Palmillas, majestuosa joya del arte sacro en Tamaulipas
En medio del semidesierto mexicano se levanta majestuosa una joya del arte sacro del siglo XVIII que atrae a viajeros de diversas partes del planeta. Aquí, como en muchos otros sitios, la cultura indígena vivió en sincretismo con la religión católica. Palmillas Esta población fue de suma importancia en la región y coexistió como uno […]
En medio del semidesierto mexicano se levanta majestuosa una joya del arte sacro del siglo XVIII que atrae a viajeros de diversas partes del planeta. Aquí, como en muchos otros sitios, la cultura indígena vivió en sincretismo con la religión católica.
Palmillas
Esta población fue de suma importancia en la región y coexistió como uno de los bastiones para los grupos indígenas pames, quienes se adaptaron a este terruño para poblarla.
Sin embargo, es hasta 1627 que se funda la misión de Palmillas por órdenes del rey Felipe iv, quien pacificó a las tribus locales a través del coronel Martín de Zavala, en conjunto con fray Juan Bautista Mollinedo, un expedicionario religioso que fundó diversas misiones en gran parte del centro del país.
La también conocida Real de Palmillas fue creciendo paulatinamente, sobre todo en 1745, cuando llegaron pobladores de Guadalcázar, San Luis Potosí, comenzando ya con una configuración urbana y levantando edificaciones importantes por órdenes del capitán Francisco de Gaona, esto cuando también ya había iniciado la construcción de la iglesia y del edificio destinado para el seminario.
Hubo una tercera repoblación en 1756, cuando el conde de Revillagigedo, virrey de la Nueva España, inspeccionaba personalmente la colonización de Tamaulipas.
Pero es el auge religioso lo que impulsa a esta población, cuando en 1777 finaliza la construcción de la parroquia y del seminario, dando comienzo a la ferviente actividad religiosa a cargo de frailes franciscanos.
Palmillas formaba parte de los sitios que atraían la atención de Porfirio Díaz; incluso se cuenta que este personaje de la historia donó una cantidad de instrumentos de viento para conformar una banda musical con 23 músicos locales, fomentando el arte y la cultura de
la localidad.
Plaza central y Las dos cruces
Caminar por el centro de Palmillas nos remite al pasado, a la historia que dejó un legado plagado de mitos y leyendas religiosas gracias al célebre pacifista Juan Bautista de Mollinedo, quien atrajo el interés del poder religioso para crear la primera iglesia del estado.
Actualmente, es una población apacible y las calles del primer cuadro aún lucen como antaño, con fachadas coloniales de grandes muros y herrería que enmarca cada ventana.
Cuenta con una plaza principal y allí, frente al jardín central, se levanta majestuosa la iglesia de Nuestra Señora de las Nieves, con su campanario. Según cuenta la leyenda, en algún momento de la historia, la alta sociedad de Palmillas mandó fundir sus joyas para que, con el oro obtenido, se bañara la campana y pudiera tener un tañido potente y de gran fidelidad.
Otro dato curioso son sus dos cruces, las cuales fueron veneradas por dos segmentos de la población de Palmillas: los indígenas pames y los colonizadores españoles. Actualmente aún existen y se les venera desde el siglo xviii cada 2 de mayo a través de una gran fiesta que incluye mayordomías, danzas regionales, gastronomía y una solemne misa.
Arte barroco mexicano
La iglesia de Nuestra Señora de las Nieves es testigo de la evangelización en Tamaulipas. Fue la primera que se construyó en la entidad, y después de que se colocó la primera piedra, en el año 1745, concretarla llevó 35 años. Se caracteriza por contar con una cúpula y una nave que en su interior exhibe una serie de vigas de madera con una pronunciada inclinación, creando una ilusión óptica. Pero la atracción estelar es el retablo instalado en 1746, joya del barroco churrigueresco mexicano que recién fue restaurado por el INAH, en conjunto con la parroquia. Se caracteriza por haber sido construido en tres líneas verticales, delimitadas por columnas estípites y un par de medallones labrados que representan a la Virgen de Guadalupe, todo en hoja de oro. En los laterales se puede ver cómo una columna sostiene un pedestal, encima del cual se encuentra una pintura oval que escenifica el reencuentro de San Francisco de Asís y Santo Domingo de Guzmán, mientras que al centro destacan el tabernáculo y el manifestador.
A pocos metros del acceso principal se halla el coro, mientras que en el baptisterio hay figuras de San Juan Bautista y Jesucristo, así como otras bellas imágenes religiosas, demostrando que este sitio contiene parte del gran legado religioso y artístico de factura colonial de Palmillas y del estado.
Colección religiosa
La iglesia de Nuestra Señora de las Nieves también cuenta con una rica colección de arte sacro. Sus paredes laterales están adornadas por dos grandes y antiquísimas imágenes al óleo, elaboradas por pintores anónimos. Una de ellas, ubicada en el costado izquierdo, es el Santo Cristo del Purgatorio, fechado en 1755, donde se pueden ver a diversos personajes de la sociedad ―incluyendo a figuras eclesiásticas de la época― sufriendo en el purgatorio.
En el mismo costado también se revela una antigua pintura de la Virgen de Guadalupe, obra que data del año 1761.
Sin embargo, al frente de la iglesia destaca un gran óleo representando a Nuestra Señora de las Nieves, obra del artista Peralta F. y fechada en 1746, la cual se ubica en el altar principal, sobre el retablo recién restaurado, captando la mirada de los visitantes y feligreses para su fascinación.
La Iglesia de Nuestra Señora de las Nieves también cuenta con un patrimonio de imágenes religiosas que datan del siglo XVIII, varias hacen referencia a santos y otros son cristos con impresionantes semblantes; incluso algunas son figuras articuladas que esperan ser exhibidas próximamente, tras un exhaustivo y meticuloso trabajo de restauración.
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