Conoce las fotografías alucinantes de Flor Garduño, una de las mejores fotógrafas mexicanas
¿El pasado de México te causa nostalgia? Las fotos surrealistas de Flor Garduño te transportarán a nuestro pasado.
Nacida en 1957, Flor Garduño es una de las fotógrafas más importantes de México. Hizo sus estudios de Artes Visuales en la Antigua Academia de San Carlos de la UNAM. Durante su formación se interesó en el trabajo de su maestra Kati Horna, una fotógrafa judía de Hungría que se exilió durante la escalada del nazismo. A su vez, Kati Horna recibió una fuerte influencia del movimiento surrealista.
Posteriormente interrumpió sus estudios para convertirse en asistente de cuarto oscuro en el taller del aclamado fotógrafo Manuel Álvarez Bravo. Por su parte, Álvarez Bravo destacó por sus fotografías de paisajes y por trabajar junto al cineasta ruso Sergéi Ensestein. En el taller, Flor Garduño mejoró sus técnicas de impresión fotográfica.
En 1981 Flor fue invitada a trabajar en la Secretaría de Educación Pública bajo la dirección de la fotógrafa Mariana Yampolsky, quien había enfocado su trabajo en el arte popular mexicano.
Con ello, Garduño visitó distintas regiones rurales de México para tomar fotografías que sirvieran como ilustración para libros de alfabetización bilingüe.
Como consecuencia, Flor Garduño tuvo un mayor acercamiento a la vida cultural indígena del país, con lo cual también desarrolló su propio estilo.
En 1985 el pintor Francisco Toledo la animó a publicar su primer libro de fotografía. Para entonces, Flor Garduño comenzaba a tener reconocimiento a nivel internacional. Posteriormente realizó distintos trabajos fotográficos en Suiza y realizó varias giras de exposición por América y Europa. Ha recibido numerosos premios y su trabajo se ha expuesto en los museos más importantes del mundo. Actualmente vive y trabaja en Tepoztlán, Morelos.
La obra fotográfica de Flor Garduño
La obra fotográfica de Flor Garduño se enfoca en desnudar la realidad del campo mexicano.
Para ello, su mirada enfoca el desnudo femenino, la naturaleza muerta, el retrato y la arquitectura con el objetivo de revelar los límites de la imaginación.
Sus fotografías siempre están en escala a grises, expresando imágenes arquetípicas llenas de simbolismo y magia. Cuando se mira una fotografía de Garduño, da la impresión de estar viendo una imagen proveniente del mundo de los sueños.
Sin embargo, lo cierto es que lo que ahí se mira está presente en la cultura de los pueblos de México. La fotografía de Garduño es de carácter numinoso, arrebatando al espectador hasta lo más originario de nuestra identidad. Su obra es poética y ritual, esencialmente religiosa.
Fotografías: www.florgarduno.com