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Historia

Las soldaderas de la Revolución Mexicana

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© Archivo MD

Las soldaderas jugaron un papel importante en la Revolución Mexicana. Algunas incluso tuvieron que hacerse pasar por hombres. ¡Conócelas!

Durante el proceso revolucionario, los ejércitos se conformaron mayoritariamente por hombres, mismos que abandonaron sus hogares y relegaron a la mujeres a la protección de las casas, tierras y familias. Sin embargo, hubo quienes se rebelaron contra los roles de su época; así surgieron las soldaderas o mujeres soldado.

Lee: ¿Cuáles fueron las causas de la Revolución Mexicana? Conócelas

Es común pensar que el papel de las mujeres en la Revolución Mexicana fue pasivo o secundario, ya que en el imaginario popular es fácil reconocer la figura de las adelitas: mujeres guerrilleras que asistieron a los batallones masculinos como cocineras, enfermeras y amantes. Debido a ello, las soldaderas, quienes bajo ambiciones militares e ideológicas tuvieron un papel admirable, fueron invisibilizadas por el modelo tradicional de su época. Algunas lograron crecer dentro de las estructuras militares y otras fueron relegadas. Te contamos la historia de algunas de ellas.

Doña Encarnación Mares «Chonita»

Nacida en 1890, formó parte del Décimo Regimiento de Caballería, al lado del hermano de Venustiano Carranza. Adoptó una apariencia y voz varonil con la intención de poder luchar en el campo de batalla sin que se le reprimiera. Obtuvo el grado de subteniente, mismo que le fue retirado por el presidente Venustiano Carranza, a quien irónicamente apoyó.

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Carmen Parra «La Coronela Alanís»

Una acalorada luchadora del movimiento feminista obrero de México. A los 25 años se unió a la lucha armada del movimiento revolucionario como mensajera de Madero. Posteriormente ayudó a Francisco Villa en la toma de Ciudad Juárez y su avance por Coahuila. Fue arrestada en Veracruz por transportar documentación de Emiliano Zapata, pero fue liberada a los pocos días.

Finalmente se unió al movimiento constitucionalista, mismo en la que fue nombrada comisionada para el proceso de amnistía a favor de los villistas exiliados en Texas. Al finalizar el proceso revolucionario continuó su lucha en pro de los derechos obreros y trabajó como periodista. Falleció en 1941.

En 1942 el presidente Manuel Ávila Camacho le otorgó el título honorífico de «Veterana de la Revolución».

Petra Herrera alias «Pedro Herrera»

Inicialmente optó por travestirse para poder participar en los combates de la Revolución bajo el alias de Pedro, aunque después pudo participar abiertamente como mujer. Se unió a las filas de Pancho Villa y participó en distintas batallas de forma exitosa.

Su hazaña más sobresaliente fue la batalla de Torreón, Coahuila, junto al general Villa, quien se negó a darle crédito en el triunfo por tratarse de una mujer. Se independizó y formó un batallón de mujeres soldado o soldaderas cuyo número se estima de 25 a 1,000.

Finalmente se alió con Venustiano Carranza y alcanzó el grado de coronel, ya que el de general le fue negado. Se dice que tras disolverse su ejército de mujeres se dedicó al espionaje hasta su muerte en una balacera de cantina.

La leyenda cuenta que Petra o Pedro solía levantarse en la madrugada para fingir rasurarse. Sus compañeros le tenían respeto y estima, por lo cual consideró que podía revelar su identidad sin que esto afectara su trayectoria, pero la realidad le fue adversa y terminó por ser discriminada. El día que quiso dar a conocer su verdadera identidad gritó: «¡Soy mujer y voy a seguir sirviendo como soldada con mi verdadero nombre!».

Rosa Bobadilla «La Coronela»

Se dirigió a los frentes junto a su esposo, quien poseía el grado de coronel en las filas zapatistas. Tras caer muerto en batalla, Emiliano Zapata le concedió el puesto de su marido, pues ya empezaba a destacar por su liderazgo. Combatió a los federales a la cabeza de 200 campesinos sin que su condición de mujer fuera causa de censura.

Además de ser una eminente guerrera, también destacó por su labor filantrópica. Zapata le otorgó predios en el centro de Cuernavaca para atender a las viudas y huérfanos de la Revolución. Fue aguerrida en la lucha por disolver las desigualdades económicas generadas en el porfiriato.

Al final de los movimientos armados continuó su liderazgo en las organizaciones agrarias. Fue muy querida por los morelenses que solían reconocer su llegada a los festejos patrios por soltar tiros al aire. Su epitafio reza: “Descanse en paz al lado de Dios y de los Héroes”.

Margarita Neri

Fue una indígena maya originaria de Quintana Roo. Después de asesinar a su esposo se unió a la lucha armada en las filas de Zapata. Conocida por su crueldad, llegó a liderar ejércitos de grandes de hombres.

Doña Ramona R. viuda de Flores «La Güera Carrasco»

En Mis memorias de la Revolución, Isidro Fabela la describe como una mujer atractiva, que tras enterarse del asesinato de Francisco I. Madero se unió a la Revolución. Pertenecía a la clase alta y su liderazgo fue promovido por sus amigos en el ejército, con quienes mantenía una estrecha relación de iguales.

Poseía un carácter fuerte y solía hacer uso del humor negro. Era una mujer educada que también sabía convivir con los hombres a su mando, por lo cual solía expresarse con groserías pero sin tornarse vulgar. Tras la Revolución se dedicó a sus empresas y finalmente partió a Nueva York.

Amelio Robles Ávila

Nació bajo identidad femenina con el nombre de Amelia, hija de un hacendado dedicado a la producción de mezcal. Desde su juventud mostró inclinación por el comportamiento y actividades tradicionalmente masculinos.

Al morir su padre, su madre se volvió a casar con un peón, quien se refería a Amelia como «hombrada». Es probable que se haya unido a la bola revolucionaria con la intención de gozar los privilegios y la libertades de los hombres de su época, pero que posteriormente se nutriera con la ideología revolucionaria. Su principal aporte bélico estuvo en las filas de Zapata, quien la tuvo en alta estima.

En un proceso gradual Amelia empezó a convertirse en Amelio, hasta que después de un atentado cambió su identidad de forma permanente. Fueron sus compañeros zapatistas convertidos en gobernadores, quienes le facilitaron una nueva documentación.

Amelio fue reconocido por el ejército y se le condecoró con la presea «Mérito Revolucionario». Su archivo también mantuvo sin inconveniente su identidad masculina. Tiempo después, Amelio se casó con Ángela Torres y tuvo una hija adoptiva. Estuvo presa por segunda ocasión después de asesinar a dos hombres que quisieron asaltarla para exponer sus genitales.

Distintos gobernadores de Guerrero y tres presidentes de México le otorgaron reconocimientos por su participación en la Revolución y su carrera en las fuerzas castrense. Siempre bajo el nombre de Amelio, su trayectoria e identidad jamás fue cuestionada por las instituciones políticas del país.

Amelio no solo fue un militar ejemplar, también es considerado la primera persona cuyo cambio de sexo fue reconocido en México.

Valentina Ramírez «La leona de Norotal»

Nacida en Notoral, Durango, siguió la intención de su padre para defender la causa maderista. Vestía como hombre y tenía el alias «Juan Ramírez».

Al ser descubierta fue dada de baja por los mandos del ejército. Posteriormente se dedicó a trabajos convencionales hasta que fue atropellada por un auto. Su cuerpo yace en el olvido de una fosa común.

Se dice que era además de «valiente era bonita«, por lo cual se le atribuye ser la musa que inspiró el corrido La Valentina.

Adela Valverde

Originaria de Chihuahua, nació en 1900 en el seno de una familia acomodada. Contra la voluntad de sus padres, a los trece años se unió a las filas revolucionarias como enfermera. Poco tiempo después conoció al sargento villista Antonio Gil de Río Armenta de quien se enamoró. Este le compuso a Adela el corrido de La Adelita. Tiempo después Gil cayó en la lucha armada.

Adela finalmente se casó con otro miembro del ejército y murió en Texas en 1971.

«Y si acaso yo muero en la guerra,

y mi cadáver lo van a sepultar,

Adelita, por Dios te lo ruego,

que por mí no vayas a llorar.»

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autor Filósofo por formación. Contempla el alma e imaginación de México.
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