Tomás Garrido, el enemigo mexicano de Dios
Prohibió el alcohol y el catolicismo, promovió la educación y el voto femenino. Te contamos la historia de Tomás Garrido, el enemigo mexicano de Dios.
Tomás Garrido Canabal nació en Chiapas el 15 de septiembre de 1890. Destacó por gobernar los estados de Tabasco y Yucatán, y por su trabajo como Secretario de Agricultura del presidente Lázaro Cárdenas.
Desde joven se opuso a la dictadura porfirista, siendo expulsado de la secundaria por participar en una manifestación en contra del gobernador Abraham Bandala. Estudió la carrera de derecho, misma que terminó a los 25 años.
Tras su regreso a Tabasco, se dedicó a la administración pública como juez. Para entonces, el gobernador del estado era el general Francisco J. Múgica, quien implementó las primeras acciones anticatólicas. A su vez, la lucha contra el catolicismo era promovido desde el movimiento de Álvaro Obregón.
Por otra parte, Garrido inició una carrera militar ejercito constitucionalista, en donde el general Salvador Alvarado fungió como su mentor ideológico. Entre otras cosas, Alvarado destacó por promover la ley seca definitiva en Yucatán, promulgar leyes de carácter social en la Constitución de 1917, fundar escuelas de distintas disciplinas y por su férreo anticlericalismo.
Además, Tomás Garrido se vinculó con Felipe Carrillo Puerto, quien formó ligas feministas, implementó el salario mínimo en la ciudad de Mérida y creó programas de socialización de la riqueza pública.
En 1920 Garrido abandonó el Ejército Mexicano y se adhirió al Plan de Agua Prieta, ello le permitió continuar una carrera política, a la cual era más afín. Esto implicó un apoyo incondicional de Garrido a Álvaro Obregón, quien le retribuyó otorgándole un amplio poder en la región sureste de México.
El primer mandato de Garrido como gobernador de Tabasco surgió en 1919, cuando cubrió el cargo en un interinato que duró cinco meses. Durante esos meses echó a andar la formación de sociedades agrarias y grupos juveniles.
Tomás Garrido, gobernador de Tabasco
Tras el triunfo del Plan de Agua Prieta, el gobierno obregonista apoyó a Tomás Garrido como candidato al gobierno de Tabasco, resultando electo para el periodo 1923-1926.
Al igual que sus mentores, Tomás Garrido promovió políticas de corte socialista y el sufragio femenino, incentivó la educación e instauró la prohibición del alcohol durante su gobierno. Para esto último, cerró los establecimientos expendedores y prohibió la producción de embriagantes. También estableció penas de varios años de cárcel para quien se expusiera públicamente en estado de ebriedad.
En cuanto a combate a la delincuencia, Garrido persiguió con mano dura a los ladrones y violadores. Muchos de ellos fueron ahorcados en ceibas.
Sin embargo, las controversias en torno a la figura de Garrido surgieron cuando radicalizó su lucha anticlerical. Como parte de sus políticas antirreligiosas, Garrido expropió y derribó iglesias, obligo a los sacerdotes a contraer matrimonio y prohibió el uso de símbolos religiosos.
Además, llevó sus ideales revolucionarios stalinistas a su propia vida íntima. Se dice que nombró a sus mascotas con los nombres Jesús, María y Dios. Tenía una sobrina llamada Luzbel y llamó a su hijo Lenin.
Con la intención de producir una revolución cultural, Tomás garrido ordenó la quema y sacrilegio de imágenes religiosas en las plazas públicas. Durante la quemazón hacía énfasis en que los niños y fieles fueran quienes quemaran sus propias imágenes. En muchos casos las iglesias fueron convertidas en escuelas o cuarteles.
La violencia en el garridismo
Como parte de su estrategia de gobierno, Garrido formó un grupo paramilitar conocido como los Camisas Rojas. Dicho grupo, integrado principalmente por jóvenes, fue la causa de la debacle política de Tomás Garrido.
En 1934, tras casi una década de gobierno directo e indirecto en Tabasco y Yucatán, Tomás Garrido fue designado Secretario de Agricultura en el gobierno de Cárdenas. En el contexto de la Guerra Cristera, se trasladó a la capital del país junto a un grupo de las Camisas Rojas.
Sin embargo, la designación de Garrido como secretario de estado no fue una decisión propia del cardenismo. Por el contrario, había sido una imposición de Plutarco Elías Calles en el capítulo histórico conocido como maximato, mismo que terminaría con la rebelión de Cárdenas.
A su llegada, una fuerte oposición ya esperaba a Garrido en la Ciudad de México. Tras varios enfrentamientos, el 20 de septiembre de 1934 los Camisas Rojas asesinaron a 10 personas frente a la iglesia de San Juan Bautista en Coyoacán. Este suceso llenó de indignación a la clase política, por lo cual Lázaro Cárdenas destituye a Garrido.
Finalmente Tomás Garrido se exilió en Costa Rica, con ello su influencia cesó en Tabasco y el resto de México. Murió en 1943 en Los Ángeles, California.
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