El Tren Maya, el gran proyecto para el sureste mexicano
El Tren Maya es un proyecto que podría cambiar el destino del sureste de México. Te contamos al respecto.
Escápate un fin de semana:
George de la Selva, balneario y cenote cerca de Mérida
De acuerdo con la iniciativa del gobierno federal, el Tren Maya tiene por objetivo ser un proyecto integral de reordenamiento territorial, infraestructura y turismo sustentable. De concluirse, el Tren Maya conectará los principales destinos turísticos de los estados de Chiapas, Campeche, Tabasco, Yucatán y Quintana Roo.
La colocación de la primera piedra de su construcción se hizo el 16 de diciembre de 2018 y se prevé que el proyecto será concluido en 2024. Se pretende que el tren ofrezca tres tipos de servicios: transporte masivo, turístico y mercantil. En la ruta se contemplan 17 estaciones: Palenque, Tenosique, Balancan, Escárcega, San Francisco de Campeche, Mérida, Izamal, Chichén Itzá, Valladolid, Cobá, Cancún, Puerto Morelos, Playa del Carmen, Tulum, Felipe Carrillo Puerto, Bacalar y Calakmul.
En cuanto a la ruta que seguirá el tren, el 95% del trazo pasará por derechos de vía ya existentes. Ello implica que este transporte pasará por terrenos que ya están acondicionados para carreteras y vías ferroviarias.
Este proyecto de infraestructura contará con distintas fases de construcción. La primera de ella consistió en la reparación de las vías férreas que van de Palenque a Valladolid durante el año 2019. Para el 2020 iniciará la construcción de Selva y Caribe II.
Controversias en torno al Tren Maya
En total, el Tren Maya recorrerá cerca 1460 kilómetros lo cual generará empleos y detonará la economía de la región. Sumado a ello, la construcción de este medio de transporte masivo ayudará a contener el crecimiento urbano de las ciudades de la región, reduciendo la migración y descentralización. Esto último también implicará una mejor conservación de la cultura y tradiciones locales.
Aunque idealmente se busca hacer medidas compensatorias para reducir los impactos negativos en la naturaleza, el Tren Maya no está libre de críticas provenientes de grupos indígenas y ambientalistas. Como respuesta el gobierno de México ha convocado a una consulta ciudadana el 14 y 15 de diciembre de 2019, lo cual definirá el futuro del proyecto.
Actualmente existe un programa de diálogo con el objetivo de alcanzar un consenso con las poblaciones involucradas. Así como una búsqueda de inclusión en los procesos de construcción y operación.
De acuerdo con los ambientalistas, el nuevo tren arrasará con reservas ecológicas de selva y pondrá en riesgo especies endémicas como el jaguar, ocelote y quetzal. Además de generar ruido, contaminación y una economía que beneficiaría mayoritariamente a los empresarios de turismo.
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