formativo de Mesoamérica, entre el año 1500 a.C. hasta el 400 a.C. Por esta razón, se considera que es la primera gran civilización precolombina. Asimismo, junto con La Venta (Tabasco) y Tres Zapotes (Veracruz), San Lorenzo Tenochtitlán fue una de las urbes más importantes de esta cultura.

La ciudad “fue descubierta” en 1945, cuando el arqueólogo Matthew Stirling visitó el sitio y encontró 11 esculturas, incluyendo cuatro cabezas monumentales y un trono; dando inicio a la primera etapa de investigaciones arqueológicas, que culminó en 1970. Posteriormente, a partir de 1990 y hasta 1996, se retomaron las excavaciones en el sitio, en lo que se conoce como el Proyecto Arqueológico San Lorenzo Tenochtitlán.

San Lorenzo, la primera gran ciudad olmeca

Asentada en el sur del estado de Veracruz, a unos 50 kilómetros del mar, esta urbe se extendió en una isla de clima tropical con amplias llanuras delimitadas por los ríos Coatzacoalcos y Chiquito. El entorno, fuente de abundantes recursos naturales, propició los asentamientos humanos y luego el florecimiento de San Lorenzo.

De acuerdo a los arqueólogos, la ocupación más antigua de la ciudad se dio entre el 1500 y 1200 a.C. Los primeros pobladores buscaron un terreno elevado para construir sus viviendas que los protegiera de las inundaciones. En consecuencia, se asentaron en una loma donde iniciaron la construcción de montículos para explotar los recursos más fácilmente.

Igualmente, las actividades productivas fueron la pesca, la caza, la recolección y la agricultura de inundación.

Más tarde, entre el 1200 y el 850 a.C. se disparó el crecimiento poblacional y según estudios etnoarqueológicos, la población olmeca de la ciudad alcanzó más de 11 mil habitantes. Con ello, las actividades productivas también se incrementaron, destacando un desarrollo importante del cultivo del maíz.

Los olmecas, grandes constructores y escultores

Los habitantes de San Lorenzo siguieron transformando su entorno, moviendo millones de metros cúbicos de terreno (algunos estudiosos consideran que transportaron dos millones de toneladas de rellenos de tierra) para crear viviendas en la parte más alta de la loma. De igual forma, esta transformación es considerada el primer esfuerzo de planificación urbana en Mesoamérica.

Asimismo, gracias al estudio de los vestigios de sus unidades habitacionales, muy diferentes unas de otras, sabemos que había claras diferencias en la sociedad olmeca. De hecho, la élite vivía en la cima del lugar, en lujosas residencias con basalto; mientras en las partes más bajas habitaba el resto de la población.

Finalmente, se hallaron espacios ceremoniales públicos y privados junto al cerro El Manatí, con un teatro ritual al aire libre en donde se realizaban ofrendas periódicamente.

Las cabezas esculpidas de San Lorenzo

Desde el inicio de las excavaciones hasta la actualidad, se han registrado 134 esculturas en la urbe que juntas suman unas 525 toneladas. Y de las 17 cabezas colosales que se han descubierto, 10 fueron halladas en San Lorenzo. De estas se cree que son retratos de gobernantes y sus rasgos buscaban transmitir cualidades como la sabiduría. Recordemos que la urbe estuvo bajo el mando de gobernantes hereditarios que eran considerados divinos y a través de estas y otras magníficas esculturas legitimaron su poder.

Abandono del sitio

Por último, no se conocen todas las causas del abandono de la ciudad, sin embargo los expertos lo atribuyen a conflictos con otros pueblos, enfermedades y escasez de recursos naturales. Así, en el 850 a.C. la población empezó a menguar; para el 600 a.C. quedaban unas 500 personas en la ciudad y se especula que los habitantes de San Lorenzo habían migrado a la Venta, otro de los centros olmecas.

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