1. Descender (rafting) en ríos de Tlapacoyan, Veracruz

Veracruz es un paraíso para los deportes de aventura, pero nada se compara con la emoción que se siente al navegar las inquietas aguas del río Filobobos. Este cauce natural de agua pasa por el pueblo de Tlapacoyan, el cual está listo para recibir a quienes gustan de sentir la adrenalina. Hay tres recorridos que se pueden hacer por el río, todos incluyen la diversión y empapada en los rápidos. Uno de ellos lleva a conocer la cascada y el cañón del Encanto, otro a visitar la zona arqueológica Vega de la Peña, y el último, la cascada de Tomata. Cualquiera que elijas, realizarás una gran hazaña rodeado de bellos paisajes verdes.

Tip:

La travesía puede ocurrir en cualquier época del año, sin embargo, de septiembre a noviembre el río tiene un nivel más alto, por lo que los grados de complejidad de los rápidos son mayores.

¿Cómo llegar?

2. Bucear en aguas dulces en Rioverde, San Luis Potosí

La Región Media de San Luis Potosí es igual de interesante y bonita que su hermana la Huasteca. Aquí, el poblado de Rioverde es el que da la bienvenida para conocer la laguna de la Media Luna, un manantial de aguas cristalinas, que permite explorar sus maravillas subacuáticas a través de la práctica del buceo. Para los primerizos, aquí se encuentran las condiciones perfectas para vivir esta experiencia: no hay corriente ni fauna peligrosa y, además, es agua dulce, por lo que si llega a entrar al visor o a la boca, no es gran molestia. A esto hay que añadirle que la temperatura del agua es de 29°C todo el año.

Tip:

Para conseguir más emociones, se puede hacer un recorrido doble: buceo matutino y cañonismo vespertino en el cercano Cañón de Pinihuán.

¿Cómo llegar?

3. Surfear en la arena en las dunas de Mexicali, Baja California

El escenario de este deporte, relativamente nuevo, son las fascinantes dunas de arena cerca de Mexicali (Baja California). Sitios como Cuervitos, Los Algodones y Laguna Salada son ideales para quienes buscan ejercitarse de manera diferente y sentir correr al máximo la adrenalina. Subir las dunas puede ser extenuante, pero una vez arriba ¡comienza lo bueno!, y el esfuerzo cobra sentido por completo. El deslizarse a gran velocidad por la arena regala una sensación de libertad indescriptible, que querrás repetir una y otra vez. Otra virtud: es seguro y puede practicarse a cualquier edad.

Tip:

Es recomendable cubrirse el torso y los brazos para evitar raspones con la arena. Los escenarios están a pie de carretera.

¿Cómo llegar?

4. Practicar esquí en nieve (real y artificial) en Arteaga, Coahuila

Esquiar en nieve (real o artificial) en México sí se puede, y es en el resort Bosques de Monterreal, cerca del Pueblo Mágico de Arteaga, en Coahuila, que se puede hacer realidad este sueño. Las pistas de esquí alpino son de nieve artificial, pues las condiciones climatológicas no permiten que sean naturales durante el año entero, pero esto no detiene las fuertes sensaciones que provoca descender por las plataformas. De la mano de entrenadores profesionales, todos pueden esquiar, hay lecciones y espacios destinados para nivel básico –donde se enseña a esquiar—, principiantes e intermedios. Si te gusta probar tus límites, esta es una experiencia que en definitiva debes probar. Aquí mismo podrás realizar otras actividades, como golf, rappel, tenis, paseos en cuatrimoto, a caballo, entre otros.

Tip:

Aunque se puede esquiar todo el año, lo mejor es ir en enero o principios de febrero, cuando las pistas se cubren de nieve natural.

¿Cómo llegar?

5. Lanzarte en tirolesas en Kolem Jaá, Tabasco

Tabasco es uno de los estados más verdes en México y en él se han desarrollado interesantes proyectos sustentables con paseos activos llenos de desafíos. Kolem Jaá es uno de ellos. Todo comienza desde antes de llegar a la reserva, pues solo es posible hacerlo en lancha. Una vez ahí, las opciones para dejar correr la adrenalina son muchas (rappel, escalada, espeleismo), pero, sin duda, una de las más emocionantes es su circuito de tirolesas, en el que por casi medio kilómetro se va volando por las copas de los árboles, usualmente acompañados por una de las especies que habitan aquí: el mono saraguato. Desde las alturas se tienen vistas privilegiadas del ecosistema del lugar.

Tip:

Aunque Kolem Jaá se encuentra a poco más de una hora de Villahermosa y a unos minutos del Pueblo Mágico de Tapijulapa, cuenta con cabañas y zona de campamento para quedarse a dormir ahí y disfrutar más de un día.

¿Cómo llegar?

6. Volar en parapente en Valle de Bravo, Estado de México

Es fascinante ver el cielo de Valle de Bravo lleno de personas volando suavemente por los aires. Y si resulta encantador observarlo, vivirlo en carne propia es aún mejor: regala sensaciones de libertad, poder y goce. En una palabra: excitante. Los vuelos en parapente pueden durar entre 10 y 60 minutos, y se despega desde una altura de 300 o 600 metros, sobre los techos y el lago que tanto embellece a este Pueblo Mágico. Si eres principiante, un piloto te acompañará y hará las maniobras necesarias para aprovechar las corrientes y mejorar la experiencia al máximo. Los más diestros pueden desplegar sus alas solos, para disfrutar del cielo a su propio ritmo y gusto.

Tip:

Valle de Bravo (en el Estado de México) es la meca del vuelo libre en el país y en los últimos años ha albergado importantes campeonatos mundiales, por lo que es el sitio ideal para animarse a probarlo.

¿Cómo llegar?

7. Practicar esquí acuático en Tequesquitengo, Morelos

“Teques” recibe gustoso a los aventureros de corazón. Su lago es el escenario ideal para practicar distintas actividades acuáticas, pero, sin duda alguna, el esquí es la reina de todas. El cálido clima de la zona y las tranquilas aguas del lago, han convertido a este divertido destino en la capital nacional del esquí acuático. Aunque, siguiendo las tendencias, por acá también puede hacerse el flyboard en el que se es impulsado por agua para levantarse hasta diez metros sobre la superficie, y el wakeboard, que combina diferentes técnicas empleadas en el snowboard, esquí y surf.

Tip:

En invierno ocurre un fenómeno natural en Tequesquitengo (Morelos) que ocasiona la desoxigenación del agua del lago, provocando la muerte de peces y un intenso olor azufroso. Es totalmente normal y ayuda a mantener el equilibrio del ecosistema, pero es recomendable visitar este lago en otra temporada.

¿Cómo llegar?

8. Explorar el centro de la tierra en Chiapa de Corzo, Chiapas

Hay que ser valiente para decidir entrar al mundo desconocido que guardan las cuevas. Pero si dentro de ellas uno se encuentra con cascadas y ríos subterráneos, entonces el temor se va para darle la bienvenida a la emoción y al asombro. Justo esto es lo que encuentras en El Chorreadero, a diez minutos de Chiapa de Corzo (Chiapas). Una exploración por las profundidades de esta magnífica cueva permite practicar no solo espeleísmo, sino también escalada, rappel y hasta natación; y lo mejor de todo es que no se necesita ser experto o haber realizado algún entrenamiento profesional previo.

Tip:

Entrar a la cueva solo es posible (o más recomendable) cuando no es temporada de lluvias, es decir, de finales de noviembre a mediados de mayo.

9. Recorrer la Sierra Gorda en cuatrimoto en San Joaquín, Querétaro

Explorar esta región de la Sierra Gorda de Querétaro a bordo de una cuatrimoto es una de las formas más placenteras y entretenidas de hacerlo. El recorrido comienza en el Pueblo Mágico de San Joaquín, desde donde pueden abordarse estos vehículos todo terreno e ir a conocer cascadas, ríos, minas, pinturas rupestres, exconventos y otras comunidades cercanas. En la zona existen distintos campamentos ecoturísticos para que la experiencia sea totalmente en contacto con la naturaleza. En ellos se organizan largas caminatas y recorridos en bicicleta, que llevan a disfrutar de las hermosas vistas de la reserva, mientras se pasa de un ambiente boscoso a uno semidesértico.

Tip:

En abril se lleva a cabo el Concurso Nacional de Huapango, uno de los más importantes del país, en el que más de 400 parejas provenientes de toda la República, e incluso de otros países, se reúnen a bailar al son de este ritmo.

¿Cómo llegar?

10. Nadar con el tiburón ballena en isla Holbox, Quintana Roo

Piensa en esnorquelear: a tu mente vienen arrecifes de coral, peces de colores y hasta tortugas, pero ¿imaginas nadar junto a un tiburón? Más aún: ¿junto al pez más grande del mundo? El tiburón ballena es cien por ciento herbívoro e inofensivo, por lo que es completamente seguro hacer esnórquel mientras nadas junto a él. El corazón late muy fuerte mientras se está en la lancha que se dirige mar adentro en busca de este pez. Cuando los guías indican que se ha llegado a la zona correcta, es momento de aventarse al agua para entregarse al mar y sus misterios. Al ver las aletas que salen de la superficie hay que sumergirse y nadar rapidísimo para mantener su ritmo. La sensación es indescriptible y la experiencia deja marcado a quien se atreve a vivirla.

Tip:

De mayo a septiembre es la temporada en la que los tiburones ballena llegan a las aguas de isla Holbox (en Quintana Roo) con la finalidad de alimentarse de su nutritivo plancton y aparearse.

¿Cómo llegar?

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Odette Herrera