El paso del Che Guevara por México
El Che Guevara también visitó México. Te contamos la historia de su paso por el país que cambió su destino.
La vida del Che Guevara en México abarcó el periodo de 1954 a 1956. Durante esta época trabajó para salir de su mala situación económica, se casó y tuvo una hija. México fue el lugar donde selló su destino junto a los hermanos Castro, con quienes planificó la revolución cubana en la Ciudad de México.
Breve biografía de Ernesto “Che” Guevara
Ernesto “Che” Guevara nació en la provincia argentina El Rosario el 14 de junio de 1928. Hijo de una familia de clase media, durante su infancia y adolescencia padeció constantes ataques de asma, mismos que obligaron a la familia Guevara a mudarse a la ciudad de Córdoba.
Debido a su enfermedad, su práctica del deporte se vio restringida, por lo cual pasó su tiempo libre siendo un asiduo lector de novelas clásicas de aventura y viajes por el mundo.
Tras una nueva mudanza a la capital argentina, Ernesto Guevara se matriculó en la Facultad de Medicina en 1948. Durante esa época mantuvo una relación con Berta Gilda, una estudiante partidaria de la ideología comunista. Fue durante este periodo cuando se enfocó en la lectura de obras marxistas.
Primer viaje por América Latina
En 1952 inició su primer viaje por Latinoamérica, junto a su amigo de la infancia Alberto Granado. La mayor parte del recorrido lo hicieron en motocicleta y escribieron diarios en los que relatan su viaje por el Cono Sur.
Sobre esta etapa de la vida del Che se produjo la película Diarios de motocicleta protagonizada por el actor mexicano Gael García. Una vez de vuelta en Buenos Aires, se dedicó a terminar su carrera como médico; sin embargo, su visión había sido transformada.
Segundo viaje
Con la intención de reunirse con su amigo Alberto Granado en Caracas, el Che salió de Argentina en julio de 1953. Durante su viaje sus planes cambiaron y finalmente se dirigió Guatemala, donde se estaba llevando a cabo una revolución convocada por el coronel Jacobo Arbenz.
Su llegada a Guatemala en 1954 fue compleja, ya que sus recursos económicos eran escasos. Guatemala en ese entonces era el refugio de distintos militantes de izquierda, fue durante su estancia que conoció a la opositora peruana Hilda Gadea, con quien comenzó una relación.
Poco tiempo después se vio obligado a refugiarse como comunista en la embajada de Argentina, para después exiliarse al norte, iniciando con ello la estancia del Che Guevara en México.
El Che en México
La vida del Che Guevara en México empezó a inicios de 1954. Entró por Tapachula, Chiapas. En esos años México recibía refugiados políticos de distintas partes del mundo.
Debido a su precaria condición económica, el Che se vio obligado a trabajar como fotógrafo en las zonas turísticas del centro de la Ciudad de México, para después ser contratado como corresponsal de Agencia Latina. Posteriormente consiguió trabajo como ayudante en el Hospital General, donde se desempeñó como investigador sobre alergias.
Su trabajo como investigador le permitió tener contactos que lo colocaron como profesor adjunto en la Facultad de Medicina de la UNAM. Allí aprovechó el tiempo para entrar como oyente a las clases de economía de Jesús Silva Herzog.
Durante ese año también logró reunirse con su ex novia peruana Hilda Gadea con quien posteriormente comenzó a vivir en unión libre en un departamento de la colonia Nápoles.
A finales de 1954 su carrera académica en México rendía frutos y había recibido una propuesta para impartir la asignatura de Fisiología en la Facultad. La estancia del Che Guevara en México se proyectaba a largo plazo, pero su encuentro con el cubano Ñico López le haría cambiar de planes.
El encuentro del Che Guevara y los hermanos Castro en México
El 26 de julio de 1953 un grupo liderado por Fidel Castro asaltó el Cuartel de la Moncada en Santiago de Cuba, Cuba. Tras ello, los hermanos Castro fueron condenados, pero gracias a una amnistía del régimen de Fulgencio Batista salieron libres. Raúl Castro viajó a México y Ñico le presentó al Che. Raúl preparaba la llegada de Fidel Castro a México con la intención de preparar la estrategia para hacerse del gobierno de la Habana.
En julio de 1955 Fidel Castro y el Che Guevara se conocieron en la colonia Tabacalera, tras su primera reunión, Ernesto se sumó al movimiento revolucionario “26 de julio” e iniciaron la planificación para viajar a Cuba. El icónico Café Habana de la colonia Juárez fungió muchas veces como lugar de encuentro de los revolucionarios.
En esos mismos días Hilda quedó embarazada y la pareja contrajo matrimonio en el Estado de México. Su viaje de bodas fue un recorrido por las zonas arqueológicas de Chiapas y Yucatán. En febrero de 1956 nació Hilda Beatriz, la primogénita del Che Guevara.
En 1956 el movimiento 26 de julio comenzó un entrenamiento paramilitar en las afueras de la Ciudad de México. Pese a que el Che padecía asma, no se limitó en su acondicionamiento físico. El adiestramiento consistió en largas caminatas, reconocimiento de terreno, senderismo, alpinismo, etc.
Como resultado del espionaje, Fidel fue detenido en la colonia Polanco el 21 de julio, el resto del grupo fue apresado en los días posteriores. Fue llevado a una prisión clandestina en la colonia Santa María la Ribera, donde fueron torturados por el controvertido Arturo «el Negro» Durazo.
Los Castro salieron libres en julio gracias a la intervención del expresidente mexicano Lázaro Cárdenas, pero para el Che el proceso de liberación fue más complicado, pues desde su primera declaración confesó que era comunista, conspirador y que preparaban un entrenamiento militar para hacer una revolución armada en Cuba.
Las confesiones elevaron la estima y lealtad de Fidel Castro por el Che, así que se movilizó en distintos círculos diplomáticos y políticos hasta lograr su liberación.
La partida a la Revolución en Cuba
El 25 de noviembre de 1956 el Che, Fidel y el resto del movimiento zarparon del puerto de Tuxpan con dirección a Cuba. El yate en que viajaron tenía el nombre de Granma. Así terminó la estancia del Che Guevara en México.
Como muestra de su lealtad en México, el Che escribió a Fidel los siguientes versos:
“Vámonos
ardiente profeta de la aurora
por recónditos senderos inalámbricos
a liberar el verde caimán que tanto amas.
Cuando suene el primer disparo y se despierte
en virginal asombro la manigua entera
allí, a tu lado, seremos combatientes,
nos tendrás.
Cuando tu voz derrame hacia los cuatro vientos
reforma agraria, justicia, pan, libertad,
allí, a tu lado, con idéntico acento,
nos tendrás.
Y cuando llegue el final de la jornada
la sanitaria operación contra el tirano,
allí, a tu lado, aguardando la postrer batalla,
nos tendrás…
Y si en nuestro camino se interpone el hierro,
pedimos un sudario de cubanas lágrimas
para que se cubran los guerrilleros huesos
en el tránsito de la historia americana. Nada más.”
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