Tejidos únicos con raíz del motusay en Tapijulapa, Tabasco
Conoce los talleres en donde se teje la raíz de motusay, una actividad única que no se realiza en otros lugares de México.
Las manos artesanas del motusay
Este Pueblo Mágico de la sierra de Tabasco tiene en su haber una actividad única. No se realiza en otros lugares de México. Aquí se aprovecha la raíz del motusay, una fibra natural parecida al mimbre, con la cual se tejen sillas, mesas, recámaras y todo mueble que la mente y habilidad de un artesano pueda imaginarse.
Artesanías Villa Luz
Aquí se tejen los muebles de bejuco. En su terraza está el motusay, acomodado en rollos, en espera de que Aristeo Martínez y sus tejedores lleguen a colocarlo, poco a poco, en las estructuras de madera, que se irán convirtiendo en muebles conforme los vayan forrando con esta fibra. En la galería del taller se miran terminados sillones, mesas, sillas mecedoras, repisas y hasta figuras de animales tejidos. Don Aristeo comenta se puede hacer de todo con el motusay.
- Dónde está:
Oxolotán s/n, La Loma, Tapijulapa.
La Esmeralda de la Sierra
De ahí nos trasladamos al centro del pueblo para llegar al taller de Crisanto Solís, quien también teje el motusay. Para llegar a su galería hay que subir al primer piso, donde se aprecian sillones de bejuco y sillas tejidas, algunas cosas más pequeñas como cestos, servilleteros y abanicos, estos últimos son perfectos para mitigar un poco el calor que hace en esta región, la más húmeda de todo Tabasco. Pero el taller está un piso más arriba y desde ahí también se tiene un gran vista del paisaje, del pueblo y del Río Amatán, panorama que disfrutan los artesanos mientras trenzan la prodigiosa fibra.
- Dónde está:
José López Portillo 41, Centro, Tapijulapa.
Artesanías San José
Aquí conocimos a Aristeo Solís quien, en ese momento, acomodaba los rollos de motusay en la calle, para que se asolearan un poco. En la banqueta nos mostró sus sillas, algunas sencillas, tejidas desde las patas hasta el respaldo; otras más detalladas, con respaldos que semejan abanicos, combinando tejidos que se intercalan con la madera, mucho más vistosas. Al entrar a su taller encontramos otros mobiliarios como sillones y mesas, todo hecho con este bejuco que crece en los árboles de la región.
- Dónde está:
José López Portillo 47, Centro, Tapijulapa.
Artesanías ED
El camino nos llevó a través del puente colgante de Tapijupapa y sus 140 metros de pura aventura sobre el Río Amatán. Al otro lado, subimos una loma para encontrar el taller en donde Laura de la Cruz le ha dado una nueva orientación a esta fibra natural con sus diseños de joyería. Para ello ocupa el bejuco más fino, algunos los usa enteros, otros los parte por mitad. Con esta materia prima ha creado una vasta colección de aretes, collares, pulseras y diademas que forma enrollando, tejiendo o torciendo las fibras. Para hacerlas más vistosas las combina con semillas, pedrería y algunos dijes metálicos.
- Dónde está:
Principal Villa Luz, Isabel, Tapijulapa.
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