El resplandor de las tehuanas: la bella corona de huipil
El resplandor de las tehuanas es, sin lugar a dudas, el elemento más llamativo de este traje típico de Oaxaca. Se trata de un bello huipil de cabeza que corona a las mujeres del Istmo de Tehuantepec.
El atavío más representativo del Istmo de Tehuantepec (y de todo el estado de Oaxaca), es el resplandor de las tehuanas. Y no es una exageración esta aseveración. Este huipil para la cabeza, corona aquél traje típico que portan las mujeres de la región. Es un distintivo visual prominente y simbólico, popularizado por varias personalidades de la vida de México. Su uso es especial, y tiene un rico trasfondo histórico y cultural.
Origen del resplandor de las tehuanas
El origen del resplandor y el traje típico de las tehuanas es la ciudad de Santo Domingo Tehuantepec, en la región del istmo homónimo, en Oaxaca. Este es un traje mestizo, con una ecléctica combinación de elementos locales y foráneos.
A partir de que entró el ferrocarril en el Istmo de Tehuantepec en el siglo XIX, la vestimenta tradicional cambió y se comenzó a notar la influencia de diversos sitios del mundo. Por ejemplo, el bordado de flores, se inspiró en el mantón de Manila, Filipinas. El holán que se usa tanto en el resplandor como en el traje, son originarios de Holanda (aunque agunos aseguran que viene de Inglaterra). Todos son elementos que se tomaron para conformar con el paso del tiempo, el traje regional.
El resplandor o huipil de cabeza
Gracias a la evangelización de la región por parte de los dominicos (a partir del año 1526), las mujeres zapotecas heredaron la costumbre de cubrirse la cabeza para asistir a las ceremonias religiosas. Por ello surgió el resplandor. Siglos adelante, en 1853, cuando el compositor Máximo Ramón Ortiz concluyó la pieza musical conocida como La Sandunga, el traje de tehuana logró cimentar su fama y prestigio como característica de la cultura oaxaqueña.
En lo que respecta específicamente al resplandor, este se encuentra elaborado de holán almidonado, a fin de destacar y dar importancia al anfitrión de la fiesta o a una persona importante. Cuando se coloca hacia atrás, mostrando el traje regional, es para los festejos sociales. Cuando se pone de frente alrededor del rostro, es para asistir a un servicio religioso. Su nombre formal es huipil de cabeza, pero popularmente se le conoce resplandor.
Popularidad
La popularidad del resplandor de las tehuanas llegó con el nacionalismo de la post-Revolución. El rescate de diferentes tradiciones de todo el país fue intenso y extenso. La película de 1931, ¡Que viva México!, del aclamado director soviético Serguéi Eisenstein, capturó en celuloide su uso. Tal vez la que empezó a difundir su imagen de forma amplia fue Frida Kahlo, quien en su autorretrato de 1943, porta el característico atavío.
En 1936, cuando Lázaro Cárdenas pidió la renovación de las imágenes en los billetes que circulaban en México, se convocó a un concurso de trajes regionales para dicho propósito. Cuenta la anécdota que, al histórico presidente y al comité les encantó la belleza del traje de la tehuana, por lo que lo eligieron. La foto de la concursante María Estela Ruiz Velázquez, quien lo portaba, se imprimió en el billete de diez pesos. Este papel moneda estuvo en circulación de 1937 a 1967. De acuerdo a distintos historiadores y antropólogos, se cree que este fue uno de los principales motivos por los que se volvió tan popular en el país y el mundo.
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