5 tipos de nacimientos muy mexicanos
En México, los belenes o nacimientos son muestra de la unión entre el culto católico y el prehispánico, pues se usaban para evangelizar.
San Francisco de Asís fue quien concibió originalmente la idea de representar el nacimiento de Jesús. Aquí te dejamos una lista con cinco tipos de nacimientos:
Nacimientos de barro
Hay lugares donde la fabricación de estas piezas con barro es toda una tradición como en Metepec, Estado de México. La técnica consiste en mezclar el barro con plumilla (flor del tule) y agua hasta formar una masa que se va moldeando hasta producir las más de 15 piezas que conforman un nacimiento.
Nacimientos en miniatura
Ya es tradición en varias comunidades realizar nacimientos que no rebasen los 5 centímetros de altura
y que demuestran la habilidad de nuestros artesanos. Los hay de varios materiales como palma, procedentes de Chigmecatitlán, Puebla; los de barro, hechos en Tlaquepaque, Jalisco; o los de latón, como los que se fabrican en San Miguel de Allende, Guanajuato.
David Paniagua Guerra Nacimientos en miniatura
Nacimientos de hoja de maíz
Estos nacimientos se fabrican sobre todo en Chilapa, Guerrero. Para su elaboración se utilizan flores con hojas de maíz o totomoxtle, como se le conoce comúnmente, que se pintan un día antes de su utilización para que sequen bien. Carrizo y alambre son usados para darle forma estas figuras, imprescindibles en los mercados de la región.
Nacimientos de talavera
Este tipo de artesanía poblana es ya reconocida en todo el mundo y los nacimientos no son la excepción. Para muestra está aquel donado al Vaticano en 2011, integrado por las siete piezas tradicionales: José, María, el Niño, el ángel y los Reyes Magos, creado a base de ónix y policromado en color azul cobalto con los diseños clásicos de la talavera.
Nacimientos de madera
En San Antonio Arrazola, Oaxaca, no solo se producen coloridos alebrijes de formas imposibles, ahí también se pueden conseguir, en vísperas de las celebraciones decembrinas, hermosos nacimientos en madera de copal, que es muy suave y manejable. Recién cortada la madera, se talla y se pule para después pintar las figuras con acrílico.
